Capítulo 44: Influencia al corazón

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1 de marzo de 2024

Llevo meses intentando localizar a la famosa Dove Fairy, no obstante, según las averiguaciones de mis agentes, ella se dio de baja en esta universidad, nadie sabe el motivo, pero, sí se sabía que tenía tiempo de no asistir, encima, algunas de sus conocidas comentaron como que, ella siempre estaba preocupada mirando al celular.

No conforme con ello, comencé a seguirla con mi cuenta de Cupido, causando un alboroto al recibirla como seguidora y no sólo eso, sino que ahora mi cuenta está en los 2 millones de seguidores, qué alguien me explique… ¿cómo sucedió algo como esto?

Continuando, en los directos que hacía, la notaba cada vez más demacrada, no tenía buena pinta y ella culpaba a sus horarios, es más que evidente que el tal Dylan es el responsable.

Debido a esto, quería dejar como último recurso tener que asistir a esa fiesta de celebridades de internet, estaba con la cabeza grande, pensando en como colarme con los chicos, sin embargo, debido a mi aumento significativo de seguidores, una invitación fue enviada a mi mensaje directo en Instagram y ahora esa fiesta es una realidad muy cercana.

Al verla salir de su habitación de hotel, pasé y choqué sin querer con ella, quien se disculpó una infinidad de veces por estar distraída, aunque realmente fui la responsable.

—Tranquila, ¿te sientes bien? —pregunté al ver su piel pálida.

—Sí, estoy bi…—se derrumbó en el suelo.

—¡Ayuda! —grité y unos chicos del servicio acudieron.

Media hora después, la chica abrió sus ojos, donde sus iris avellanas resaltaron por la luz que entra por la ventana de la enfermería del hotel. Se reincorporó con lentitud y terminó tumbada de nueva cuenta en la cama, parece adolorida.

Examiné su brazo y noté cierto hematoma, fruncí el ceño al ver las marcas en su cuello, ella no está bien, ella necesita ayuda y urgente, sino terminará en los periódicos digitales.

—¿Qué hora es? —preguntó.

—Las 8 de la noche—respondí y se puso de pie de golpe, descompensándose por completo que terminó en el suelo—, debes descansar un poco.

—Tú no lo entiendes, debo disculparme por llegar tarde, él, él…—sus ojos se
cristalizaron.

—Tranquila.

—Lo lamento mucho, te hice perder tiempo en tu trabajo—balbuceó al mirar mi uniforme.

—Oh, no trabajo aquí, tomé prestado este uniforme—confesé y sus ojos me observan sin captar nada—, estoy aquí por ti, eres muy difícil de conseguir.

—¿Por mí?

Sonreí al ayudarla a ponerse de pie, la hice sentarse en la cama y me posicioné a su lado. —Sí, estoy aquí porque debo alejarte de esa persona que no es para ti, ahí afuera, dentro de unos años aparecerá—se creará el camino que debes seguir para tu verdadero amor.

—¿Y tú quién eres?

La puerta de enfermería se abrió, dejando a la vista a Carter, quien está agitado con mi mochila en manos. —Toma—tendió mi bolso y lo sostuve, consiguiendo el contrato de separación que, en lugar de tener detalles coloridos, tiene detalles violetas y negros.

—Y él, quién es.

—¡Dove! —la chica se levantó, alarmada.

—Oh, no te levantes, quédate tranquila que, tenemos a un astuto agente que se encarga de este tipo de situaciones—dije con calma, aunque, en realidad estoy preocupada por Malik.

Los pasillos tienen oídos/ Operación: CupidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora