Voz

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Mire el piso, no me sentía triste, en lo absoluto. El ardor de mi pecho fue opacado por mi fuerte necesidad de clavar un cuchillo en el cuello del chico que traía las pertenencias de Marc.

Apreté el seguro de la mochila antes de abrir mi chaleco con velocidad, cuando pasaron aún más cerca procesé la distancia y lancé un cuchillo que se enterró directamente con el brazo del chico del uno. Lo escuche soltar un quejido y vi a su compañero levantar su lanza mirando en mi dirección, me agache y en un movimiento casi instintivo me arrastre entre los arbustos, algo de tierra se metió en mis mangas y generó algo se picazón. Pero mi cerebro estaba muy ocupado revisando el espacio para saber por dónde moverme.

Casi siento mi mano arder de la emoción y creo que oficialmente estoy cayendo en la locura. Mi cabeza proceso un millón de formas en la que este combate acabaría y en menos de la mitad yo saldría viva, pero si podía hundir a alguno de los dos conmigo. Eso era suficiente para mi.

- Sal maldita mocosa – grita el chico con molestia, asome un poco la cabeza mientras sacaba varios cuchillos en un intento de no tener que distraerme mucho buscándolos en el chaleco luego, me levante mirándola desde un costado. Su vista seguía clavada en donde estuve antes, sostuve con fuerza el mango del cuchillo y lo lancé en dirección a su mano. Sólo rosándole, estaba segura que ellos habían hecho un espectáculo con la muerte de Marc, yo solo seguiría con su show. Ella suelta la lanza con velocidad, suelta un quejido apretando su mano ahora sangrando y yo sonrió.

- Por el cielo no estoy solo loca, estoy desquiciada - Una voz externa me sobre salte un poco, cuando no veo a nadie la ignoro regresando a mi ataque.

Corrió hasta a mi tacleándome y estampando mi espalda contra el suelo, se alzó antes de tomar fuerza clavando la lanza contra la tierra justo al costado de mi cuello, le doy un cabezazo gusto en la nariz que me hace retumbar todo el cráneo y cuando se echa para atrás clavó el cuchillo en su garganta, la sangre salpica mi cara y por alguna razón la calidez del líquido no parece tan desagradable ahora. Saco el cuchillo para que la sangre salga más rápido, ella me mira con temor cuando suelta sus lanzas y cae hacia atrás.

- Por favor, por favor que Axel o la señora Harris no me estén viendo ahora - gruñí escuchando la repentina voz seguir golpeando mi cráneo.

Me la quito de encima mirando al chico correr en nuestra dirección, aunque sabía que decía moverme seguí algo atontada por el golpe, escuche que dice el que creo que es el nombre de la chica antes de abalanzarse sobre ambas y aplastar mi cuerpo con el suyo, haciendo que la herida en mi cadera sangrara.

- Esta vez te atrape - suelta pasando sus piernas por mis costados y posicionando sus manos por mi cuello, asfixiándome con molestia.

Siento el aire cortarse y la presión lastimar los músculos, mis ojos se cierran un segundo. Me obligo a pelear, aunque me cuesta me obligo a intentar abrir los ojos.

- Marc, Marc, Marc y Reus.

Los abro de nuevo mirando al chico aun sobre mi apretando con fuerza, su cara estaba roja y de vez en cuando miraba de reojo a su compañera, aproveche eso colando a como pude mis manos en sus antebrazos presionando la hería que le cause antes, forcejea un poco pero termina soltándome después de intentar callar un quejido de dolor. Intente agarra aire ignorando el dolor punzante en mi garganta, me obligue a hacerme para tras mientras me recupero, tomo la lanza de la chica del uno y con el mando golpeó la cabeza del chico pelirrojo.

- Por favor, por favor ya no quiero. Déjame irme de nuevo - quería gritar, pero no podía.

Aun puedo escuchar los quejidos y balbuceos de la chica a nuestro costado, pero yo me dedico a seguir soltando golpes al mayor causando un va y viene de el intentando retomar la posición. Al final es inútil, termina volviendo a estar encima mío y esta vez siento que puedo arrancarle los ojos con las manos cuando presiona sus piernas para inmovilizar las mías.

-Por favor, déjame irme - alguien calle a esa maldita voz antes de que me abra la cabeza para sacarla yo misma.

En una decisión casi inconsciente tomo su cabeza colocando mis manos sus orejas y como si se tratara de una masa madre clavó mis pulgares en sus ojos, no me detengo hasta que siento algo tronar y puedo sentir el líquido escurrí por mis manos. Se deja caer de espaldas a un lado tapando su cara con sus manos mientras grita con fuerza, me permito tomar de nuevo la lanza mientras me levanto con dificultad.

Lo miro uno segundos sintiendo el arrepentimiento llegar a mi, pero me obligo a apagarlo antes de agarrar vuelo y en un movimiento preciso clavó la punta de la lanza boca de su estómago. Entonces después de unos segundos deja de quejarse, me giró mirando al tributo del uno de nuevo notando que se mueve un poco.

- No me veas, no me veas, no me veas.

Me dejo caer en el suelo y paso mis manos por mi cara, entonces suena dos cañonazos. Uno seguido del otro, había tenido la suerte de mi lado de nuevo, cómo en la mayoría de estos juegos. Me dejo caer entre los cuerpos, mi sangre se mezcla con la de ellos y siento el ardor bajar por mi garganta hasta mi estómago.

Doy unos segundos para permitirme controlar mi respiración antes de tomar las mochilas de los cuerpos frente a mí, me quejo en voz alta del dolor y prácticamente en automático dejo los cadáveres detrás para adentrarme de nuevo a la zona verde, camino sin parar un par de minutos hasta que pudo ver un arbusto que parece un lugar "seguro". Aun sintiendo que mi corazón se podría salir de mi pecho me escondo entre las hojas, presiono mi cadera notando mis dedos mancharse de sangre.

- Por los cielos, estaba jodida.

- Cállate ya - solté intentando agarra aire.

Me quite la chamarra y el chaleco antes de levantar mi blusa para comenzar a intentar vendar bien la herida. Intenté pensar en que prácticamente había hecho una masacre afuera, me permití fingir que yo no había hecho nada. Que claramente no había matado a dos personas por un ataque incontrolable de ira, ira que ni siquiera era contra ellos en realidad. Era contra mi por haber dejado a Marc solo, contra las personas que sacaron mi nombre de la urna, contra el maldito capitolio que era la razón por la que estaba aquí en primer lugar.

Abrí la mochila mirando la caja de metal frente a mi, me había olvidado de ella por completo. La saque antes de abrirla con cuidado dentro había una seda enrollando una preciosa daga de color plateado, que hacía juego perfectamente con mi collar. Eso me revolvió el estómago, indirectamente había hecho lo que el patrocinador quería. Agarre aire, no era momento de echarme para atrás, no había forma en realidad de echarme para atrás.

- Quedan dos, solo dos - quise gritarle que se callara de nuevo, pero me límite a agarrar aire notando que era verdad. Solo quedábamos tres y si no mal recordaba uno de los que quedan era la tributo del uno, estaba contra un profesional. Entonces lo note, debía estarme buscando.

Tenía que salir a cazar antes de que me cazaran a mi.

Acabo de leer el capitulo anterior y debo admitir que no esta tan bien hecho como mi yo de hace un año creía, no se sorprendan si ven que reescribo algunos capítulos

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Acabo de leer el capitulo anterior y debo admitir que no esta tan bien hecho como mi yo de hace un año creía, no se sorprendan si ven que reescribo algunos capítulos. Solo busco mejorar para ustedes y por mi paz mental :)

Gracias por leer

LightningWhere stories live. Discover now