Capítulo 41: Atención a todos, Malik Sallow tiene nueva novia

1.4K 173 30
                                    

Me crucé de brazos al ver a mis agentes, sentados en las bancas del parque, conversando de la vida y bebiendo una malteada de Starbucks como si no tuvieran una misión que completar.

—Vagos—musité al terminarme la bebida, dejando solamente los cubos de hielo—, Suni, no hagas ruido—pedí y mi canino me miró, comprendiendo.

Me acerqué a ellos y ni siquiera se percataron de mi presencia o mi sombra que se refleja, están muy concentrados, riéndose de los viejos tiempos como dos longevos.

Dejé el envase en el suelo y distribuí el hielo en ambas palmas de forma equitativa, me erguí y dejé caer los cubos de hielo dentro de sus suéteres, provocando que se levantaran entre chillidos e intentos por sacar la frialdad que aturde sus espaldas.

Una vez culminaron su espectáculo, me miraron. —Los mandé a averiguar algo, no a hacer vida social, ¿son amigos de nuevo?

—¡No! —corearon.

—Entonces, muevan esos traseros y sigan a Smiggle—los empujé a ambos y me tumbé en la banca junto a Suni—vayan—incité y se marcharon.

20 minutos, solamente veinte minutos y ya la cagaron, los valientes agentes pasaron corriendo, huyendo de una gallada de chicos que parecen ser amigos o conocidos de Smiggle. Me golpeé la frente y negué.

—¿Tenía necesidad de complicarme la vida? No, podía seguir solita, pero no, la niña dejó que le descubrieran el secreto. Suni—mi can ladró—, ¿vamos por un helado? —ladró y miró en dirección de los chicos, quienes siguen corriendo—, no te preocupes por ellos, vamos—cargué a mi cachorro para distraernos un rato en lo que ellos traen las noticias.

Luego de un ajetreado sábado por la mañana, el atardecer cayó y con ello, me asomé en la pieza de Yarah, quien está demasiado calladita. —Querida amiga, debemos salir ya, los chicos nos esperan afuera.

—Ya se está acabando.

—No necesito ver para saber que te faltan 15 capítulos, esa serie acabas de comenzarla—sonrió y parpadeó varias veces para convencerme de quedarme, más no puedo hacerlo, debo asistir al cumpleaños de Dayana para iniciar con mi plan.

Apagó su laptop y se levantó de la cama, se calzó y egresamos de su pieza. Nos observamos frente al espejo y nos fotografiamos sin parar, haciendo caras graciosas y riéndonos por los filtros.

Yarah sonrió hacia el espejo, sintiéndose bonita como dijo cuando fuimos de compras. Su vestido es lila, con tiras delgadas y tiene un escote bastante pronunciado que resalta su busto, además, es ceñido al cuerpo, remarcando su figura y en la parte baja de la falda, cuenta con una abertura del lado derecho que va desde su cadera hasta sus pies. Ese vestido, definitivamente gritaba, ¡Yarah, soy tuyo!

Por mi parte, porto un vestido rosa pastel con un escote no tan pronunciando en forma de corazón, con tiras semi anchas y caídas, es bastante ceñido al cuerpo, tipo sirena y me encanta porque, resalta demasiado la figura que no sabía que tenía, a partir de mis rodillas, la falda es un poco más suelta, dando holgura a mis piernas a la hora de caminar.

—Estás guapísima, Malik se va a morir cuando te vea, vamos rápido que quiero ver su reacción—tomó mi bolso y el suyo, y me ayudó a salir, porque no estoy acostumbrada a los tacones tan altos.

La temática es ir de rosa, lila, blanco o negro, además, en el lugar nos proporcionarán máscaras que serán nuestras nuevas invitaciones en el interior de la fiesta. Es demasiado protocolo para un cumpleaños.

Nos encaminamos fuera del dormitorio y en cuanto estuve por cruzar la puerta principal, me quedé rezagada… quiero regresar a mi pieza y ahora no podré poner de excusa a Suni, porque Mal se lo llevó a Kal, quien se ofreció a cuidarlo.

Los pasillos tienen oídos/ Operación: CupidoWhere stories live. Discover now