Los pasillos tienen oídos/ Operación: Cupido

Capítulo 54: 20 años

“Nuestra amada Taylor Green ha hallado el amor, lo más probable es que muchos estén llorando al otro lado de la pantalla, ¿no es así?” —comentó con gracia Anne Ferguson.

“Así es, como se ha estado especulando en internet, la cantautora ha encontrado al que parece ser su amor de vida, cortesía de Cupido. Desde aquella vez donde una propuesta de matrimonio fue organizada por el ángel de la guarda del amor, el corazón flechado ha estado rondando a nuestra chica favorita.”

Cambié el canal luego de dar “enviar” a un mensaje con instrucciones para un chico que desea salir de la zona de amigos. —“Taylor Green ha encontrado a su media naranja con ayuda de Cupido.”

Coloqué otro canal y no me creerás lo que sale.

Cupido, Cupido y todo gira entorno al ángel guardián del amor, del defensor de la armonía en la tierra.

“¿Quién es Cupido? Creo que todos desean conocerlo, necesitan saber su identidad y me uno a la moción, estoy por suplicarle que me ayude a hallar a mi media naranja luego de tantas relaciones fallidas.” —escupí el líquido que acababa de llevarme a la boca, Kamil Dixon quiere conocerme.

Niña, quiere conocer a Cupido para aliviar su roto corazón luego de lo de Briana.

—Si llegase a verlo y siento la punzada, entonces, cuándo rayos encontraré a su media naranja, puede que sea pronto, pero y si resulta ser Briana… nadie sabe donde está, puede que me quede durante años sin sentir las punzadas de nadie más hasta hallar el otro extremo de su hilo rojo.

¿En serio te lo estás planteando?

No todos los días los mortales normales nos levantamos con la oportunidad de conocer a nuestro actor favorito.

Una mortal normal no eres.

Pero que odiosa consciencia eres.

Pero que tonto cuerpo me tocó habitar.

¡Grosera!

No me grites que estoy sensible.

“Fantasy Viral se encuentra en la primera posición como la mejor agencia de este 2024, al parecer Cupido está subiendo en demasía sus números y hablando del rey del amor, ¿ya vieron su nueva publicación?”

Apagué la televisión y di enviar nuevamente en el chat de una chica, quien le llamó la atención a Mal con su historia ayer en la transmisión. Hablando del rey, se pavoneó por la sala, secando su cabello húmedo con una toalla mediana para luego dirigirse entre canturreos a la cocina.

—Mal—llamé y se asomó con un vaso de agua en manos—, vienes un momento ahora—pedí y asintió.

Estoy en su apartamento, porque ayer fue la transmisión y siempre las realizo en su morada, luego me dio flojera regresar a casa, así que, me quedé aquí.

Malik se aproximó a mí y sonreí al ver que tiene la toalla alrededor de su cuello, lancé el celular en alguna esquina del sofá y tiré de la toalla, logrando que se inclinara hacia mí. Observé sus ojos y sonreí de medio lado al verlo confundido por mi repentina acción.

—Creo que tenemos que ir a algún lado—susurró entrecortado con sus grandes ojos posados en mis labios.

—Y yo creo que eso puede esperar un rato—murmuré.

Se bajó un poco más, apoyando sus manos en el respaldar del sofá, su mirada depredadora me está comiendo telepáticamente los labios. —Solita vienes a mí.

Nuestras narices rozaron, está tanteando el terreno, está jugando con mi mente, se lanzó hacia mí, sus dientes atraparon mi labio inferior, tirando de este con lentitud hasta finalmente liberarlo.