Lightning

Sal

Día 4

Mire a Reus comer la carne seca que quedaba y tomar la botella despacio, supongo que quería alargar el proceso. Suspire mirando alrededor pensando en que podíamos hacer para conseguir más comida, seguir entre los edificios era una opción después de lo que pasó con el chico del cuatro.

- Gracias - dijo mirándome con pena, niego con amabilidad - Los profesionales se llevaron casi toda la comida y no alcance a guárdate algo, se que debí hacerlo.

- No debías, me e mantenido bien - hable tomando su mochila, me observo unos segundos- ¿Puedo ver que tienes?

- Lo mío es tuyo, chef - lo mire con reproche al usar el apodo que usaba nuestro mentor de veces en cuando.

"Que Reus fuera amable conmigo incluso en un entorno hecho de desesperación y pena, me generaba algo raro en el estómago"

Voltee su mochila dejando caer las cosas, tenía unos lentes de sol, un alambre enrollado, yodo, un cuchillo y una botella de un litro vacía. Por inercia volteé la mía comenzando a organizar lo que teníamos, por un segundo me sentía me sentí en casa. Organizando los suministros y objetos obtenidos después de la jornada de trabajo, cuando alce la vista y mire a Reus en lugar de Axel la realidad me golpeó un poco.

- ¿Qué haces? - pregunto mirándome acomodar las cosas, se acomoda para dejar su barbilla en mi hombro.

- Acomodo nuestras cosas, que más haría - hable haciendo una lista mental de lo que podíamos usar y que debía estar más a la mano.

Él sonrió por mis palabras y siguió peleando con la carne seca, por accidente toque mi torso. Sintiendo el relieve que marcaba donde había cuchillos guardados, saqué uno cuando cuidado.
Mire el objeto plateado en mi mano, esto era lo mejor que tenía en este momento, aparte de Reus.

- Vamos - hable tomando valentía, el castaño me miro unos segundos - conseguiremos algo decente que comer, vamos.

Le pase su mochila, hecho su cabello para atrás antes de mirarme. Por alguna razón me sentí ligeramente nerviosa, se veía atractivo incluso demacrado. Eso no debería ser posible, aparto la vista comenzando a bajar la escalera.

- Voy detrás de ti, bonita.

- Cállate, ya.

°•<<•~~~~~~~°•🗡•°~~~~~~~•>>•°

Mire la trampa en mis pies, a pesar de que hicimos un gran esfuerzo no parecía muy efectiva. Suspire mirando el cielo, tendríamos que movernos de zona si queríamos cazar algo, pero dejar la zona en la que e estado y nuestro pequeño escondite me daba terror.

"Piensa, piensa, no sabemos la posición precisa de los demás tributos"

- Podemos intentar ir a la zona de árboles detrás del río - hablo el castaño pasando su mano por mis hombros, quería llorar y decirle que me dejara en paz porque si seguía siendo agradable lloraría enfrente del todo el país.

Me moví un poco apartandolo con cuidado, suspira y asiento.

- Si, está bien - me levante antes de acercarme a recoger el alambre para poder reutilizarlo, Reus jugo un poco con su espada mientras miraba el cielo.

Hice lo mismo cuando se escucharon algunos cantos, los pájaros del día anterior seguían por aquí. La idea de cazar, cocinar y comer un pájaro no me parecía agradable, pero era la mejor idea que tenía en ese momento.

Me levanté guardando el alambre en mi chaqueta antes de meter mi mano al interior de esta y sacar uno de los cuchillos en silencio, Reus me miro con el ceño fruncido y yo señale la fuente del sonido. Asintió entendiendo mi intención, se hizo para atrás y yo comencé a buscar un objetivo fijo.

Detrás de un cable que caía desde el edificio de la luz hasta el suelo había un par de pájaros, cantando y moviendo la cabeza. Me acerque a paso lento y cuando creí poder enfocarnos correctamente lance el cuchillo, en cuestión de segundos uno de las dos aves se desplomo contra el suelo, sonreí.

- Siempre teniendo buena puntería- hablo el castaño sonriendo con intensidad, tomándome por los hombros un segundo.

Nos acercamos para tomar el animal, pero cuando llegamos a la una especie de chillido nos espantó. Me hecha pata atrás tomando el brazo de mi compañero, entonces mire varios pájaros bajar del cielo y quedar a nuestros pies, nos miramos mientras soltaban chillidos que me hacían sentir que mis tímpanos se romperían por la frecuencia.

- Son mutos - el castaño tomo el pájaro cazado de las patas y con la mano libre tomo mi muñeca antes de correr en quién sabe qué dirección.

Un pinchazo en mi brazo me hizo gritar, teníamos una horda de pájaros en nuestras espaldas. Los chillidos cada vez eran más robóticos y podía sentir algunos intentando pinchar mi espalda, incluso clavando sus agarra en la parte inferior de mis piernas.
Saque un cuchillo de mango largo y lastime a todos los que pude, estaba siendo guiada por mi compañeros así que no necesitaba clavar mi vista en algo que no fueron los animales.

Me gire mirando la espalda de Reus siendo rasgada por los picos creando varios huecos en sus camisetas dejando ver marcar rojas en su espalda. Con fuerza decapite a un par dejando libre a mi compañero, este soltó un quejido aliviado antes de que cayéramos por una especie de desnivel. Hasta que mis pies dieron con agua, me fui de cara contra el que creo que era el río. Sentí mi cara dar contra el agua y me obligue a cerrar los ojos, para que el agua no entrará en ellos, me obligo a sostener el aire hasta pataleando hacia arriba en busca de la superficie.

Salí a cómo pude mirando a los pájaros quedarse a la orilla del agua y a Reus a unos pasos más allá, gritaba al sentir el agua en sus heridas y yo note que los mutos se quedaban demasiado atrás, como si el agua no los dejara avanzar mucho más, quito el agua de mi cara antes de pensar en algo.
Mire el agua unos segundos antes de tomar vuelo y salpicarlos, a los que fueron mojados los vi retorcerse y soltar una especie chillidos más animal. Sus plumas prácticamente se cayeron y el resto de ellos regreso a donde debían estar, entre los edificios. Esta cosa si estaba envenenada o las plumas no salieron tan bien como los científicos querían, intento tomar aire y me desespero un poco cuando mis pies no tocan el suelo.

- No tragues agua - grito el castaño arrastrándose a la orilla, imite su acción intentando nadar aun que claramente no sabía hacerlo bien.

El sale intento despegar su camisa de las heridas, su cara esta roja y suelta quejidos ahogados por el ardo, tomo aire.
Lo mire salir por completo del agua mientras yo intentaba llegar a donde estaba él, me quite el agua de los ojos, la herida del ante brazo me ardía demasiado y en un momento de desesperación intente chupar la herida, sentí el agua en mi lengua. Escupo lo excedente y miro a Reus con seguridad, el casi me mira con pánico.

- No está envenenada, solo es agua salada - hable mirándolo, antes de permitirme sostenerme de la orilla para poder flotar bien, el niega.

- Pero el chico murió por...

- Exceso de sodio - hable aceptando su mano para que me ayudara a salir, me agarre de la orilla sintiendo la tierra deshacerse- Consumir mucha sal te puede matar.

- Pero eso prácticamente es suicidio - lo mira con pánico y le hago una seña para que se calle.

- No digas eso.