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Me estiro sobre la cama negándome a abrir los ojos. Escucho la voz de mi mamá, recordándome que estoy devuelta en casa. Genial. Escucho sus murmullos, debe estar hablando por teléfono, "clases", "perdida", "verano".

Ya sé a dónde va todo esto. Tengo más que claro que falté a muchas clases y baje mis calificaciones, pero no fue fácil estar ahí con toda la mierda pasando por mi cabeza. Creí que el maldito psicólogo arreglaría esto.

—¡Alex!, ya estás despierta—miro hacia la puerta para encontrarme con una mamá sonríente.

—Uhm, si.

—Hablaba con el señor Foxx, sobre tus clases de verano...—la sonrisa en su rostro se hacia más grande, al parecer era feliz arruinando mi verano. Ella podía seguir hablando todo el día sobre mi verano arruinado, pero yo había vuelto aquí con una misión, así que, de la forma más respetuosa posible, me levante de la cama y corrí al baño. Literalmente corrí, porque estoy casi segura que ella venía atrás de mi. Abrí la llave de la ducha sólo para distraer a mi demasiado sonriente mamá, así tendría más tiempo para pensar. Era dificíl pensar en la solución a mi problema. Necesitaba traer a Dan devuelta a mi vida, pero no sabía si él estaba dispuesto a volver a ella. Ya tenía suficiente de mi. Lo intentó y yo escapé, como siempre. Está vez necesitaba intentarlo, está vez era yo la que tenía que ser fuerte. Por los dos.

Entro a la ducha después de veinte minutos pensando, buscando una solución. El agua alivia mis ideas, siempre lo hizo. Creo que tengo que hacer lo que todos esperan que haga, volver a clases y ser normal. Ser normal.

—¿Alex?

Respira. Tranquila.

—¿Si?

—Llevas un tiempo ahí dentro, ¿todo está bien?

Perdí a mi mejor amigo por enamorarme de él, m i ex novio embarazó a mi archi enemiga, mi casi hermano está enfermo abandonado en una granja a la mierda del mundo, pero si—, estoy bien.

Sus pasos se alejan por el pasillo, pienso en cómo acercarme a Dan, lo más inteligente sería hablarlo primero con Adam, pero no estoy segura si él quiera verme. Agh, ¿de qué estoy hablando?, Adam es Adam, y no va a dejarme por cualquier estupidez que haga. Tengo que hablar con él. Pronto. Al salir de la ducha mi cabeza es un desastre. Dios, ¿en qué momento me metí en todo esto?, parece haber sido ayer cuando Dan me tiraba del pelo y Adam bailaba a nuestro alrededor algún disco nuevo de Britney Spears, mi noviazgo con Ryan recién empezaba y Wanda acechaba a Dan, mi Dan.

Mierda, quizás él ni siquiera me quería devuelta, no creo que me necesite tanto como lo necesito yo a él. Ugh, Alexa. Esto era lo que quería evitar. No quería llegar a depender de Dan como lo hice con Ryan. No podía dar ni un jodido paso sin Ryan tomando mi mano. Tan patética. Recuerdos del equipo de animadoras vuelven a mi, cuando lo dejé, por semanas las mismas chicas perras plásticas con las que hacía piruetas, ahora gobernadas por Wanda, me llamarón "patética", susurrándolo en los pasillos o dejando notas por donde pasaba. No me importaban, tenía a Ryan sosteniéndome y cuando él no estaba cerca, tenía a Dan y Adam protegiéndome de ellas. Sigo creyendo que fue así como Wanda se fijó en Dan.

Demasiado tiempo pensando no ayuda en nada, quiero decir, no me siento mejor después de pensar tanto.Termino de secar mi pelo rapidamente, me miro en el espejo, ¿esa soy yo?, lo primero que se me ocurre al verme ahí parada, con la cara apagada, los ojos cansados, el pelo algo (muy) desordenado, es patética. Odio verme de esa forma, pero es la única manera en la que mi cabeza puede verme, y por el momento, estoy bien con eso.

Allá vamos. Abro la puerta lentamente vigilando mis lados, no hay señales de mamá. Perfecto.

—Alex, ¿vas a salir?

Mierda. Piensa en una excusa creíble, piensa, piensa, piensa.

—Uh...Comida— ¡No!

—¿Comida?

—Eh..Si, Adam me invitó a comer...entonces...—piensa, piensa, piensa, piensa—...iba a su casa ahora mismo.

Mamá sonríe—, siempre me gustó ese chico, ¿sabes?, siempre tan educado y bien vestido. Es un buen partido, Alexa, y si te invita a comer..—mueve sus cejas repetidas veces

¿Adam?¿un buen partido?, claro. Ahora entiendo porque mamá terminó con un idiota como mi papá. Já.

Intento reprimir mis ganas de reír en la cara de mi pobre mamá, me despido y camino hacia la casa de los Bennet. Las calles no han cambiado en nada,  y no creo que mis vecinos hayan notado que desaparecí por un tiempo. Meto mis manos dentro de los bolsillos de mi chaqueta, el viento mueve mi pelo en diferentes direcciones, eso quiere decir que cuando el viento decida dejar de jugar con mi pelo, seré una nueva alex, una alex con un peinado afro. Espero que a Dan le guste. Las calles se vuelven más familiares, me acerco a su casa y los nervios se hacen más fuertes. Debería volver a casa. Sólo voy a perder el tiempo. Él está bien sin mi. Mi cabeza me está pidiendo que retroceda y vuelva a casa, con mamá  a comer galletas, pero mis pies están pegados al suelo, frente a la puerta de la casa de los Bennet. Imagino que la puerta se abre y Dan camina hacia mi, me abraza y susurra que todo estará bien. Niego con la cabeza varias veces intentando sacar esa imagen de mi cabeza. No va a pasar, Alex, vuelve a casa.

—¿Alex?—una voz suave y familiar se acerca a mi, mantengo mis ojos en el suelo, no quiero enfrentarme a lo que sea que está pasando—, ¿Alex?—una mano pequeña toma la mía, sonrío un poco mientras mis ojos se llenan de lágrimas. No voy a llorar, es sólo una pequeña humedad.

—Hola Adam—murmuro, con el dorso de mi otra mano limpio mis ojos.

—Dios, estás aquí, no puedo creerlo—me abraza apretándome contra él, cierro mis ojos. Estoy en casa.

**nota:

Intenté hacer esté capítulo más largo, hace tiempo me estaban pidiendo que lo hiciera y bueno, espero que les guste. Muchas gracias por leer y tener tanta paciencia.

—Cata.

ScarsWhere stories live. Discover now