TOMA #6 HAY LAZOS QUE SÍ PUEDEN SER ROTOS.

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PARTE I

¡NO QUIERO IR! ¡Bájame de aquí!

Mi rubia consciencia gritaba mientras se jalaba los cabellos en un intento de llamar mi atención. Debía cambiar sus hábitos o acabaría calva pronto. Siwon y yo nos encontrábamos en el auto rumbo a la Sede de la Orden. El consejo le había pedido me llevara y Spring no lo estaba tomando de la mejor manera.

Es algo misterioso. Al entrar en ese edificio dejo de ser yo. Ya no puedo hablar contigo. No quiero volver. Me lo prometiste. NO QUIERO VOLVER. BÁJAME AHORA.

-No debes estar nerviosa-Siwon me ayudó a ignorar a la rubia con sus palabras-Estoy seguro que todo estará bien. Probablemente quieran enseñarte a usar tu don para que tú y yo podamos ayudar a la Orden cuanto antes. Escuché de Gabriella que les falta personal.

-¿Cuál es el don de Gabriella?-pregunté.

-Es mejor que lo descubras por ti misma.

Ahí estaba de nuevo. Su sonrisa de yo-sé-algo-que-tú-no. Estaba segura que si no fuera su compañera y no me encontrara obligada a sentir inmensa paz estando a su lado este chico sería un dolor de cabeza para mí.

El viaje continuó por unos minutos más hasta que el auto se detuvo. El edificio frente al cual nos encontrábamos lucía tan aburrido que estaba casi segura lo habían hecho a propósito para mantener alejados a los curiosos. Mirándolo desde fuera se asemejaba a cualquier edificio gubernamental de occidente.

-Vamos, nos están esperando.

Siwon salió del auto y lo rodeó para abrirme la puerta. Salí y lo seguí hasta la entrada del edificio misma donde se detuvo.

-Sé que puedes pensar que es raro pero, dame la mano.

Su rostro lucía avergonzado aunque su tono de voz había sonado firme.

-Los S.O.L andan por parejas ¿recuerdas? Debes tomar mi mano durante todo el tiempo que estemos ahí adentro.

Mi rostro debía ser un poema. Un poema diferente al de Spring que se asemejaba al cuadro “El grito” Tomé la mano del pelinegro y evite mirarlo a la cara. No quería que notará el remolino de emociones que me provocaba su agarre.

Nos adentramos al edificio al tiempo que Spring lanzaba suplicas con su último aliento. Habiendo entrado por completo se calló, se acercó a un rincón de mi mente y se quedó totalmente quieta. Su manera de chantajearme era muy seria.

Ahora que me encontraba consciente podía admirar el interior del lugar donde todo había comenzado, el lugar dónde incluso se había predicho mi fecha de nacimiento. El ala central se encontraba desprovista de mueblería alguna, se encontraba totalmente vacía siendo el piso de mármol color caoba lo único que admirar. Siwon apretó su agarre animándome a seguir su ritmo. Cruzamos el ala principal hasta llegar a un pasillo tan largo que inspiraba un aura solemne. Podía escuchar el eco de nuestros pasos en una sincronía absoluta y ese era el único rastro de vida en ese sitio. Estaba comenzando a ponerme nerviosa, si no tuviera a Siwon sujetándome estaba segura ya habría salido corriendo de ahí. El pasillo nos condujo a otra ala del edificio igual de vacía que la primera sin embargo esta contaba con un par de escaleras que se entrelazaban entre sí y finalizaban en el segundo piso del edificio. Subimos las escaleras a paso lento. No nos habíamos topado con ningún alma en todo nuestro recorrido.

-¿Nunca hay nadie aquí?-rompí el silencio que me estaba volviendo loca.

-Generalmente hay demasiadas personas. No sé qué ocurre hoy.

Sus palabras no era nada tranquilizadoras. Siwon me dirigió una sonrisa nerviosa y me jaló escaleras arriba. Al igual que en la planta baja no existía rastro de personas cerca.

IN THE LIGHT OF YOUR HALOWhere stories live. Discover now