Cabeza

52 6 6
                                    

Acomodo la mochila de nuevo, repasando una y otra vez mis cosas. Las primeras horas de noche comenzó a refrescar demasiado, yo agradecía al cielo el haber conseguido el saco de dormir. Que parecía casi térmico, mire la orilla de la calle intentando trazar un camino en donde no me expusiera mucho. Continuo los minutos en silencio, e incluso me atreví a ahuecar un poco el árbol para esconder algunas cosas allí cuando salí un poco a ver que había alrededor.
Durante el trascurso de la madrugada habían pasado solo dos cosas que me importaban, 1. No había conseguido ni una gota de agua que pudiera beber y 2. No hubo más cañones, lo cual significaba que no hubo más muertos.
Debo admitir que eso me causaba pánico y algo de alivio si es que tiene sentido, los profesionales seguían allí afuera, pero Reus también y eso era lo único que me tranquilizaba.

Día 2

Pensando en eso, durante la mañana antes de que el sol saliera por completo salí de los arbusto, ya había logrado enganchar el saco de dormir a la mochila y podía correr si era necesario.
Todo parecía demasiado quieto para mí gusto, había algo de viento a diferencia del día anterior y por alguna razón los rayos del sol se sentían mucho más fuertes de lo usual. Como si por la noche quisieran que nos dieran hipotermia y por el día nos deshidratáramos, sonrió de mala gana ante la idea de que ya quieren comenzar a generar más muertes. Era casi irónico, supongo que eso generaba más audiencia, ¿no?

Camine un par de cuadras mirando a todos lados con una paranoia increíble, trace mentalmente el camino de regreso, pero antes de decidirme a volver un par de golpes me obligaron a correr dentro de un edificio.
Estaba oscuro y muy destruido, el piso estaba plagado de musgo y algunas enredadera caían por las paredes interiores, entre de todos modos. Cuando noté que había algunos muebles comencé a esculcarlos con la mínima esperanza de encontrar agua, pero no había nada entre la madera vieja. Eso me desánimo bastante, pero tome un poco de musgo para cubrir las partes llamativas de mi mochila y saco de dormir.

"¿Reus tendrá comida o agua?" ¿Reus estará buscándome?

Me sobresalto cuando un par de ratas se abalanzan sobre mi mano, intento quitarla de un manotazo, pero la presion que ejercen hace que no se muevan, cuando siento que una está por sacar los colmillos estrello mi mano una y otra vez contra el concreto, hasta que veo sangre y un chillido viene acompañado de un peso menos en mi ante brazo, me aparta con velocidad notando los rasguños en todo mi brazo izquierdo. Arden y no tengo con que limpiarlos, de momento de milito a mirar el cajón vacío. Salí del lugar varias horas después por un par de ratas que al parecer querían vengar a su amigo, con tan solo una linterna rota que estaba debajo de un mueble di mi búsqueda por terminada temiendo que alguna llegara a morderme, si tenían rabia hasta allí llegaría así que me fui con resignación.

Por lo menos con la linterna podía buscar más a fondo en las secciones cerrados, si no había fuentes naturales de agua o comida estaban obligados a esconderla por todo el mapa, si no todos moriríamos en la primera semana.

"Tenían que darnos con que mantenernos vivos, ¿verdad?"

Me obligue a caminar un rato hasta que me sentí cansada, entre al primer edificio que encontré con la esperanza de que fuera estable y que no se derrumbada o algo así.
Me sorprendí a encontrar unas escaleras en buen estado detrás de una puerta, tome un palo de metal que estaba en el piso y comencé a subir en total silencio. Ya estaba empezando a sentir la sequedad de mi garganta alcanzado también mi lengua, a este paso me iba a deshidratar.
Decidí quedarme quieta un largo rato en un intento de retener líquido y no sudar, esa noche la pasé realmente mal entre los gritos que no parecía venir de ningún lado y mi repentino golpe de deshidratación, que yo misma me cause.

El frío aumenta en intensidad conforme el sol baja, que toda mi comida fuera seca y que no tenía algo con lo que realmente defenderme fue de las noches más pesadas de mi vida y apenas tenía dos noches en la arena, me abrazo intentando contener calor. Intentando pensar en que hacer mirando con inquietud la puerta unos escalones más arriba.

LightningTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang