scars; 32

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Ya casi estamos llegando al campo de la abuela, y papá no ha dicho nada molesto, es realmente preocupante que no me haya gritado por estar respirando mal o algo así.

El sol ya se escondió y mis ojos comienzan a cerrarse. Es difícil mantenerlos abiertos con Birdy cantándome "terrible love" vía audífonos. Amo la voz de está mujer, pero me relaja a tal punto que soy capaz de...dormirme....

                                                       *          *        *         *          *                

 Abro los ojos algo aturdida, está todo muy oscuro. No sé dónde estoy, qué día es o quién me está cargando.

¿ALGUIEN ME ESTÁ CARGANDO?

¿y si me desmaye?, observo a mi alrededor, sólo veo árboles y tierra, además de el olor a mierda de caballo. Intento soltarme de quien sea que me esté cargando, pero sólo logro que su agarre a mi alrededor se haga más fuerte.

—Ya puedes bajarla, creo que está despierta—murmura una voz conocida.

El extraño que me estaba cargando, me baja con excesivo cuidando, dejando caer con suma delicadeza mis pies en el suelo.

Al encontrarme con su mirada miles de recuerdos de mi infancia vuelven a mi.

—MAXXIEEEEEEE—chillo lanzándome sobre él, lo abrazo con toda la fuerza que me queda.

Ya recuerdo dónde estoy, y también recuerdo porqué estoy aquí.

El campo de la abuela, cómo pude olvidar ese inconfundible olor a mierda de caballo. Y Maxxie, eramos casi hermanos cuando pequeños.

Mi familia y yo veníamos a pasar las vacaciones con la abuela, y la familia de Maxxie trabajaba aquí. Así lo conocí. Él me enseñó a nadar, a montar a caballo, a atrapar mariposas.

Sus ojos siguen igual de oscuros, incluso creo que aún más de lo que recordaba. Su sonrisa torcida me recuerda a ese pequeño salvaje que se escondía entre las flores junto a mi para atrapar mariposas.

—Alex—mis pies ya no están tocando el suelo, mierda, cuando ha crecido—, mírate, estás toda vieja y arruinada—sonrío y le muestro mi lengua.

—Tú no estás tan mal para tener noventa años.

Reímos.

Es agradable estar aquí.

Mi celular vibra en mi bolsillo, lo miro de reojo, es Adam.

Un nuevo comienzo, Alex. Recuérdalo.

—¡Mira cuánto haz crecido!—grita la abuela mientras se acerca a mi con los brazos abiertos, le sonrío. Apago mi celular y abrazo a mi abuela.

Tiene el olor a esas flores en las que Maxxie me enseñó a atrapar mariposas, impregnado en la piel. Me siento cómoda, en casa.

Siempre me sentí más cómoda aquí. 

Nunca tuve que fingir nada, ni ocultar quién soy.

Ellos me aman por lo que soy.

Y eso es lo que estoy buscando.

Un nuevo comienzo, un lugar donde empezar de nuevo.

**nota:

Gracias por los comentarios, nuevamente :), puedo ver que me están pidiendo más y que haga los capítulos más largos, pero les pido porfavor, paciencia, ya que odio hacer las cosas presionada,  no es fácil escribir cuando no estás inspirada. Espero que me entiendan :(.

Intentaré hacer los próximos capítulos más largos. Muchas gracias por leer, a los antiguos y nuevos lectores, son vida<3.

ScarsWhere stories live. Discover now