IN THE LIGHT OF YOUR HALO

TOMA 27 PARTE II EL PRÍNCIPE OSCURO Y LAS MAZMORRAS

PARTE II

Olía a moho, abandono y desesperación. El lugar donde me encontraba eran las mazmorras de la Orden de la Oscuridad, el sitio donde mantenían cautivo a Maximilien. Había sido demasiado fácil ingresar a la Orden, incluso uno de sus guardias había estado esperando por mí en la entrada y me había conducido hasta el sitio, alegando que debía ir personalmente por mi amigo. La situación me tenía nerviosa pero la imagen de una Maire con el rostro cubierto de lágrimas me hacía recuperar la confianza. Esto sería una simple misión de rescate, yo sólo debía encontrar y llevarme a Maximilien conmigo, sencillo. Demasiado sencillo, a diferencia de las dificultades por las que había pasado para mantener esta misión como un secreto para los gemelos y Siwon, ellos probablemente no me hubieran permitido tomar el riesgo, a pesar de que se trataba de un riesgo que se debía ser tomado.

La Orden de la Oscuridad había simplemente aceptado liberar a Maximilien, la única condición había sido que yo fuera la que lo recogiera, probablemente porque para ellos yo no representaba una amenaza, era solo una chica sin el entrenamiento apropiado. Nada que ellos no pudieran manejar.

De puntillas continué recorriendo las filas y filas de celdas que se encontraban en el sótano, sabía que oficialmente nadie me haría daño, pero no podía dejar de pensar en lo fácil que estaban resultando las cosas. Imágenes de hombres acorralándome lograban alterarme por completo.

Si realmente quisieran facilitarlas nos habrían entregado a Maximilien al instante.

Spring se quejó mientras me imitaba y caminaba de puntillas agarrando su vestido con ambas manos.

Este sitio huele horrible. Todo es gris y de mal gusto. Todos en ellos es de mal gusto.

La rubia resbaló de repente y de alguna manera yo también di un traspié. Intenté agarrarme de la pared pero no logré sujetarme a tiempo. Cerré los ojos esperando el golpe y este nunca llegó, en cambio alguien me había cogido en brazos. Mi corazón dio un brinco por la impresión pero se tranquilizó con el tacto de esa persona, se sentía diferente.

-¿Te has hecho daño?-abrí los ojos ante el tono dulce de su voz.

-Estoy bien-me removí en su agarre, era extraña la comodidad que mi cuerpo sentía en sus brazos.

-Me alegro.

El chico me bajo con sumo cuidado y mantuvo una mano en mí como esperando me estabilizara en el resbaladizo suelo. Me tomé un tiempo para observarle. Era ligeramente más alto que yo. Lucía más joven que Siwon, probablemente tenía mi edad. Su cabello, de un tono grisáceo completamente a tono con su blanca tez, estaba ligeramente despeinado. El flequillo le ocultaba los ojos, así que no pude percatarme del color, aunque con la oscuridad de las mazmorras probablemente sería igual de incapaz de distinguirlo.

El chico se mantuvo quieto mientras lo observaba, tampoco emitió palabra alguna, parecía que esperaba que yo le observara. Él parecía disfrutar de la atención que le estaba poniendo al escrutarlo con la mirada. Sonreí ante semejante idea.

-¿Qué haces aquí?-le susurré- ¿También te han capturado?

La sola idea de que él también fuera un prisionero me ocasionó una punzada de dolor en el pecho. La idea de llevarlo conmigo y mantenerlo lejos de la Orden de la Oscuridad pasó por mi mente tan rápida como un rayo. Lo haría. Si él necesitaba mi ayuda yo no dudaría en protegerlo.

-No soy un prisionero-una sonrisa ligera acompañó su respuesta.

Retrocedí más por instinto que por voluntad. Si él no era un prisionero, ¿eso quería decir que él era uno de ellos? ¿Por qué? ¿Lo estarían obligando? Genuina preocupación me recorrió de arriba abajo. Por alguna razón no quería ver a este chico involucrado con ellos. Tal vez era el hecho de que de ser así él y yo seríamos enemigos. ¿Por qué me preocupaba algo como eso? ¿Quién era él?