Scars

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La ventana, tengo que asegurar la maldita ventana. Con la conversación de Ryan en mi cabeza se me hacía cada vez más difícil centrarme en la tarea de historia, de todas formas no pensaba hacerla. Y tengo que asegurar la ventana. Oígo la puerta principal cerrarse acompañada de risas y sonidos de muebles golpeados, ¿Ryan volvió por más?, porfavor no.

—¿Hola?—armada con mi almohada salí en busca del ladrón. Si, bien pensado, Alexa. Las risas se escuchaban en la habitación de mamá. Es un ladrón pervertido, ew. El olor a alcohol inunda la habitación y mi estomago se revuelve en respuesta. Estiro mi mano hacia la pared en busca del interruptor de la luz, la risa borracha de alguien es acompañada de un gruñido casi animal, puedo sentir mi cara arrugarse de disgusto. Encuentro el interruptor, la luz se enciende y dejo caer mi almohada—. ¿Mamá?—mis ojos viajan de las manos en mi mamá en el pecho del desconocido con la camisa atrapada en su cabeza, esto no podría ir peor.

—Alexa, puedo explicarlo—balbucea mamá con la neblina en sus ojos haciéndose más evidente, el desconocido se tensa aún con la camisa atrapada en su cabeza—. Er-....—hipa y ríe dejándose caer en la cama, ruedo los ojos y espero que el desconocido quite la camisa de su cabeza.

—Woah, woah, woah. Alto ahí—papá deja caer su camisa derrotado al suelo, sus ojos no encuentran los míos y creo que es mejor así—. Espero que tu nueva esposa esté al tanto de esto—su mandíbula se tensa, doy un paso más cerca de el y apuñalo su pecho con mi dedo indice—. Ella no necesita que le hagas daño otra vez, ¿oíste?—asiente, sus ojos van a la cama con mamá balbuceando cosas que no soy capaz de entender—. Y creo que yo no necesito decirte que usen protección—escupo dirigiéndome devuelta a la puerta, no puedo creerlo—. Estaré fuera y cuando vuelva...Porfavor, no estés aquí.

Genial. Mis padres están follando a escondidas de mi tía, la historia vuelve a repetirse, ¿qué están haciendo?. Jodido infierno, acabo de deshacerme de Ryan y ahora esto. Espero que al salir por la puerta no haya acabado el mundo conmigo. Ahora, podría llamar a Adam y hacer algo, pero ahora está con esté chico, Roman, creo, y es algo totalmente serio, con cenas familiares y todo. Estoy algo celosa lo admito. ¿Y Dan?, ahora que lo pienso nunca hemos andado de novios en público, desde que dejamos la granja de la abuela me ha estado evitando. Mierda. La rubia platinada frente a mi de inmediato se da cuenta de quién soy y se detiene. Perfecto. Allison, mi persona favorita.

—¡Alexa, espera, porfavor!—la súplica en su voz casi me hace detenerme, pero no, decido ignorarla y seguir mi paso rápido y seguro. Sus pasos me siguen, va a seguirme hasta que me detenga, perra estúpida. Me detengo y espero—. Alex—su alivio se nota en sus facciones y quiero escupirle en la cara. Si Ryan dice haber visto a Dan con una cualquiera, Allison es mi sospechosa número uno. Frunzo el ceño cruzando mis brazos sobre mi pecho. No. Va. A. Romperme—. Yo..uh, no sé cómo decir esto, pero...—la detengo poniendo mi mano en frente de nosotras.

—No tienes nada que explicar. Lo entiendo, sólo hubiera preferido que Dan no jugará conmigo, eso es todo. 

Ahora ella frunce el ceño, niega y abre la boca para volver a cerrarla. Lo sabía. Vuelvo a caminar está vez más lento. No esperaba que fuera Dan Bennet el chico que rompiera mi corazón. Tampoco esperaba que fuera él mi primer amor. Recuerdo cuando creí que Ryan había roto mi corazón, no se siente nada como esto, nada. Es como si metieran la mano dentro de tu pecho y aplastaran tu corazón hasta convertirlo en nada. Porque eso siento, nada. Quizás perdí la capacidad de sentir, o la capacidad de llorar. Debería estar histérica y gritando por el dolor en mi corazón, pero el color de las nubes parece más interesante. Sonrío. Estoy jodida. 

Cuando siento el ardor en mis piernas me detengo y miro a mi alrededor. Llegué al centro de la ciudad sólo caminando, casi tres kilómetros. Bien. Me siento al borde de la calle y espero. ¿Esperar qué?, no sé, que la vida cambie, que las nubes cambien, que mis padres cambien, que yo cambie. Me gustaría ser una nube, las nubes no tienen que hacer tareas aburridas de historia. Si. Completamente jodida. Me levanto y vuelvo a caminar cuando veo la camioneta de Dan venir hacia mi, ¿cómo...Allison. Esa perra. Apresuro mis pasos, pero sé que no voy perderlo.

—Sube ese lindo culo aquí, ahora—me detengo y lo miro sobre mi hombro, ¿acaba de ordenarme subir a Betty después  de decir que mi culo es lindo?,¿debería golpearlo o besarlo?, niego y sigo caminando. Ser una nube sería mucho menos complicado. Oigo la puerta abrirse y cerrarse de golpe y sé que en cualquier momento Dan estará aquí con su testosterona intentando seducirme. Oh no va a funcionar testosterona.

—Escucha, Dan, no quiero pelear, no voy a...—su brazo va alrededor de mi cintura, deteniéndome, cierro mis ojos y espero que desaparezca. Muy madura, Alexa, muy madura.

—No vamos a pelear—murmura en mi pelo y con eso ya puedo sentir todas mis defensas caer. Su mano se desliza de mi cintura hasta mi brazo, me atrae más cerca, sus labios apenas rozando los míos, quiero gritar, ¡BÉSAME!—, vamos a hablar—sonríe en mis labios, gruño, me alejo y espero. Sabía que iba a venir esto—. Así que, éste tipo me llamó y me recordó el hijo de puta afortunado que soy, y también me dijo, que si yo no hacía algo, él iba a hacerlo y, nena, eso realmente me hizo enojar—su pulgar acaricia mi labio inferior, lo muerdo y frunzo el ceño, deja salir un silbido mientras se acerca más a mi—. Lamento haber desaparecido todo este tiempo, sólo intentaba protegerte de Ryan y de todas formas te encontró, sabes defenderte bien, por cierto—sonríe.

—Quizás él nunca quiso lastimarme—gruño dando un paso atrás. Niega volviendo a tomar mi brazo tirándome más cerca—. Quizá eras tú el que quería lastimarme—al momento que las palabras salen de mi boca me arrepiento de decirlas, la mirada de dolor en los ojos de Dan lo dice todo. Los cierra por un momento y cuando vuelve a abrirlos el dolor fue reemplazado con ira.

—No vuelvas a decir eso—su mano sube hacia mi mandíbula y acaricia mi cuello con su pulgar—. No—niega y ahora sus dos manos sostienen mi rostro, tanto dolor en sus ojos—. Nunca te lastimaría, Alexa—murmura mirando a mis ojos. Asiento cuando siento mi labio temblar, oh no—. Te amo, tonta—sonríe y besa mis labios una y otra vez.

Oh no.

**Nota: ¿vieron?, les dije que me siento buena gente hoy, jaj, dispárenme. Disfruten el puto capítulo, ódienme. Cuídense. Ah, estaba inspirada y la canción de Gabrielle Aplin sonaba mientras escribía así que escuchenla, es buena y les ayudará a entender mejor la mierda que pasa con la cabeza de Alexa, jeje.