Capítulo 42: Diana y Smiggle

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“De seguro le rogó para salir, es obvio que él no se fijaría en ella así de la nada”.

“Es tan simplona, de seguro Malik hizo una apuesta, es que, él es popular, adinerado, guapo e inteligente, ¿qué le puede ofrecer alguien como ella”.

“Su estatus social ascenderá con la relación, es astuta”.

Risas de hienas, murmuraciones y cotilleos sin piedad aturden mi cabeza y oídos. —¿Cuánto me cobras por la noche, preciosa? —el tipo me tomó del brazo luego de ser azuzado por sus amigas.

Este idiota, está atrasando mi llegada a clases.

—Suéltame—articulé al mirarlo con desprecio.

—Uh, la gatita de Sallow es rebelde—bajé la mirada a su mano y la tomé, presionándola con fuerza en los puntos débiles que me enseñó Carter—, ¡ah, eso duele! —chilló al quedar arrodillado frente a mí, con levedad levanté mi pie y lo encajé con brusquedad entre sus piernas.

—Que quede claro que, me tocaste primero—di un paso al frente y sus amigas cubrieron mi paso, provocando que el resto formara un círculo a mi alrededor.

—Te crees inmune por tu novio…—me dio un leve empujón.

Xia, tranquila, recuerda, eres amor y paz…

¿Amor y paz? A esta la vamos a freír.

Puse los ojos en blanco y me dispuse a avanzar, más continúan estorbando mi camino, bufé y las hice abrir la ruta al darles un empujón hacia los lados. —Ay lo siento—comencé con falsedad—, al parecer no las vi, creí que los botes de basura se colocan en las esquinas, no en el medio del pasillo.

“Ahora sí se nota que es novia de Malik”.

Avancé y me adentré en el aula, donde todos se quedaron en silencio, para luego chismear descaradamente sobre mí. Vengo fastidiada por haberme quedado toda la noche estudiando para una prueba y ellos andan con sus niñadas.

—Te atreviste a codiciar lo de Scarlette—inició una de las chicas de su sequito, una de las idiotas que pudo haber sido testigo de intento de homicidio en la fiesta de Dayana por parte de su abejita reina.

—Que yo sepa, Malik no es un objeto, es una persona que al igual que tú elige con quien se junta—di un paso al frente y se interpuso.

—¿Qué secreto tienes en su contra para que decidiera salir contigo? No eres la gran cosa, mejor dicho, no eres nada al lado de Scarlette.

Cerré mi palma, formando un puño, lista para estampárselo en la cara, más me detuve al escuchar un carraspeo proveniente de la entrada. Todos posamos la mirada hacia el inicio de la escalera y ahí está él, con las manos en los bolsillos, mostrándose relajado como siempre.

Descendió lentamente los escalones mientras muestra una sonrisita burlona. —Yo fui el que le pidió salir—confesó alto y claro al bajar otro escalón—, yo me confesé, pero, fui rechazado, yo le rogué por una oportunidad, porque me enamoré locamente—culminó al situarse frente a la secuaz lamebotas.

—Yo no…

—Si vas a correr la voz por toda la universidad, quiero que te grabes bien lo que vas a decir para que no haya problemas entre tú y yo—se inclinó hacia ella y esta retrocedió con temor—. Yo me enamoré de ella y le rogué que saliéramos, repítelo—demandó.

—Malik se enamoró primero de Xia y le rogó salir—susurró, con el ego no tan alzado.

Mal sacó su mano derecha de su bolsillo y lo llevó al hombro izquierdo de ella. —Buena niña, espero que no te cruces conmigo de nuevo, el de la esquina—el chico estrelló su celular contra el suelo—, tampoco exageres, solo quería que borraras el vídeo—o sea, los demás te tienen miedo y lo llamas así, este tonto.

Los pasillos tienen oídos/ Operación: CupidoWhere stories live. Discover now