Capítulo 7: Afianzando vínculos

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La primera semana de septiembre se presentó con varias dificultades para James. La nueva labor de cuidar una cría de dragón peruano de raza cougartooth era más complicada de lo que imaginó, el primer problema que tuvo fue encontrar un lugar para cuidarlo en su casa, la cual era de dos pisos,pero con poco espacio.

A la pequeña criatura desde el inicio pareció gustarle mucho la habitación de James, y conseguir sacarla de ahí fue otro problema, ya que el chico sabía que Purrsuit pronto aprendería a escupir fuego. Al final consiguió que se quedara en la azotea, y después de tantos inconvenientes algo bueno surgió, el pequeño dragón se hacía visible solo ante la presencia de James, a quien veía como su padre. El pequeño Purrsuit aprendió a cazar ratones pequeños y palomas que se acercaban al techo de su nuevo dueño, lo que hizo de su alimentación un asunto menos del cual preocuparse; de todos modos James tuvo que adiestrarlo y eso le quitaba aún más tiempo que ayudar a Pearl.

La joven Pearl tuvo un gran progreso a nivel social en el colegio desde el último encuentro con James. Su padre se sorprendió de la facilidad que ella tenía ahora para hablar en español y cuando le dijo que había sido gracias a un chico del colegio, le pidió que lo llevara a su casa el fin de semana para conocerlo en el almuerzo, y de alguna manera agradecerle. El señor Johnson realmente se alegraba de que su hija hubiese hecho un amigo, aunque en el fondo hubiera preferido que se tratara de una chica, de todos modos si aquel chico le había enseñado a hablar en español en tan poco tiempo a su hija, era alguien que debía conocer. Por otro lado Pearl, quien le había asegurado a su padre que invitaría a James pronto, seguía molesta con el chico, porque desde su manera de ver la situación, James se había deshecho de ella, y aunque aún se preguntaba cómo podía haber conseguido que ella hablara en español solo mostrándole unos dibujos, durante todos esos días había decidido no hablarle bajo ninguna circunstancia. Cuando la chica empezó a participar en las clases, la atención del colegio se centró nuevamente en ella, asi que tuvo mucho cuidado en relacionarse con las personas adecuadas, no estaba interesada en ser popular así que trató en lo posible de mantener la distancia con ellos; conoció a Marjorie y a Vannesa, dos chicas que congeniaron muy rápido con Pearl, se hicieron amigas y ayudaron a que ella no pensara tanto en James. Gracias a sus dos nuevas amigas, tanto su tristeza como su frustración se desvaneció gradualmente.

Los chicos populares al sentirse ignorados y a la vez rechazados por Pearl, y al darse cuenta que había preferido la compañía de chicas a las que ellos consideraban inferiores por no ser de su grupo, decidieron que la joven merecía un castigo, y que sus nuevas amigas como daño colateral harían de su venganza algo aún más divertido.

James estuvo dedicando las noches a arreglar su ropa, toda la vestimenta que su madre le compraba era modificada por él, para que así le sea funcional y resistente ante la labor que debía realizar. Incluso agregó algunos artefactos adicionales. Ya en el viernes de la segunda semana de septiembre, James tenía sus trajes listos, y aunque el fin de semana lo dedicó a la cacería, prefirió esperar al lunes para estrenar su vestimenta.

El lunes llegó y fue un día muy entretenido para Pearl, quien estuvo junto a Marjorie y Vannesa; la primera hablando de algunos chicos que consideraba atractivos, la segunda escuchando las canciones de su discman, una mezcla de rock y baladas. Marjorie era delgada, y aunque no era tan alta como Pearl, cuando no estaban juntas parecía ser más alta de lo que era realmente. Su cabello era ondulado y de color chocolate, su piel bronceada y ojos de color miel, tenía la apariencia de alguien que recién despierta debido a su mirada adormilada.

Vannesa por el contrario tenía el cabello totalmente lacio y sedoso, de color negro azulado, siempre llevaba sus audífonos con ella, y su contextura era muy diferente a la de sus dos amigas. No tenía sobrepeso aunque ella se sentía así, su apariencia indicaba que en unos años sería una chica muy atractiva pero ya que no se daba cuenta de eso, a veces se deprimía, tenía sus ojos de color negro y una mirada demasiado inocente.

Las tres chicas salieron de clases conversando muy entretenidas, estaban haciendo planes para una pijamada el fin de semana en la casa de Pearl, entonces la chica posó su mirada sin querer en el árbol donde se reunía a conversar con James, se dio cuenta de que estaba esperando encontrarlo ahí, no pensaba hablarle, pero por alguna razón quería verlo.

—¿Sucede algo, Pearl? —dijo Marjorie
—¿Qué? No... nada. —respondió la chica, saliendo de su ensimismamiento.
—Te preguntaba si podíamos pedir pizza o pollo frito para la pijamada y te quedaste con la mirada perdida, como si tu mente no estuviera aquí -replicó Marjorie.
—Ah... Lo siento, ¿pizza o pollo? Creo que pizza, pero son mis invitadas, así que elijan ustedes.

—¿En qué pensabas? —le preguntó Marjorie con una mirada traviesa y una sonrisa ligeramente maliciosa, para luego voltear y observar tanto al árbol como sus alrededores —¿Es que había alguien allá?
—¿De qué estás hablando Mayu? —respondió Pearl sin mirarla, tratando de no sonreír por los nervios al ser descubierta y sintiendo que sus mejillas empezaban a enrojecer —solo estaba pensando en... los deberes para la próxima semana.
—¡No me mientas Pili! —dijo Marjorie un poco exaltada pero manteniendo la sonrisa en su rostro y señalando a Pearl con expresión acusadora, su mirada había dejado su usual adormecimiento —se trata de un chico ¿Verdad?¡Esa mirada es sin duda por un chico!
—¡Ya callate loca! —Gritó Pearl de manera amigable, ya no podía contener la risa, producto de los nervios, y sus mejillas habían tomado un tono rosáceo muy singular —Vani y yo sabemos que quien tiene un serio problema con los chicos eres tú, ¿No es así, Vani?¿Vani?¡Vanessa!
Vanessa estaba inmersa en la música que escuchaba a través de su reproductor de CD's hasta que escuchó la voz de Pearl como un susurro lejano, eso la hizo reaccionar y le permitió darse cuenta de algo que las otras dos chicas habían ignorado debido a su discusión.
No estaban solas.

**

James había optado por utilizar una nueva ruta para llegar a su casa y de esa manera aprovechar el camino para seguir encontrando mezclados que sean una amenaza. Debido a que conocía todas las calles de la ciudad, hacer ese trabajo era sencillo. Mientras caminaba ocurrió algo que llamó su atención, según el mapa mental que él poseía, aún no llegaba ni a la mitad del camino, además, la calle que observaba no era la correcta según su ubicación. Empezó a sentir presencias que no podía observar, se detuvo y miró a los alrededores, cambiando a varias frecuencias, consiguiendo ver algunas siluetas moviéndose y desapareciendo, hasta que vio a alguien acercándose. Era Pearl, o al menos eso era lo que el chico veía. Ella caminaba hacia él y todo alrededor perdía nitidez, al igual como sucede cuando se está en un sueño, James empezaba a olvidar poco a poco que las presencias seguían cerca, y solo le importaba acercarse a Pearl.
—Hola, que bueno encontrarte —dijo Pearl con una sonrisa amplia en el rostro —me perdí tratando de seguirte, quería saber dónde vivías, pero luego quise regresar y no recordaba el camino.
—Entiendo —respondió James con su voz ligeramente adormecida, su mirada estaba nublada, y por algún motivo lo que la chica le decía tenía sentido para él —entonces... vamos a mi casa.
—¿De verdad?¡Genial! Entonces vamos, te sigo —Pearl lo agarró de una mano y lo miró a los ojos -por cierto ¿Ya te había dicho que tienes unos ojos muy lindos?
Fue en ese momento, que James se dio cuenta de que algo no estaba bien.

Tanto Pearl como James estaban en aprietos, y al parecer, la suerte no estaba de su lado.

SoulSilver: Alma Virtual ©Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz