Scars

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Puedo oír pasos pesados acercándose a mi habitación. Tengo que encontrar ese maldito celular, mi cabeza no deja de repetir las palabras de la abuela, ¿realmente mi mamá me extraña?¿realmente siente haber sido tan mierda conmigo?, tengo que encontrar ese maldito celular. Los pasos se detienen justo en la puerta y yo sigo con la mitad de mi cuerpo bajo la cama. Escucho una leve risa que provoca extrañas cosas en mi estomago.

—¿Podrías dejar de ser un idiota y ayudarme a encontrar mi celular?

Los pasos se acercan despacio, me levanto con la intención de golpear a Maxxie, pero mis ojos se encuentran con unas converse y muchos recuerdos vuelven a mi, levanto mi cabeza rápidamente intentando encontrarme con esos hermosos ojos grises, pero soy torpe y me golpeo en la cabeza antes de poder levantarme del suelo.

—Mierda—gruño y cierro mis ojos.

—¿Estás bien?—sus manos están sobre mi, su voz, su jodida voz. Siento todo mi cuerpo temblando y mis piernas de a poco se empiezan a sentir débiles.

—¿...D...Dan?—mis ojos se encuentran con los suyos, me sonríe.

—¿Qué se supone que era lo que tenía que ayudarte a buscar? 

—¡¿QUÉ MIERDA ESTÁS HACIENDO AQUÍ?!—mi manos se forman en puños y chocan contra su pecho.

—¡Hey!—toma mis manos deteniendome—. Calma, Alex—me atrae a él haciendo que mi cara choque contra su pecho.

—¿Alex, estás bien?—siento mis ojos llenarse de lágrimas al momento de encontrarme con un enojado Maxxie—, intenté detenerlo, pero el muy imbécil dijo que tú...—me alejo de Dan y me siento sobre la cama.

—Estoy bien.

—¿Quieres que lo saque de aquí?—Maxxie da un paso amenazante hacia Dan.

—No—murmuro, y puedo sentir sus miradas expectantes sobre mi—. Necesito hablar con él.

—Bien—suspira—. Estaré justo aquí, en el pasillo. Si intentas cualquier cosa...—sus ojos están pegados a los de Dan— no dudaré en matarte.

Dan alza sus manos en forma de rendición, Maxxie gruñe algo que no logro entender y se va. Lo observo, se acerca y siento una parte dentro de mi romperse, no puedo seguir luchando contra él, no puedo seguir huyendo de lo que amo. Se sienta junto a mi y toma una de mis manos. Besa cada uno de mis nudillos para finalmente entrelazar nuestros dedos.

—¿Qué haces aquí?—murmuro lo más bajo que puedo.

—¿Enserio me lo preguntas?—junta sus cejas y sonríe. No respondo y espero, veo su mandíbula tensarse—. Huíste de mi. Huíste de nosotros...Espere que volvieras, pensé que necesitabas tiempo para pensar, porque todo pasó muy rápido y entiendo si tienes miedo, pero yo no voy a lastimarte, Alex. No soy Ryan. Quiero cuidar de ti, quiero hacerte feliz, quiero amarte—su mano libre sube lentamente hasta mi mentón, niego.

—Tienes que irte.

—¿Qué?—su agarre alrededor de mi mano se hace más fuerte.

—¡MAXXIE!—siento mi corazón acelerarse y mis pulmones cerrarse, cierro mis ojos—, Maxxie...—murmuro.

—¡Sal de aquí hijo de puta!

                                          

                                                  *                    *                      *                     *

Murmuros.

Esas malditas voces están ahí otra vez. Me persiguen. Siempre, ha sido así toda mi vida, pero desde los catorce años, se volvieron más fuertes.

Diciéndome que hacer.

Gritándome.

—Alex.

No.

Vete.

—Soy yo, Maxxie. Puedes mirarme, ¿porfavor?—puedo sentir el miedo en su voz, lo miro, me sonríe—. Hable con...Dan, hace un rato—¿entonces no lo imaginé? genial, no eran las voces, no estoy volviéndome loca otra vez. Mi mamá se sentiría orgullosa de mi—. Él no puede irse aún...pero, lo mantendré lejos de ti, lo prometo—me da un beso en la frente.

Soy una jodida niña pequeña.

No necesito que hagan esto.

Puedo cuidarme sola...el único problema es que...desde que Dan entro aquí, mi voz no quiere salir.

Bienvenido el drama, señoras y señores.