Capítulo 14: Si parpadeas pierdes...

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Wow, mis ojos quieren salirse de órbita. Examiné cada rincón de esta pastelería y llevé mis manos a mis mejillas ante la emoción de sentirme como una damita de la realeza… esto me hace sentir como una princesa.

Comenzando por los pasteles que parecen una monada, en lugar de comerlos, me dan ganas de colocarlos en un altar de lo pulcro y bien decorados que se ven, luego está todo el lugar que tiene un estilo bastante, tiempo de castillos de princesas en tonos dorados que resaltan los colores neutros.

El área de consumo es…

Amiga, avanza que estás como idiota y Carter te está hablando.

Moví la cabeza de un lado al otro, recapitulando, se supone que solo pasaríamos por algo que fue petición de mi amigo a mi lado y de un momento a otro me encontré en Brookfield Place, formando fila para pedir pasteles y específicamente no quería nada
dulce por el momento.

¿A qué se debe mi cambio? Respuesta sencilla, frente a mí apareció la pareja de amigos, Samary y Henry. Definitivamente descubriré quien es a quien debo ayudar.

—Dijiste que no querías—agregó y mi cerebro volvió del trance.

—Sí, bueno, las personas somos indecisas y más yo—respondí al mantener la mirada al frente, necesito vigilarlos y no perderlos de vista. Tengo que concentrarme.

Me puse de puntillas para ojear mejor. —¿Quieres que te cargue?

—No—chillé al sentir sus manos en mis hombros—, lo siento, es que, quiero ver los pasteles—mentí, no puedo decirle que estoy espiando a la pareja porque soy Cupido.

—Eres muy impredecible.

—Sí, ya me lo han dicho—seguí poniéndome de puntillas, espiando y examinando con minuciosidad.

Malik Sallow… qué estará haciendo en este tiempo libre.

No me recuerdes muertos.

Resulta que el condenado, luego de besarme en contra de mi voluntad…

Te dejaste.

Como sea, salió huyendo y los días siguientes fingió que era invisible, durante todo lo que restó del semestre fue así. Los trabajos que teníamos pendientes en parejas, los enviaba con Daehyun y en los grupos de laboratorio siempre evadió mi mirada e incluso, el último día de clases se despidió de Yarah y Daehyun, quienes volvieron a sus países para pasar las vacaciones, ella a Chile y él a Corea.

—Xia…—regresé a la realidad y ya estamos por pedir, sin embargo, mi objetivo egresó del local, por lo que tomé a Carter del brazo, obligándolo a que me siga—pero, yo quería uno—susurró al dramatizar, estirando su brazo libre en dirección al local, como si estuviera siendo separado de lo más importante en su vida.

Lo hice acelerar el paso y Henry…

¿Qué se supone que está haciendo?

No tengo ni la menor idea.

—¿Debería decirle que esa escalera es para bajar y no para subir? —preguntó Carter al inclinarse hacia mí.

—Para eso está su amiga, ¿no es así?

—Más bien parece su novia.

—¿Por qué lo dices?

—Porque lo mira con cara de enamorada, a pesar que hace una tontería evidente—respondió y tiró de mí con suavidad, llevándome a la escalera mecánica, que sí son para ascender a la segunda planta.

Pronto, nuestros ojos se encontraron con los del pobre Henry, quien se percató de su error frente a su amiga y encima acaba de pasar la pena de su vida, ante el grupo de chicos de secundaria que lo graban y estoy muy segura que en poco tiempo se hará
viral. En este siglo 21, no se pueden hacer más de cuatro cosas sin que el mundo lo sepa.

Los pasillos tienen oídos/ Operación: CupidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora