50. Pérdidas

747 132 155
                                    

CAPÍTULO CINCUENTAPÉRDIDAS━━━━━━━━┓ * ┏━━━━━━━━

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

CAPÍTULO CINCUENTA
PÉRDIDAS
━━━━━━━━┓ * ┏━━━━━━━━

—Nos volveremos a ver, y esta es mi promesa.

(Surgió de entre el escombro con un cuerpo tras ella.

Ymir tuvo que tomarse dos segundos para comprender que era Caven, cubierta en polvo y un poco de sangre, de sus comisuras deslizándose gotas rojizas que caían por la blanca piel como lágrimas.

Murmuraba algo; una plegaria, una súplica.

Necesito que te quedes conmigo, Félix. Quédate conmigo. Quédate. Quédate. Quédate.)

El sol centelleaba allí por encima de donde golpeaba la piedra de jade.

Félix tenía un sonrojo que le bañaba las mejillas con delicadeza y se le extendía hacia arriba a la punta de las orejas y hacia abajo, en donde su cuello se ocultaba bajo la camisa abotonada.

Sin embargo, Frieda no lo estaba.

Las lágrimas que antes había estado llorando recorrían sus pálidas mejillas como las gotas de agua lo hacían en la superficie de un vaso de cristal. Estaban rojas pero no era un sonrojo propio, era el rosado que permeaba la piel de alguien cuando la impotencia y la dulzura se mezclaba, y a Frieda la sentaba bien.

(La garganta se le cerró.

—Caven...

—Su cabeza —murmuraba la mujer de cabellos rubios, tropezando en su camino hacia el parche verde lejos del desastre—. Se... Se golpeó la...

—Caven.

Había rastros de sorpresa en su voz que no debieron estar ahí. Ymir, aún con el cadáver de su titán volvienfose vapor a sus espaldas, trastabilló hacia ellos.

Costaba trabajo respirar.

—Es... Caven, estás... Sa-sangrando...

—Su cabeza —le repitió ella en cambio y entonces el agarre que tenía sobre el cuerpo de Félix se soltó y él cayó al césped con un ruido sordo. 

Caven se tambaleó, maldijo, volvió a tambalearse y después cayó junto a dónde Félix reposaba.

—S-su cabeza... Ymir, él se- Se golpeó la cabeza.)

Incluso a esa edad, Félix comprendía el peso que esas palabras sostenían. Era un niño apenas; un niño que había tenido que crecer con susurros a sus espaldas y miradas despreciables en su cara, que veía la burla que los otros niños le hacían cuando en realidad nada de culpa recaía en él y toda en el padre que no conocía.

Friend of the Devil ━shingeki no kyojinWhere stories live. Discover now