scars; 36

7.4K 352 13
                                    

                                                        36

—Bien—suspiro—. Tu turno.

Lo observo beber café desde su taza.

—No hay mucho que decir, he vivido toda mi vida aquí—se encoje de hombros, frunzo el ceño y acerco mi silla a la de él.

—¿Ya no confías en mi, Maxxie?

Sus labios se curvan en una sonrisa torcida—, eres una mocosa insoportable.

—Sonaste casi como tu abuela.

Reímos juntos por un tiempo, la habitación se hunde en un profundo silencio, bebo el último sorbo de café y doy pequeños golpecitos en su hombro—, vamos, puedes hacerlo.

—¿Recuerdas a Molly?

Abro mi boca formando una "o" en ella—, ¡la hija del señor Evans!—sonríe un poco y asiente.

—Ella me enseñó a amar, me volvió completamente loco, no podía pasar mucho tiempo lejos o mi mal humor aumentaba. Estaba enamorado—ríe despacio mientras niega con la cabeza—. Fui hasta su casa para pedirle que fuera mi esposa, ¿y sabes lo que me dijo?—guardo silencio esperando lo peor—...¡estaba embarazada!—sonríe—, de Thom—vuelve a beber de su taza—. Y esa es mi historia de amor, Alex.

Observo mis dedos, de un momento a otro se volvieron mucho más interesantes que ver la cara de Maxxie con el corazón destrozado por una zorra.

—¿Y qué hay de ti?—le sonrío esperándo alivianar el ambiente.

—Te lo acabo de decir—rueda los ojos divertido.

—Está vez dejaremos a las zorras a un lado, quiero saber de ti.

—Oh—lleva una mano hasta su pelo y lo desordena—, nada.

—¿Nada?—sonrío.

—No soy una persona muy interesante, lo siento—se levanta de la mesa y lleva nuestras tazas hasta el fregadero. Me levanto y lo sigo.

—Creí que ya te había hablado de mi lista de hombres misteriosos a los que odio.

—No estoy siendo misterioso—sonríe.

—¡Maxxie!, mamá dice que Robert está solucionando lo de tus pastillas, debes i...—se detiene frente a nosotros la niña que fue abandonada en el río, le sonrío intentando ser amable, pero fracaso, nunca me han gustado los niños—..¡Adiós!—grita y se va corriendo, río mientras la observo alejarse.

—Es algo tímida, ¿no?—desvío mi mirada hacia Maxxie que está pálido, asiente—, ¿Maxxie?—me acerco y lo tomo del brazo.

—No pasa nada, Alex—fuerza una sonrisa y se suelta de mi agarre.

                                               *                *               *             *            *

Llevo alrededor de tres horas echada sobre mi cama, mirándo el techo, pensando en lo pálido que se puso Maxxie después de la visita de la niña abandonada en el río.

¿Qué pastillas?¿porqué Maxxie necesita pastillas?

Ugh, esto no sería tan complicado si Maxxie obedeciera y dejará de ser tan misterioso. Debería cerrar los ojos y dejar de pensar estupideces, pero mi cerebro no está de acuerdo.

¿Dónde deje mi celular?

¿Dan seguirá llamando?¿me extrañará?¿pensará en mi?

Pequeños golpes en mi puerta me hacen volver a la jodida y maldita realidad.

—Adelante—me siento sobre la cama.

—Creí que estabas dormida, cariño—la abuela se sienta junto a mi y acaricia mi brazo.

—No puedo—le sonrío un poco, suspira.

—Tu mamá llamo hace un rato...¿porqué no le contestas al celular?

Aprieto mis labios—. Lo apagué, no recuerdo dónde lo dejé.

Asiente y guarda silencio—. Ella quiere que vuelvas. Te extraña.

Río fuerte y niego—, ¿extrañarme?—suspiro—, esa no era mi mamá.

—Alexis—frunce el ceño.

—Lo siento.

Se levanta de la cama y camina hacia la puerta.

—Sé que tu mamá ha cometido muchos errores, pero ella está intentando arreglarlos, y eso es lo que importa.

Guardo silencio, se va.

Mierda, ya me parecía raro que no hubiera drama en mi vida. Tengo que encontrar ese puto celular.

**nota: 

muchas gracias por leer, son los mejores lectores del mundo mundial<3.

Cata.

ScarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora