Tributo

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En nuestro tercer día estábamos más... acostumbrados a la rutina, Reus ya no parecía molesto por la mañana y a mí ya no se me cerraban los ojos mientras desayunaba, incluso ya habíamos dado vuelta por todos los puestos y logré descubrir varias cosas, incluso me hice una pequeña lista mental al respecto.

- Reus es bueno con la espada, hoz y hacha por su condición física, además de fuerza.
- Yo soy buena con los cuchillos y lanzas cortas por más que nada la puntería.
- El tributo del uno también utilizaba cuchillos y su compañera una especie de espada pero más pequeña, se encargaron de enseñárselo a a Reus cuando el se acercó a esa zona.
- Ninguno de ellos es realmente bueno en cuanto a hacer fuego, casi nadie solo el del 7.
- También al parecer los nudos son de mucha ayuda y el fuego.

Durante esta semana mi compañero y yo debíamos aprovechar para ganar algunos kilos, que según mi mentor necesitaríamos. Para mi sorpresa nuestras medidas subieron lo suficiente, ahora yo media 1.64 y pesaba casi 63 kilos. Reus empezó con casi 66 kilos y ahora estaba en 70 cerrados, claro que comimos cada que podíamos y Syrus nos "encontró" una especie de vitaminas que no ayudo mucho a subir, me sentía extraña al verme de este modo.

"Aun que la cantidad de platillos que vi y alcance a probar valían completamente la pena"

También descubrí que mi mentor se llama Syrus Chlodowech, tenía casi veintiún años, pero estaba tan demacrado que parecía de más. Al parecer ganó a los juegos con 18 años, lo escogieron un mes antes de que los cumpliera, prácticamente en cuanto salió de la arena los cumplió. Su edición fue el número 66° y al parecer debajo de su aspecto sucio y demacrado había alguien guapo o eso decía mi otra mentora que solo se aparece para quejarse y luego se va.

- No estas poniéndome atención - soltó Reus tirándome un pedazo de pan, Cornalius lo regaño. El chico parecía haber tomado mucha más confianza después de que ayer. Por sugerencia de mi estilista, decidimos tratarnos los golpes en privado. Él había puesto crema en mi brazo y yo en su espalda, algunos chicos sí que lo golpearon en los combates incluso cuando estaba en el suelo.

- Estoy pensando a que puestos debemos ir hoy, solo tenemos tres horas y luego viene la presentación individual - hable mirándolos, mi mentor se apreció tomando haciendo junto a nosotros, Reus se atragantó al verlo - te cortaste el pelo.

- Te ves exquisito, querido - Mi mentor ignorar el comentario de Cornalius y comenzó a servirse.

- Si, alguien dijo que me veo sucio y descuidado - mire a otro lado cuando su vista se posó en mí.

De acuerdo, mi otra mentora tenía razón. Cyrus era guapo, varonil y claramente fuerte, tenía hombros anchos y hasta ahora noto su mandíbula ligeramente marcada, con razón las estilistas más grandes mueren por hablar con él.

- Ahora si te ves de tu edad - soltó Reus, pero se calló cuando mi mentor lo miro con molestia.

Todos guardan silencio y noto que no soy la única que a dicho algo.

- Te ves bien - suelto en un tono más bajo el me mira con sorpresa y Cornalius hace escándalo.

- ¿Ven que no soy el único que opina eso? - habla el hombrecillo con su usual acento marcado y una sonrisa que hace enojar a Syrus.

- Escuchen, tuve que mover algunas cosas, pero habrá una Hox allí adentro - eso pareció animar a mi compañero, miro a ambos con interés - también debe haber lanzas cortas y dagas, también hubo un ligero cambio de planes.

- ¿Qué? - me miro como si esperara esta reacción, suspira - no se manejar dagas, señor.

- Por eso tomaras las tres horas hoy practicando con ellas, quiero que vayas directamente a eso - lo mire con frustración y este soltó su pan para mirarme, parece más serio - es lo mismo que un cuchillo, Sara.

LightningWhere stories live. Discover now