59. Tentar a la suerte

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CAPÍTULO CINCUENTA Y NUEVETENTAR A LA SUERTE━━━━━━━━┓ * ┏━━━━━━━━

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CAPÍTULO CINCUENTA Y NUEVE
TENTAR A LA SUERTE
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Sueña de nuevo.

Su cabeza toca la almohada y Félix sueña, otra vez.

Es rutina a este punto, desde hace mucho y desde hace poco. Es rutina irse a dormir y temer cerrar los ojos, temer lo que verá una vez lo haga.

Esta vez no está en Marley, ni en Hizuru, y tal vez tampoco esté en Paradis, tal vez no esté en ningún lugar en concreto cuando todo lo que puede ver es una extensión amarilla con largos tallos verdes que lo rodean, porque los girasoles miran hacia arriba cuando el sol está en lo alto, y lo único que se haya bajo de ellos es un tallo.

Un pilar.

Félix ve a través de los ojos de otra persona, a pesar de que sabe que es él mismo quien se encuentra ahí de pie, entre los girasoles, sosteniéndose de los brazos de alguien mientras ese alguien lo envuelve en un abrazo.

Y lo único que hay es calidez absoluta que no proviene del sol, si no de la persona junto a él, de la persona que lo sostiene como si fuera algo preciado a lo que proteger.

Es reconfortante, y le da escalofríos saber que hay alguien en el mundo quien pueda sostenerlo de tal modo y hacerle sentir así de bien con un simple gesto como lo es un abrazo.

Félix mira hacia arriba, hacia donde esa persona le mira con absoluta adoración y el corazón se le derrite en el pecho.

Y él se hunde en pozos azulados que asemejan el cielo al amanecer.

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—Uh… Creo que aquí está bien.

Las ruinas de Utgard se alzaban tras de ellos en un polvoriento desastre con el que más desastre se creaba cada vez que una ventisca alzaba más polvo de entre los escombros apilados unos encima de los otros, la colina sobre la que el castillo solía estar erguido viéndose como un montículo donde una tumba debía ir.

Félix y Eren la estaban mirando en silencio, la forma en la que el polvo se agitaba en el viento como si fuera humo saliendo de las cenizas.

Ymir estaba de pie frente a ellos, pero ella miraba hacia un costado en donde las marcas de manos y hundimiento se echaban de ver. No estaban muy lejos de donde Reiner y Bertolt los tomaron cautivos y se mostraba en esas marcas, en ese recordatorio que parecería quedarse ahí de por vida.

—Oi —la áspera voz de Kenny los sacó de sus ensoñaciones y los tres se volvieron hacia él—. No hay ningún titán, así que hagamos esto deprisa.

Friend of the Devil ━shingeki no kyojinWhere stories live. Discover now