Aliados

37 5 0
                                    

N. Marc -

Me escondí detrás del árbol en silencio observando un poco a Sara, ella se quedó viendo un par de segundos la mochila de Reus a que estaba a sus pies.
Roge en silencio que continuara, me tenso esperando que no se pusiera mal de nuevo y simplemente se dejara morir, le prometí a Reus que ella llegaría a la final, conmigo o sin mí.

Mis sentimientos por Sara eran confusos, era tan joven como la menor de mis hermanas y tan terca como mi hermano mayor, sabía que cuando algo se metía en su cabeza nadie la sacaría de esa idea. A pesar de eso... tenía la esperanza de que continuará.

- Por favor, muévete - mi vista pasó a algo moviéndose entre los arbustos, entro un poco en pánico cuando veo a al chico pelirrojo que creo que es del dos mirando de lejos a mi compañera.

Estoy a punto de salir para gritarle a Sara que corra, pero ella se adelanta tomando sus cosas y saliendo casi corriendo en quién sabe qué dirección. Veo al chico salir mirando a la menor y cuando noto que van detrás de ella corro hasta el chico para tirarlo contra el suelo.

El impacto contra la tierra me atonta un poco, pero me obligo a hacer fuerza para sostenerlo.

- Estúpido recolector - grita pateando mi pierna, siento el ardor de la herida re aparecer y suelto un quejido.

Por el cielo y la tierra, no dejes que este maldito me mate. Se ríe antes de comenzar a golpear mi pecho con fuerza, regreso un par de golpes notando que tengo las de ganar, el chico estaba por lo menos cinco centímetros menos y como unos diez kilos por debajo de mi, pero suelta un golpe en mi frente que me obliga a echarme para atrás y me deja, sinceramente, algo atontado.

- Te veo - habla sonriéndome con intensidad antes de mirar de reojo a su compañera - Libya corazón, ve por la chica. Yo me quedo con él.

Siento mi cara arder y me obligo a intentar tomar más fuerza, por mi, por Sara, por la promesa que le hice a Reus.

- ¿Cómo murió tu compañerito? ¿Lo mataron o murió por su idiotez? - pateo su entrepierna logrando quitármelo de encima.

Me levanto como puedo y tomó a la chica de la parte de atrás de la chamarra, agarro fuerza y la jalo estrellándola contra el suelo. El chico se toma unos segundos antes de unirse al forcejeo entre los tres, siento al pelirrojo pasar sus manos por mi cuello y jalar haciendo una llave que me obliga a soltar a la chica mientras intento apartarme de él, la chica clava un cuchillo en mi cadera expuesta por la posición y suelto un jadeo.

- La niña bonita hubiera sido menos difícil - me comenta con ese tono burlón que escuche en las entrevistas - aunque si te matamos quizás nos den algún obsequio.

Eso último fue más un susurro, dejó caer mi cabeza y noto como se estrella con su nariz, me aparto sacando el machete con velocidad. Lanzó un par de golpes causando que la chica perdiera un dedo y que el chico ahora tuviera una herida en el tórax, pero ninguna parecía darme mucha ventaja.

Siento algo enterándose contra mis costillas y escucho algo crujir, entonces me dio cuenta de que no voy a salir vivo de esto. Si esto le da tiempo a Sara de correr, eso es más que suficiente para mi.

Forcejo y no dejo de soltar golpes en un absurdo intento de quitármelos de encima, tomo a la chica de la cadera y la estrelló contra el piso antes de ser tecleado por su compañero. Siento mi brazo golpear contra la tierra y las heridas de mi cuerpo sangrar con más intensidad, cierro los ojos un segundo.

- Buenas noches, grandote - se quita de encima de mi, abro los ojos y lo único que veo es la lanza acercarse, siento como se clava en mi garganta atravesando por completo el cuello.

Veo sangre saltar sobre el arma, siento como entro en pánico, pero en cuestión de segundos simplemente ya no siento nada.
Los escucho hablar y entre las lejanas voces logro percibir lo que me hizo sonreír un poco antes de simplemente desvanecerme.

- La maldita del cinco ya está muy lejos, déjasela a la del dos - se rieron, mire el cielo notando que me dejarían desangrarme lentamente, ya ni quiera intento escucharlos.

Las nubes parecieron cubrir el sol y por un segundo pude ver el azul del cielo, pensé en que Reus, que a diferencia de mi no pude ver nada. Si me encontraba con él en la otra vida, tendría que disculparme por dejarlo solo y por dejar ir tan fácilmente a su chica.

Mi querida Sara, porque tuviste que irte. Lamento no haber insistido un poco más, lamento haber tomado comida que te pertenecía, lamento pensar en algún momento en dejarlos ti y a Reus, lamento creer que no podrás llegar más lejos sin nosotros.

Siento que jalan mi mochila, supongo quitando el saco de dormir y antes de irse la chica regresa a mirar. Entonces no veo rastro de la chica que acaba de arrebatarme la vida, su cara estaba realmente desencajada y me miraba con pena, miro detrás de ella antes de sacar el arma. Susurro un lamento antes de ser llamada por su compañero, la sangre está vez si escurrió sin problemas, dejó de hacer fuerza con la espalda y me deje ir.

- Esta bien - abro de nuevo los ojos cuando escucho la voz de Sara junto a mí, quería decirle que debía correr. Pero ya no tenía voz, ni fuerza, ni vida para hacerlo.

Sé que no es real, no puedo sentir su tacto y ella nunca me hubiera mirado así, estaría intentando contener la sangre o regañándome por hacer algo tan estúpido, pero me permitió crees esta mentira unos segundos más.

- Vete tranquilo, estoy bien compañero.

Casi suelto un jadeo ante eso, por alguna razón esa palabra me hizo sentir ligeramente menos ajeno. Esta vez si cierro los ojos y antes de por fin ver la poca luz que me ofrece la oscuridad, veo la mano de Reus extendiéndose, la tomó sin dudarlo y por fin se termina, aún que sea se termina para mí.

 Esta vez si cierro los ojos y antes de por fin ver la poca luz que me ofrece la oscuridad, veo la mano de Reus extendiéndose, la tomó sin dudarlo y por fin se termina, aún que sea se termina para mí

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Extra 1 de 4

LightningWhere stories live. Discover now