TOMA #8 DESPERTAR

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PARTE I

Abrí los ojos al mundo de nuevo, y aunque podía apreciarlo con total claridad de alguna manera se sentía como si aún permaneciera con los ojos cerrados. Mi alrededor había perdido color.

Mi cuerpo se sentía pesado y mi mente era un caos total. Traté de incorporarme y la mano de Keith me lo impidió.

-Es mejor quedarse recostado, créeme.

Le obedecí y me recosté con cuidado. Había dolor en mi interior, podía sentirlo recorriendo mi cuerpo, podía sentir cómo era contenido por algo desconocido, impidiendo que pudiera hacerme sufrir.

Miré con atención a mi alrededor, de nuevo estaba en alguno de los cientos de dormitorios de la Orden, si seguía perdiendo el conocimiento como lo estaba haciendo muy probablemente acabaría visitando todos en menos de un mes.

Observé al gemelo rubio que se encontraba a mi lado y este me sonrió con alivio. Parecía feliz de verme despertar. Yo por otro lado no podía asegurar cómo me encontraba. Era un estado de adormecimiento, podía sentir el dolor en alguna parte pero este estaba silenciado, contenido, controlado.

-Siento el cuerpo pesado-le comenté.

-Es por el sedante, te sentirás algo torpe por unas horas más-explicó.

-¿Por qué me han sedado?

-El dolor te habría vuelto loca-suspiró- InHa no podía ayudarte a dormir con sus poderes, nadie puede usar sus poderes en ti-se cortó de inmediato notando que tal vez había dicho algo que yo no podía saber. Se removió en la silla y trató de continuar con naturalidad- lo importante es que estarás bien, cuando el efecto del sedante desaparezca te sentirás mejor.

Me recosté de lado para poder observar mejor a Keith, me estaba ocultando algo pero ahora mismo no tenía la fuerza para persuadirlo de contarme. Últimamente todos me ocultaban cosas así que no se sentía como algo nuevo. Decidí dejar el interrogatorio sobre ese tema para después y probé con uno que aunque era doloroso realmente necesitaba saber.

-¿Sabes algo de Siwon?-el dolor hizo sonar mis palabras como un lamento y me sentí idiota de inmediato.

-Lo mismo que tú.

Pude ver su semblante cambiar a uno más triste y eso me conmovió. Ignoraba cómo era la relación que mantenían los S.O.L pero estaba segura que los gemelos eran cercanos a Siwon por la forma en la que habían reaccionado a la idea del Consejo de que nos separaran. Ese problema lucía tan lejano ahora, había sido el propio Siwon quien había creado la distancia entre nosotros. Ese pensamiento terminó por hundirme. Me sentía fatal, tal vez sería mejor no estar sedada y dejar al dolor fluir. En algún momento debía liberarse todo y estaba temiendo a que llegara. A veces que un río se desborde es mejor, a veces el precio por contenerlo es mucho más alto.

-Yo no creo que nos haya traicionado.

Las palabras del usuario de Understanting me arrastraron fuera de mis pensamientos. Quería creer que no era así pero el dolor sordo que me recorría probaba lo contrario. Me revolví entre las sábanas meditando sobre las palabras de Keith, si Siwon no había traicionado a la Orden entonces ¿Qué estaba sucediendo realmente? Ahora más que nunca necesitaba respuestas, todas las que fuera capaz de obtener. Estaba a punto de obligar a Keith a responder cuando la puerta se abrió dejando entrar a Gabriella.

-Déjanos solas-le ordenó a Keith y este obedeció de inmediato.

El rubio abandonó la habitación y cerró al salir. La presencia de Gabriella me inmutó por completo, el sentimiento de culpa por haber roto mi promesa con ella me abordó tan fuerte que sentí el aire faltar a mis pulmones. Me incorporé ligeramente quedando sentada sobre la cama en un intento de tranquilizarme, al tiempo Gabriella arrastró una silla hasta la entrada y la usó para trancar la puerta. Giró el pestillo y se acercó a mí. Sus acciones hicieron sonar las alarmas en mi cabeza, ella sabía algo que yo no.

-¿Escuchas voces?

Su pregunta me tomó por sorpresa al igual que el tono severo que había usado para realizarla. Había sonado más a una acusación que a una simple pregunta. Ella tomó un lugar en la cama y preguntó de nuevo.

-RiAhn, ¿Desde cuándo escuchas voces?

-¿Q-qué voces?-mi respuesta no la complació.

-Sólo responde, ¿Escuchas voces?

Di que no.

-¿Por qué debo decir que no?

-¿A quién debes decirle que no?-una amenaza se escondía en su pregunta.

Tonta.

Gabriella se movió en la cama hasta quedar justo frente a mí. Me miró directamente y eso me inquietó. En mi estado actual no podía concentrarme con dos personas hablándome al mismo tiempo, menos si una de ellas lo hacía de manera interna. Spring estaba eligiendo el peor momento para dejar atrás su voto de silencio.

-¿Desde cuándo las escuchas?

Miente.

-No puedo-respondí en voz alta de nuevo.

Demonios, el maldito sedante estaba causando estragos en mí.

-¿No puedes qué?-desvié la mirada hacia la puerta rogando que alguien tocara y nos interrumpiera. ¿Cómo en este mundo alguien sabía de Spring?-Tienes que empezar a decirme la verdad.

Vaya, el mundo entero también tenía que empezar a ser sincero conmigo. Yo era quien se encontraba totalmente a oscuras en su mundo de Ordenes secretas y gente con Dones Divinos. No era justo para mí. Con ese sentimiento en mente reuní el valor suficiente para enfrentarme a su mirada.

-Yo también tengo preguntas-dije decidida-, y quiero respuestas.

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