Scars

scars; 18

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—Adam, debería estar en casa...sabes como es mi mamá—murmuro con los dientes apretados mientras me empuja dentro de la habitación.

—Y yo debería estar follando con Scott—gruñe.

—¿Quién mierda es Scott?—chillo.

—¿Ves? necesitamos esto—apoya sus manos sobre sus caderas.

—Necesitar qué—frunzo el ceño mientras lo miro directo a los ojos.

—Una muy necesaria charla de chicas—alza sus cejas, río y él se acerca a mi enganchando su brazo con el mío, me lleva hasta su cama. Sé que debo ir al lado izquierdo de la cama porque a él le gusta el derecho.

—¿Y bien?—me acomodo y lo miro, mierda si Adam fuera hetero, en esté momento sería la chica más afortunada del mundo.

—¿No tienes nada que contarme?—entrecierra sus ojos hacia mi.

Hago un repaso mental de mis últimos días.

—Ehm...no.

—No me mientas, Alexa—usa su voz más aguda, imitando a mi mamá, río.

—Uhm...pensándolo bien, la semana pasada, según Ryan, intenté matarme por Dan—frunce el ceño.

—...Ese maldito...—suspira.

—Si, Ryan es...—me interrumpe enterrando sus dedos en mi brazo.

—No, idiota. ¡Dan!—grita, lo miro y su cara está roja.

—¿Dan?—junto mis cejas?

—Por las tetas de gaga—cierra sus ojos—, ¿aún no te lo dice?

—Adam, me estás asustando—murmuro.

Niega repetidas veces.

—¿La perra de Wanda tendrá trillizos?—escupó y él ríe.

—No, no es eso, pero si él aún no te lo ha dicho es por algo...Así que es mejor no hablar más sobre el tema.

Ahora soy yo la que frunce el ceño, pero respeto su desición.

—Hablemos de Scott...—Adam se sienta en la cama mientras cubre su rostro son ambas manos.

—Oh, Scott—fingé un orgasmo y río como subnormal.

Como amo a esté idiota adicto al sexo.

Me acuesto más cerca de él mientras escucho su historia. conoció a Scott en la farmacia, cuando compraba condones.

La puerta se abre dando paso a un Dan mojado, recién salido de una ducha y las gotas corriendo por su piel, lo único que lo cubría era una diminuta toalla en su cintura baja. Adam sigue con su historia sin notar la aparición de Dan en su habitación.

—¿Haz visto mi chaqueta de cuero?¿la negra?, no puedo encontrarla y enserio la necesito.

Adam se detiene, junta sus cejas y ambos lo observamos paseandose semi desnudo por la habitación. Dan sigue caminando buscando su chaqueta favorita, que olvidó en mi casa.

—Si se la llevo uno de tus compañeros sexuales, juro que te cuelgo de las bo...

Adam aclara su garganta interrumpiendo aproposito a Dan—, tengo una invitada, Dan.

Dan levanta la mirada del suelo y frunce el ceño, después de notarme junto a Adam me sonríe y se acerca a la cama.

—Alex, no esperaba verte aquí—le sonrío devuelta.

—Y ella tampoco esperaba verte así—ríe Adam.

Por dentro lo deseaba, créanme.