Capítulo 21: El padre pródigo

158 30 26
                                    

Una caja grande, llena de muchas partes para computadora, avanza por la calle, con un par de piernas largas. Las piernas son de James, quien regresa a su casa, luego de haber comprado todo lo que necesitaba. Las palabras de su padre le han dejado mucho para pensar. Al parecer, "esa" conexión seguía latente, y no era nada bueno. El antiguo recipiente de Lumox estaba alterando el orden natural de las cosas y eso podía ser muy peligroso a largo plazo, sin mencionar sus supuestos contactos y su trabajo en esa reciente compañía.

Los problemas sólo se acumulaban para James y él aún no resolvía ninguno. Debía mantener a salvo a Esmeralda, y considerar si debía dejar que la sucesión de eventos se encargue de Miguel, osea, dejar que se mate sólo. Había confiado algunos secretos con ella, sabiendo que no diría nada. Y es que la mejor manera de conocer a alguien, es en una buena pelea, y ella quizá había perdido la batalla, pero ganó su confianza. Ahora debía encontrar soluciones lo más pronto que pudiese. Lo que menos deseaba era que surgieran más problemas.

—Mientras no haya más problemas —James atrapa con la punta del zapato una pequeña placa que se cae de la caja y, de una pequeña patada, la regresa al interior —, creo que podré manejarlo.

—Lumox, tenemos un problema —Materializándose como un cúmulo de brillos dorados, Jazzmhael aparece al lado de James —, estás en peligro.

—... —El chico sólo suspira.

—¿Sucede algo?

—Nada... habla ahora que aún tengo tiempo, ¿Cuál es el problema?

—Un reciente pero poderoso enemigo estuvo infiltrado entre nosotros.

—Te refieres a ti y a los ángeles que me estaban cazando.

—Sí, te debemos una gran disculpa por eso.

—Que bueno que hayan acordado disculparse, ahora cuéntame más de ese enemigo suyo que me busca.

—Nos traicionó durante la guerra celestial, y estuvo oculto en el cielo todo este tiempo, convenciendo a otros ángeles de cambiar de bando.

—¿Y él fue quien dio las órdenes para que me capturen?

—Convenció a un ángel de rango alto para dar esa orden, él siempre estuvo oculto.

—Entonces estuvo moviendo los hilos desde las sombras.

—Hasta ahora; luego de que los descubriéramos, cazamos a los traidores y quisimos atraparlo, pero se escapó.

—¿Se escapó?

—Destruyó a cualquiera que se pusiera en su camino, para ser exactos.

—Se escucha peligroso.

—Lo es, y ha bajado a la tierra, sospechamos que te busca.

—¿Por qué tanto interés en mi?

—No lo sabemos, pero sugerimos que tengas cuidado, él es cientos de veces más poderoso que yo.

—¿Y qué se supone que haga si lo encuentro?

—Aún estoy unido al anillo, puedes invocarme por ese medio.

—Bien, entonces estaré alerta si aparece, aunque sugiero que vengas bien acompañado si eso sucede, considerando que eres cientos de veces más débil que ese ángel.

—Te mantendremos informado, Lumox.

—Ya te dije que soy James.

—Como digas, Lumox, me retiro.

—Espera, ¿Tiene nombre ese ángel?

—Abbatarión...

Jazzmhael desapareció en un parpadeo y James siguió avanzando. Para la suerte de ambos, la calle por la que avanzaron, conocida como La Costanera, solía no ser muy transitada. Habría sido muy raro para alguna persona ver a un tipo de más de dos metros, cubierto sólo de una vestimenta compuesta por telas doradas que brillaban mágicamente, caminar al lado de un niño, que cargaba partes de computadora, en una hora cercana a la noche. Pero eso no le preocupaba mucho a James, lo importante era solucionar cuanto antes alguno de los problemas que tenía, porque no era bueno que se sigan acumulando sin tener ninguno resuelto. Ahora, lastimosamente, la prioridad eran los problemas. Su computadora tendría que esperar.

SoulSilver: Alma Virtual ©Where stories live. Discover now