Capítulo 46: El principio del cambio

1.3K 149 28
                                    

A partir del lunes, las clases en la universidad se volvieron un poco intensas, debido a algunos seguidores de Dove, quienes comenzaron a perseguir e idolatrar a Malik por defender a su ídolo en aquel evento, al menos a los pocos días se fueron calmando por petición de la misma celebridad, para evitar algún tipo de emparejamiento.

En otras noticias, estoy contenta porque acaban de condenar al idiota de Dylan, al menos ya no acosará a esa pobre chica, la tenía como un trapo tanto psicológicamente como físicamente, agradezco que Carter se haya hecho cargo al acompañarla durante esos días… se supone que el agente M y yo tendríamos que haber estado, pero, las cosas se pusieron un poco calientes el fin de semana.

¿Un poco calientes? Agradece que las casas contiguas no suelen ser habitadas en este tiempo, sino sus habitantes habrían escuchado semejante espectáculo todo el día.

Consciencia, esfúmate.

—En qué andas pensando que te sonrojaste y encima tienes una sonrisita que me dice que es algo pervertido.

Detuve mi caminar por el campus y lo miré. —En nada.

—¿En nada? Me parece que sí piensas en algo—despeinó su cabello con sensualidad y desvié los ojos de sus manos… esas peligrosas manos hacen cosas intensas y el verlas hace que mi cuerpo se sacuda.

—Pienso en… en, no te voy a decir—seguí avanzando y me alcanzó, pasó su mano por mi cintura, causando que mi pobre corazón diera un vuelco.

—¿Quieres ir a un lugar a solas para que escuches con atención tus pensamientos?

—¿Contigo?

—No, yo soy peligroso estando a solas… ¿quieres que vaya?

—No, alejado—lo señalé con mi dedo índice y mis ojos se desviaron detrás de él, hacia el otro lado de la calle, donde reconocí una cabellera castaña recogida de forma perfecta, ¿qué hace mi madre aquí?

Tiré de Malik y nos escondimos entre los arbustos del área verde, nos asomamos con disimulo. —Ese coche me parece familiar, es el carro de Scarlette.

—Es obvio que ella le dio el aviso a mi madre de que no estudio negocios, por eso vino hasta aquí a hacer escándalo, Jennifer no tenía la manera de enterarse cuando nunca me había puesto atención.

—No jugaba cuando lo dijo—murmuró.

—Todavía pensaste que te hizo ese espectáculo en la heladería por descargar su ira, ella viene por nuestras cabezas.

—Y yo le tumbaré la suya—solté un grito y rápidamente la mano de Malik se posó sobre mis labios para callarme y no delatarnos.

—De dónde saliste tú—le preguntó a Yarah, quien está a mi lado, sonriendo con perversidad hacia la barata Kang.

—La mala vibra de la barata Kang llegó a mi cerebro y los vi aquí, ocultos, ¿qué vamos a hacer para mandarla lejos de este país? Porque se me están ocurriendo un par de ideas.

—Y que lo digas—ahora es Malik quien iba a gritar, más Dae estampó su mano sobre la boca de su amigo—, tengo contactos, ¿quieren que sea un accidente o…?

—De qué hablan ustedes—preguntamos a la par.

—Tengo pensado encerrarla en un manicomio, me encanta esa idea, ¿qué opinan? —Yarah se va por los extremos y encima arrastra a Dae con ella, porque este está de acuerdo con su idea.

Posamos la mirada al frente y ahora Scarlette está conversando y riendo junto a mi madre. —Dos hienas juntas, sin ofender—agregó mi amiga.

—Tranquila, en serio, ella cae más para ser su hija—la barata Kang dejó una mochila en manos de mi madre y negué.

Los pasillos tienen oídos/ Operación: CupidoWhere stories live. Discover now