Espada

55 8 2
                                    

- No pelen con los demás tributos, tendrán suficiente tiempo para eso en la arena - detrás de ella se proyectó una especie de imagen que conforme seguía hablando se aclaraba - Tenemos cuatro ejercicios obligatorios, el resto será entrenamiento individual.

Escuche a uno de los profesionales reírse un poco y eso me genero algo de inseguridad, intente sostener la mirada en la mujer que explicaba, pero me era casi imposible.

- Mi consejo es que no ignoren las habilidades de supervivencia, la mayoría de ustedes caerá por causas naturales - mire un segundo a Reus, que parecía realmente concentrado en las imágenes - Diez por ciento por infección, veinte por ciento por deshidratación. Para su mala suerte la exposición puede matar tan rápido como una espada.

Agarra aire y me obligue a volver a centrarme en la explicación, intentando no verme tan perdida como me sentía.

- Empezarán con combate cuerpo a cuerpo, luego pasarán a escalada, autodefensa y por último a reconocimiento de plantas venenosas - asentí, las primeras dos horas hicimos lo indicado. Nos arrastraron de un lado a otro e incluso los profesionales se vieron algo desubicados por la intensidad y velocidad de los entrenadores.

"Si ellos no pueden seguir el ritmo, yo voy a terminar desmayada"

Cuando me pasan al combate cuerpo a cuerpo me dedico esquivar algunos golpes y correr, pensé que no era nada destacable, pero para mi sorpresa mis entrenadores me llaman "escurridiza". Algo que parece ser bueno, porque una de ella incluso decidió hablarme dijo que quizás podría centrarme en ataques defensivos y me enseño un par.
En la escalada tarde un poco, pero complete con éxito la secuencia. Casi me doblo el tobillo y cuando casi me caigo Reus se sobre salto lo suficiente para que algunos ahora crean que somos amigos. Durante autodefensa fue más una charla para un grupo de diez de nosotros y en plantas venenosas termine fingiendo equivocarme dos veces para apagar una racha de doce respuestas correctas, miro a Reus con una sonrisa y el alza los dedos con orgullo.

- Adiós - el castaño paso junto a mi dirigiéndose por fin a los puestos que nos indicó nuestro mentor. Me despedí con la mano y busque con la vista a donde debía ir, entonces lo mire.

Camine en silencio hasta el puesto de lanzamientos, el instructor estaba mirando fascinado a la chica del cuatro lanzar cuchillos y darles a los blancos como si fuera lo más fácil del mundo. Trague saliva, pensando en lo que dijo Reus de parecer inexpertos.
Miro un poco las armas, los arcos perfectamente colocados, las lanzas alineadas por tamaño y los diversos juegos de cuchillo que parecían ser el arma más presente.

- Disculpe - él instructor se giró para verme, era alto y con cara dura. Me mira casi con molestia por interrumpirlo, la otra mujer ni siquiera se toma la molestia de mirarme - ¿usted explica cómo debemos tomar los cuchillos o solo se enfoca en lanzamiento?

El me miro con algo de desinterés, pero termino explicándome como tomarlos de manera correcta. También me explico cómo defenderme con ellos y no lastimarme en el intento.

- Para lanzar...

- ¿Tiene que ser como lo hizo la chica del cuatro o puedo no doblar todo el brazo? - él me miro con curiosidad por primera vez, como si por fin yo estuviera entendiendo.

- No tienes que hacerlo como ella, lo correcto es solo tomar impulso moviendo el torso y la muñeca - le doy la razón en silencio, me mira e intento apagar los nervios.

Asentí, mire la gran cantidad de cuchillos sobre la mesa. Lo mire esperando a que me diera permiso de tomar uno, asintió y hace una seña con la mano. Tome uno de mango corto y punta recta, mire unos segundos el maniquí frente a mí, posicionándome bien en la marca en el suelo y en un salto de fe lo lance.

LightningWhere stories live. Discover now