Scars; 51

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Observo a Dan, (el culo de Dan), hasta que desaparece entre los árboles. Me moría de ganas de seguirlo y oír a escondidas su conversación con Maxxie, pero no, en su lugar, me quedo con Betty y el celular abandonado de Dan suplicándome que lo tome y revise todos los mensajes y llamadas sospechosas, mis manos pican por tomarlo. Control, Alexa, control. Bien, no creo que le moleste si le echo un vistazo a su música, presiono aleatorio mientras pongo los audífonos en mis oídos. Dejo volar mis pensamientos y me llevan directo a mis miedos y dudas. Maldición. Él fácilmente podría dejarme por una chica como Allison, ella es hermosa y no tiene cicatrices. Ella vive, ella es feliz, él merece todo eso en una mujer, eso y mucho más, siento las lágrimas picando detrás de mis ojos y los cierro para no dejarlas caer, ¿mencioné que odio llorar?, una voz suave comienza acompañada de un piano que me dice "you're the closest to heaven that i'll ever be", pienso en Dan y su sonrisa, en sus ojos y el aro en su nariz. Poco a poco mis inseguridades se disipan, siento el viento fresco acariciar mi piel provocando un escalofrío, aprieto mis ojos y me concentro en la voz suave de Kellin Quinn, tal vez Dan podría estar en una banda.

Sonrío ante la idea. La sonrisa desparece cuando mi mente imagina a Allison junto a Dan en el escenario con su banda de rock. Estúpida imaginación. Estúpida Allison. Estúpido Dan. No sé si creer que ellos son sólo amigos, porque vamos, ella es demasiado hermosa como para ocupar el lugar de "sólo amigos". Lo que si sé es que no la quiero cerca de Dan. Ugh, nunca estuve tan celosa de alguien que ni siquiera me pertenece. Mi nariz se arruga de disgusto. Dan es mío. Mío, ¿verdad?, maldita sea mi inseguridad. Caricias suaves tocan mi antebrazo izquierdo justo donde se encuentran mis cicatrices, tan suave que es casi inexistente, como la brisa tibia chocando  contra mi rostro. Un suave beso es dejado en mi mejilla, algo está mal. El viento no puede besar, mucho menos acariciar mis feas cicatrices. Abro mis ojos, mis párpados aletean tratando de fijarse en la figura frente a mi. Dan sonríe hacia mi, su mano acunando mi mejilla.

—Creí que dormías—susurra quitando uno de los audífonos, niego fijándome en su mano cubriendo mi pasado.

—Sólo pensaba—mi voz ronca por el desuso, asiente observándome.

—¿Puedo preguntar sobre qué pensabas?—sonríe torcidamente y quiero besarlo tanto, tanto, tanto.

—Nada importante—mi sonrisa es forzada, él parece no notarlo, empujo su celular contra su pecho, baja la mirada y su mandíbula se tensa.

—¿Alguien llamó mientras no estaba?—niego mientras bajo de la camioneta, estiro mis piernas—, ¿Alexa?—sus cejas se alzan y camina en mi dirección. Dan aléjate, porfavor, sólo aléjate, porque si vienes y me tocas ahora mismo, nunca te dejaré ir y tendrás que conformarte con la mierda andante que soy. Cierro mis ojos deseando con todas mis fuerzas que se aleje y se enamoré de Allison, que vea el monstruo que soy. Sus manos enmarcan mi rostro y me atrae hacia el calor de su cuerpo. Me eligió. A mi, no a Allison. Las lágrimas vuelven a amenazar con salir—. Oye, oye, mírame—susurra, abro mis ojos y las lágrimas que retenían caen, sus cejas se juntan y le doy una sonrisa acuosa—, mierda, ¿hice algo mal?—sus pulgares limpían mis mejillas mojadas, niego y acaricio sus labios con los míos.

—Todo está bien—susurro contra sus labios—. Es sólo que acabo de darme cuenta de algo que me hace realmente feliz—río y lo atraigo más cerca.

—Hmm—su pecho tiembla mientras habla, apoyo mi cabeza más cerca—, ¿te diste cuenta que soy malditamente guapo?—mi risa sale amortiguada contra su camiseta.

—¿Qué tipo de novio se dice a si mismo "malditamente guapo"?—el silencio llega en respuesta y entro en pánico al darme cuenta de lo que acabo de decir. Mierda, Alexa, si que sabes como arruinar un momento—...er...Quiero decir—Dan lleva sus dedos a mi barbilla inclinando mi cabeza hacia arriba, obligada a encontrarme con el rechazo, asco, diversión en su rostro, mi labio comienza a temblar, lo muerdo y me encuentro con sus ojos. Contengo el aire que hay en mis pulmones porque santo infierno, lo que se encuentra en sus ojos es amor.

—Me estaba volviendo jodidamente loco esperando que lo dijeras—gruñe besando mis labios una y otra vez.

—Tú también podías decirlo, idiota—gruño contra sus labios, gime en respuesta, sus brazos rodean mi cintura tirándome más cerca.

—No quería asustarte apresurando...esto—besa la esquina de mi labio.

—¿Esto?—digo sin aliento. Control, alexa, control. Asiente y besa la punta de mi nariz.

—Esto, nosotros, Alexa. 

Nosotros—digo saboreando la palabra, decido que me gusta. Ríe y vuelve a besarme—. Entonces, ¿somos novio y novia?—espero que no se note mucho en mis ojos la esperanza.

—Jesús, nena, me encantas pero me estás matando, ¿mis besos desactivaron algo en tu cerebro?—lo pellizco en el abdomen con más fuerza de la necesaria—. ¡Ay!, está bien, está bien—ríe y vuelve a besarme en el rostro—. Si, somos novio y novia—masajea mi cuello con sus dedos, un sonido de satisfacción sale de mis labios, la mandíbula de Dan se contrae—. Yo soy tuyo. Y tú, Alexa Jenkins, por fin, si, por fin, eres mía.

                                   

**Nota: 

Hola :-(, acabo de re escribir este capítulo desde mi cuaderno de matemáticas a aquí, si, las inecuaciones no son muy divertidas. No sé si algunas de ustedes sabrán, pero estoy en mi último año y realmente se me hace difícil encontrar tiempo para escribir o subir un capítulo, tengo tantas mierdas que hacer, perdón, cosas que hacer, pero no se preocupen, aquí está Dan y Alexa para ustedes. He estado escribiendo otras cosas que me llegan de la nada (también en matemáticas), y están bastante bien, por ahora, creo que podría compartirlo con ustedes, si quieren. Siempre estoy dejando mensajes en mi perfil, para que vean que pienso en ustedes u_u, bueno, disfruten la lectura niñas/os, las quiero, gracias por la paciencia, gracias, enserio, gracias, y tienen todo el derecho a odiarme, chau chau. Y aAAaAAahhHHhhHHHHHH DAN TE AMOdio. 

ScarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora