scars; 50

5.8K 284 20
                                    

                            

                                                     50

La mano de Dan se aprieta alrededor de la mía. Noto que la abuela no esta en casa al ver que su camioneta no está en su lugar habitual. Bien, eso nos daba más tiempo para prepararla de nosotros. Nosotros. Observo a Dan de reojo, es tan jodidamente hermoso, ugh.

—¿Ves algo que te guste?—dice con un lado de su boca elevándose, siento el rubor quemándo mis mejillas. Vuelvo mi mirada al frente, ignorando al idiota presumido junto a mi. Aún no me acostumbraba al nuevo Dan, no es que me queje de el nuevo, es sólo que mi antiguo Dan solía ser más tímido y reservado. Cuesta creer que yo lo convertí es éste bastardo dios griego idiota presumido. Mi bastardo dios griego idiota presumido. Mío—. Está bien que mires lo que es tuyo—dice contra mi oído, sonrío torpemente perdiendo por un momento el ritmo de mis pasos. Mierda, me sostengo del antebrazo de Dan, haciendo que la mayoría de mi enmarañado pelo caiga sobre mi rostro—. Cristo, Alexa, ¿estás bien?—mis ojos viajaron de mis pies hacia sus ojos, su mirada preocupada hizo que mis labios temblaran en una risa ahogada, di unos pasos hacia atrás al ver lo que tenía planeado hacer.

—Oh, no. No te atrevas, Dan Bennet—cruzé mis brazos sobre mi pecho en una inútil forma de protección, logrando que una irritante sonrisa tirará de sus labios.

—¿Qué vas a hacer para detenerme, eh?—se acerca empujando su pecho contra mis brazos, entrecierro mis ojos y miro hacia arriba para encontrarme con su mirada.

—Mi altura puede ser engañosa. Aléjate.

—¿Alejarme?—sus manos van hacia mi cintura y me atrae más cerca.

—¡Dan!—chillo, intentando ocultar mi sonrisa. Enfócate, Alex, tu misión aquí es huír de Dan.

—Shh...—sonríe, muerde mi barbilla y la risa desagradable que tanto odio salió a la luz., haciéndolo reír también a el. Sus dedos se movieron sin pleno aviso haciéndome cosquillas.

—¡Noooooo!—lo empujo intentando quitarme su pesado cuerpo de encima, obviamente no se mueve ni un centímetro.

—¡ALÉJATE JODIDAMENTE DE ELLA, IMBÉCIL!—los dedos de Dan se congelan en mi cintura, ambos nos giramos hacia la voz, encontrando a un pálido Maxxie sosteniendo un bate de béisbol—. Voy a romperte la puta cara si no te alejas de ella, niño bonito—gruñe Maxxie acercándose amenazadoramente a Dan.

—Maxxie, Maxxie, espera—me pongo en medio de los dos, observando detenidamente a Maxxie frente a mi, su tez pálida me hace sentir enferma, ha perdido peso y las ojeras bajo sus ojos son profundas, un sollozo escapa de mi boca—. Mierda, Maxxie—murmuro, dando pasos hacia él, me sonríe débilmente.

—Hey, chica—su brazo rodea mi cuello atrayéndome a su pecho, entierro mi cara ahí, dejando fluir mis lágrimas—. No llores. Estoy bien, enserio—besa la cima de mi cabeza, otro sollozo sale de mi provocando un temblor en mis hombros.

Dan se aclara la garganta desde algún lugar—...Estaré en la camioneta.

Maxxie desenvuelve su brazo a mi alrededor, dando un paso atrás—. Hombre, lo siento—ríe nerviosamente, Dan se detiene y le hace un asentimiento de chico con la cabeza antes de irse. Chicos, ellos se entienden, bah. Una vez solos, Maxxie alza sus cejas hacia mi—. Entonces, por una vez en tu vida, decidiste escuchar al viejo Maxxie—dice con voz distante. Río y golpeo su hombro con el mío, en realidad mi hombro le da a su brazo pero es un detalle.

—Siempre te escucho, Maxxie—entrelazo su brazo con el mío mientras deambulamos.

—Entonces, Dan y tú...—lo miro divertida, asiento, él sonríe—. ¡Ya era hora!, lamento ponerme como todo un padre protector hace un rato pero no sabía qué estaba pasando y desde mi punto de vista no se veía bien—hace una mueca.

—Creo que lo hiciste cagarse en los pantalones—murmuro bajo para que sólo él pueda oírme. La carcajada de Maxxie hace que hasta la parte más muerta de mi salte a la vida. Aprieto su brazo un poco para llamar su atención—. Ahora, ¿vas a decirme qué está mal?—su ceño se frunce, niega.

—Nada está mal, chica—sonríe, pero está no llega a sus ojos.

—Sabes que no eres bueno mintiendo, ¿verdad?—asiente, de a poco la sonrisa se va de su rostro.

—No viajaste hasta aquí dos horas para decirme que soy malo mintiendo—se detiene, metiendo sus manos en los bolsillos de sus jeans—. Dime lo que está pasando por tu cabeza hueca.

—¡Oye!—le doy un golpe a su brazo con mi puño, con eso aprenderá. Sus hombros se sacuden en una risa reprimida, ruedo los ojos—, ¡basta!

—Bien, si. Lo siento. Ibas a decirme porqué estás aquí—tomo aire, manteniéndolo un tiempo en mis pulmones.

—Necesito que me digas qué hacer con mi vida, Maxxie. Eres el único que sabe lo que es mejor para mi, y sinceramente no confío en mi misma. Tengo miedo de volver a caer en...bueno, tú sabes. Tengo miedo de perder a Dan otra vez. Él es completamente distinto pero eso no me hace quererlo menos, pero ¡agh!

—Está bien, está bien. Calma, chica—frota mis brazos con sus manos reconfortandome—. No soy nadie para decirte lo que debes hacer con tu vida—sonríe tristemente—, pero hay algo que si puedo decirte. Haz lo que te de la jodida gana. Haz lo que haga tu corazón feliz. Hazlo, Alexa. Si no lo haces ahora, te arrepentirás después—su mirada cae a nuestros pies—. Perdí mucho tiempo preocupándome por el futuro, pero, ¿qué es el futuro cuando no te ocupas del presente?—aprete mis labios y asentí como un perrito obediente. Maxxie me jaló hacia él y me abrazó fuerte—. Ahora ve por el hombre. Necesito tener una pequeña charla con él.

Beso su mejilla parándome en las puntas de mis pies, antes de alejarme lo observo—. Vas a estar bien, ¿cierto?—asiente—. Tienes mi número, no te pierdas, porfavor—hace una mueca y recuerdo—. Oh por dios, ¿aún no sabes cómo encender el celular que te dí?—reírse de Maxxie siempre era saludable. Reírnos juntos era mucho mejor.

Después de enseñarle rápidamente a Maxxie las cosas básicas que debe saber de su celular, volví a la camioneta y lo único que estaba a la vista eran las botas de Dan asomándose por la puerta del conductor. Me acerco tomándolo por las piernas¡JODIDA MIERDA!—el grito de Dan no es nada comparado con su cara, se quita los audífonos dejando una de sus manos sobre su corazón—. Mierda. Alex—gruñe, se levanta y tira de mi más cerca. Mi risa sólo empeoraba cuando repetía la cara de Dan en mi cabeza. Sus brazos envuelven mi cintura y a la vez su nariz acaricia mi cuello, la risa se detiene, temporalmente.

—Maxxie quiere verte—murmuro mientras acaricio su espalda.

—¿Le hablaste mal de mi, Alexa?—puedo oír la sonrisa en su voz, niego—. Entonces, ¿aclaraste las dudas de tu cabeza?—se aleja un poco y me mira a los ojos como si pudiera ver directamente a mi alma. Asiento, sonríe y besa la punta de mi nariz—.  Ya vuelvo, cuida a Betty por mi—se baja de la camioneta dándole un golpe duro a mi culo, pagará por eso más tarde. Betty, si, Betty, la camioneta de Dan. Vieja y oxidada por fuera, limpia y ordenada por dentro. Es imposible no amarla. Me siento en el asiento del conductor y observo a Dan caminar entre los árboles. Miento. Observo el culo de Dan moviéndose entre los árboles. Si, mucho mejor.

**Nota:

Holaaaaaaaaaaa, muchas gracias por leer, votar, comentar, eSPERAR. Sé que tardé más de lo normal en subir esté capítulo, pero aquí está Alexa Jenkins para ustedes, fieles lectores de Scars.

¡DISFRUTEN!¡L@S QUIER@, GRACIAS!

ScarsOnde as histórias ganham vida. Descobre agora