Capítulo 22: La pista particular

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Al día siguiente, llegada la noche, James entra a su casa, después de un día como el resto, o sea, nada normal. Su madre debió llegar mientras él estaba en el colegio, porque había una nota pegada en la puerta del refrigerador que decía «¡LEE EL PERIÓDICO!¡NO SALGAS DE CASA!», pero ella no estaba, debía haber ido al otro trabajo. En la mesa del comedor, el diario estaba abierto en la página que tenía la noticia principal.

"Ola de asesinatos imparable"

"La policía informa que, después de una exhaustiva búsqueda, sin pista alguna que rastrear, por fin consiguen cuerpos para identificar. Según sus testimonios, sospechan que el asesino serial podría haber cambiado su método, o también que, se trataría de un asesino totalmente diferente. Pero, debido a los extraños casos que están teniendo en los últimas víctimas que han encontrado, piensan que podría ser la primera opción. En cuanto a los cuerpos de las víctimas, los informes muestran un proceso sin precedentes de deshidratación y putrefacción, además de quemaduras que, pese a lo difícil de creer, tienen forma de mano. Los primeros desaparecidos no han sido encontrados, pero estas nuevas víctimas nos podrían acercar al asesino, y así, dar justicia por fin a tantas muertes sin resolver... "

La noticia cubría dos páginas enteras, pero James le dio un rápido vistazo para tener información suficiente. Había un asesino, y no era él. Los cuerpos lo demostraban, él los hacía desaparecer en el proceso de purificación. Se había vuelto hábil en eso, ahora podía alejarse algunos metros cuando la situación lo requería, como cuando estaba acompañado por alguien. Sin mencionar que podía hacer la purificación con cantidades mayores de cuerpos, de manera simultánea. Los asesinatos recientes eran obra de un ser inusual, eso era evidente, ahora su trabajo era descubrir quién y detenerlo antes de que erradicara a toda la población del Callao, y, quizás, de los otros distritos. El contador de problemas seguía subiendo y las soluciones brillaban por su ausencia. Esto estaba mal y parecía que se iba a poner peor.

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El padre de Pearl, además del disgusto por haber sido traicionado por sus socios y su orgullo afectado, no tenía nada más para quejarse. Las cifras locales subían y estaban por alcanzar las expectativas que tenían aún para dentro de dos años. A pesar de su recelo, todo parecía ir mejor de lo esperado. La compañía que los había absorbido hacía su trabajo muy bien, aunque eran muy reservados con el mismo. La distribución del suplemento mejorado inició casi al instante. Si Max Johnson fuese un poco más desconfiado, pensaría que habían tenido la producción lista, incluso, mucho antes de la adquisición. Pero, por el momento, tenía una familia que atender. Todos estos cambios lo habían distanciado un poco de su esposa y de su hija. Así que decidió hacer dos cosas. Primero, tenía planeado un pequeño viaje familiar durante el fin de semana, y segundo, para su pequeña Pearl, había comprado una espectacular laptop, la cual le debía de la navidad anterior.

Sí, no importaba si las cosas no estaban bien del todo, Max Johnson pensaba sacar provecho de cualquier beneficio que se presentara. Disfrutar cada momento al lado de sus seres amados era lo que siempre iba a importar. Siempre.

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James tenía algo grande a lo que debía enfrentarse en esta misión. Ya se había hecho costumbre de Ricardo enviar al chico a enfrentar a los enemigos que, inexplicablemente, eran atacados anteriormente y eliminaban a todos los hombres que el jefe de James enviaba. Cada vez que sus hombres no volvían, era trabajo del chico ir a ver qué había sucedido. Jorge lo acompañaba casi siempre. No todas las misiones eran difíciles o estaban relacionadas a las partes de la armadura que el chico buscaba, pero se ganaba algo de dinero por cumplirlas. En esta ocasión, sin embargo, todo indicaba que James iba a tener que esforzarse.

SoulSilver: Alma Virtual ©Where stories live. Discover now