23
El mundo a mi alrededor se congela.
Recuerdo que la última vez que vi ese auto fue cuando él se fue de casa.
Siento que en mi pecho algo se hunde con fuerza y me veo obligada a cerrar los ojos para no seguir viendo lo destruído que quedó.
—...Alex...—no, no, no.
El recuerdo de Ryan en mi habitación esa noche vuelve a mi cabeza y me golpea con fuerza, puedo sentir su olor aquí...su perfume.
No. No. No.
—Hey...—sus manos están en mi cara.
No.
Ryan, porfavor...no.
—¿Alex?—su voz se escucha tan lejos.
Su auto, su jodido auto; estuve ahí un millón de veces y ahora sólo queda parde de los asientos de atrás.
Oh mierda...no.
—Alexa—me sacude bruscamente y al mismo tiempo mis lágrimas comienzan a caer—, no llores por ese hijo de puta—grita— ¡NO LLORES!
Los gritos de Ryan vuelven a mi cabeza.
Sus labios duros, secos y fríos otra vez están sobre los míos.
...No, espera...estos labios son suaves y cálidos.
Mi respiración se normaliza, Dan se aleja de mis labios y me observa.
—Escucha, todo estará bien, iremos a tu casa y esperaremos por noticias—niego y me alejo de él.
—Tengo que llamar a mamá, y buscarlo en algún hospital—murmuro y las lágrimas vuelven a picar en mis ojos.
—Alexa, joder, mirame—toma mi cara con sus manos—, todo estará bien, vamos a casa—sus manos caen para tomar las mías, lo miro.
—...pero es mi papá—susurro.
—Lo sé, Alex, lo sé—suspira y me abraza.
—Tengo que encontrarlo...vivo—mi voz se corta en la última parte de la oración y mis lágrimas chocan contra la chaqueta de Dan.
—Sshh—besa mi cabeza—, todo estará bien.
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Scars
Teen Fiction"Tú eres dueño de tus propios demonios, así que, tú mismo puedes controlarlos". Registrada en Safe Creative Código: 1407101433536 Todos los derechos reservados ©