Cosecha

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Durante la madrugada me rendí, me levante en cuánto escuche a los animales moverse y me apresure. Me cambié con la ropa del día anterior, me brinqué por la ventana y corrí camino al mercado negro atrás de la planta dos.

- Mosca - levanté la vista mirando a el gran hombre frente a mí - no pensé que regresarías.

- Vengo por lo que prometiste - el hombre me miro un segundo con los ojos entre cerrados, sonriendo por mi firmeza y casi divertido por mi actitud.

Aparto una de las cajas para comenzar a sacar algunas bolsas, las coloco frente a mi contando un poco el contenido.

- Para la dama - lo abrió dejando ver una variedad de pese, mis ojos se abrieron demasiado cuando toque que debían ser por lo menos cuatro kilos de carne. Era demasiado, probablemente carne exportada y contrabandeada del distrito cuatro - solo lo mejor para la cocinera más cotizada de la zona.

Sonreí ligeramente y yo contengo una sonrisa, no era la más cotizada, mucho menos la mejor. Pero estaba lo suficientemente capacitad y suficientemente cerca de las zonas más concurridas para que la gente llegara a mí. Así mismo como el había llegado.

Hace dos años su hija estaba por morir de desnutrición por el golpe económico después de un problema y el cierre de una de las plantas, el por su edad ya no era candidato para teleras y se había quedado sin opciones. No diré a quien se le ocurrió darle los platos extras que no se vendían que se supone eran para mí, estuve dos semanas dándole comida hasta que mejoro. No había ninguna deuda en realidad, pero cuando empezó a conseguir cosas que necesitaba me las "vendía" y esto entre comillas por me las daba al menor precio posible, había veces en las que tres kilos de carne me costaban una moneda.

Cuándo usualmente cada kilo costaba dos monedas mínimo.

Casi dos horas después estaba limpiando pescados y preparándome para abrir mi lugar, para mi sorpresa la sopa de pesado y tostadas fueron muy bien recibidos. Todo se vendió antes de la uno la cual me daba el tiempo para correr al mercado para comprar algunas cosas que Axel quería.

Para las dos de la tarde estaba en casa siendo peinada por Axel, los nervios aparecieron hace unos minutos mientras tomaba una ducha. Odiaba este día casi cómo todos, pero casi siempre en este día la gente estaba muy ocupada "celebrando" y yo solo me dedicaba a vender o robar libros que ya nadie planeaba leer, pero este año se sentía más pagado de lo usual.

- Te ves preciosa, ¿lista? - asentí mirándome en el pequeño espejo recargado en la silla de la cocina, hago una mueca. La costumbre del llevar siempre el pelo recogido había generado una molestia muy grande al momento de verme con el pelo medio suelto o suelto - Vamos.

Coloco su saco de vestir y abrió la puerta para mí, caminamos en silencio hasta el centro de la ciudad, el sentimiento amargo se comenzaba a intensificar en mi pecho. Ya había gente agrupada fuera de las tiendas de la zona rica del distrito, Axel me dejo en la fila para el registro mientras el mismo se acomodaba a unas filas de distancia.

Espere mi turno con paciencia, estire mi mano en cuánto llegue, sentí el pinchazo y luego coloque mi dedo en el papel. El aparato soltó una luz verde y yo me encamine hasta mi sección de edad, mire a mis compañeras de calle saludarme de lejos. Algunos incluso me preguntaron si haría una segunda ronda de sopa otro día o esa noche, supongo que muchos alcanzaron a comer antes del evento.

- Hola, hola - el hombre mayor de barba y pelo verde hablo a través del micrófono. Tenía un traje blanco brillante con algunos toques verdes por todo el pecho, mire las grandes pantallas encenderse - Bienvenidos, bienvenidos mis hermosos espectadores.

Mire al alcalde tomar asiento en la silla detrás de la urna de mujeres y a la alcaldesa tomar asiento en la silla detrás de la urna de hombres. A unos pasos de ellos había algunas personas que supongo viene del capitolio, tenían trajes extravagantes y pelo bien peinado. Además, que parecían fascinados viendo a la carne fresca (nosotros).

El hombre verde dio el mismo discurso que da todos los años, canto una canción que "representaba" la historia de panem, hizo un baile ridículo y luego procedió a empezar lo que estábamos esperando.

- Cómo dicen en casa, primero las damas - se acercó a la gran urna, no aparte la mirada al ver su mano se perdía en las papeletas. Los revuelve con una sonrisa gigante antes de mirar a la cámara.

Saco una y fingió hacer una cara de sorpresa, camino hasta el micrófono de nuevo y sonrió comenzando abrir el papel.

- Sara Lian Wembley - sentí mi aire cortarse, miré a mis costados notando las miradas de las personas a mi alrededor sobre mí. Me obligue a agarre aire, me enderece unos segundos después y camine hasta el pasillo donde ya me esperaban cuatro agentes de la paz, uno de ellos extiende su mano para tomar mi brazo.

Mientras debatía si acercarme más mire a Axel, quien me miraba con los ojos llorosos. Trague saliva e intente no llorar, camine intentando no caerme o parecer torpe. Las cámaras ya estaban sobre mi, lo sabía y mis ganas de llorar estaban creciendo, me enderezo casi a la fuerza.

Subí las amplias escaleras con lentitud intentando procesar bien lo que estaba pasando, alzo la vista y cuando llego arriba el hombre verde me ofreció su mano, la acepto intentando centrarme solo en él.

- Hermoso, tenemos a nuestra participante femenina - sentí su mano en mi espalda, mire el piso intentando pensar en algo, pero las ideas se acumulaban sin sentido y estoy segura que me veo jodidamente abrumada - Ahora, el varón.

Me soltó, levante la vista mirando todos los ojos sobre mi y volví a Axel, era una mancha entre la multitud, de no ser por su traje azul no sabría que es él. Entonces lo note, si yo moría le quitarían todo, todo estaba a mi nombre, se lo comerían vivo.
Escuche el nombre del chico que moriría a mi lado, pero no podía concentrarme, el castaño salió de entre la multitud, camino hasta nosotros y lo acomodaron junto a mí. Entonces noté que los minutos habían pasado, la puerta detrás de nosotros se abrió y yo corrí hasta le micrófono.

- Mi nombre es Sara Lian, quiero dejarle todo lo que tengo a Axel Loren Wish. Todo lo que tengo es de él también y quiero que saquen las monedas de debajo de mi cama, si muero denlas a las trabajadoras de la planta de energía tres, sobre todo a las que tienen hijos, sobre todo a la señora Harris - una mano en mi brazo me alejo con brusquedad, lastimándome un poco y me obligo a entrar a la alcaldía.

Escuche un grito que supongo venia de Axel antes de que se cerrar por completo las puertas.

Escuche un grito que supongo venia de Axel antes de que se cerrar por completo las puertas

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