Capítulo 34: ¿Por qué no puedo ser yo?

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Malik

Inhalé y exhalé muchas veces, intentando pensar en algo aburrido, en algo purificador para olvidar la calentura de hace un rato… Burbuja terminará volviéndome loco con esas jugadas que hace con esa mirada toda inocente.

Encima, luego de encender la hoguera, se marcha como si nada.

—Ay—exclamé—, esa mujer me tiene.

—Ya todos nos dimos cuenta—intervino Dae al sentarse a mi lado en el sofá de la habitación que se nos fue asignada con…

—Ustedes dos, dejen de ser tan flojos y vengan a ayudar—regañó Carter, con fastidio por tener que estar detrás de nosotros para que hagamos las actividades que nos corresponden—, será mejor que no tenga que venir por ustedes de nuevo—advirtió al salir.

—¿No había otro compañero? —siguió Dae.

Hace unos días, le pidieron a la representante de nuestra clase, o sea, Yarah, que reclutara a tres estudiantes a parte de ella para conseguir horas de labor social, y así ayudar a los estudiantes de ingeniería informática para un congreso que será en un hotel de lujo aquí en el centro de la ciudad y la condenada nos apuntó sin siquiera preguntar.

Entonces, eso no es lo peor de todo, sino que los estudiantes de derecho también están aquí y en esa línea entraron Carter y Scarlette… él quedó en nuestra habitación y ella en la de las chicas y me enteré hace un rato que se la ha pasado molestando a Xia, restregándole en la cara que según ella volverá conmigo y que no se enfile ni se haga ideas de tener una relación conmigo… si supiera que estamos saliendo.

—¿Deberíamos ir a ayudar? —siguió Dae—, no quiero ir, estoy en contra de mi voluntad en este sitio, además, la otra niña de derecho anda acosándome a cada rato y me la paso encendiendo el celular para que vea mi fondo de pantalla y ni le importa que tenga novia, dijo: no me molesta compartir.

Solté la risotada al ver su cara de indignación. —Un día de estos llamaré a Areum y le confirmaré que no tiene de que preocuparse, tiene al novio más fiel de todos los tiempos.

—Ella sabe que lo tiene…—hizo bailar a sus cejas y sonrió—y si apagamos los breaker de electricidad, no hay congreso para nadie y nos podemos ir—propuso al encogerse de hombros.

—Oye, tú no eras así, deja de juntarte conmigo, se te está pegando lo malo—bromeé—. Aunque, suena divertido y si apagamos las del salón de eventos, no, espera, a Yarah no le gusta la oscuridad, nos va a guindar.

—Esas dos están al revés, Yarah le tiene miedo a todo lo que tenga que ver de terror y Xia no, es irónico eso.

—Xia—elevé la voz—, mi novia está en el salón, me la voy a raptar otro ratito—me levanté al dirigirme a la puerta y luego miré en su dirección—. Llevamos poco tiempo, ¿es normal que quiera mudarme a vivir con ella?

—No puede ser, estás totalmente domado.

—Amarrado y todo lo que quieras, ya compré un apartamento y todo—seguí y se mofó al negar con gracia—, no te rías, esto es serio—chillé—, ¿cuándo sería idóneo presentarla a mi familia?

—Ay Dios, ¿sabes algo? Mejor vamos a seguir con las actividades—tiró de mi chaqueta y me hizo salir de la habitación, encaminándonos hacia ellas.

—Ya, pero en serio, ¿cuándo debería presentársela a mi madre? A Callum puedo presentársela cuando venga en navidad… ni siquiera he pensado una fecha y ya estoy nervioso, sé que mi mamá amará a Xia.

—Podrías hacerlo en navidad, cuando todos estén reunidos en tu casa, además, Xia dijo que no le gusta pasar tiempo con su madre, así que, podrías llevarla contigo para que tenga unas buenas fiestas de fin de año.

Los pasillos tienen oídos/ Operación: CupidoWhere stories live. Discover now