Kaylee; Entre Nosotros [TERMINADO] (COMPLETA)

Capítulo 6. Ella

JACE

Se me acelera el pulso.

Está guapísima.

Camino detrás de ella, observando su pelo, que se mueve al compás de sus movimientos. Ella se da la vuelta y me ve; sin duda me ha escuchado caminar. Sin embargo, no se detiene, sus pasos se vuelven más acelerados, como si tratara de huir de mí.

—¿Qué tal tu día? —pregunto, alcanzándola.

Se ruboriza y baja su mirada a sus pies.

—Igual que cualquier otro.

Rozo mi mano contra la suya en un sutil movimiento.

Quiero que se sienta segura y relajada a mi lado. Ella es la elegida, es especial... Aunque una parte de mí me hace sentir...

No.

Frunzo el ceño.

—Wow, ¿no vas a preguntar cómo me ha ido el mío?

Se encoge de hombros.

—No creo que me interese saberlo.

—susurra—. Debería irme ya y... Eh... ¿Jace?

—¿Ajá?

—No vuelvas a tocarme —recalca ella, antes de volver a bajar su vista al suelo. Su voz muestra tristeza.

Asiento, tragándome lo que me provoca que no quiera mi contacto.

—¿Cómo acabaste aquí?

—Agradezco tu interés, Jace, pero no quiero hablar ahora. Nos vemos esta tarde. Sé puntual, por favor.

Suspiro frustrado.

Controlo las ganas de saber más, porque no quiero que se cierre de nuevo. Ella necesita tiempo y parece que yo sobro en este momento.

—¿Te apetecería ir después a cenar algo? Yo invito.

Abro la puerta de la Universidad y la dejo pasar. Nuestros brazos se rozan y se me escapa un suspiro al notarla.

Un suave rubor aparece nuevamente en sus perfectas mejillas.

Eres perfecta para mí, Kayllie.

—Tengo cosas que hacer —murmulla.

—¿Quizás en otra ocasión?

Frota sus manos.

—No llegues tarde al edificio.

—¿Eso es un sí?

Una tímida sonrisa asoma a sus labios.

—Eso es un: no llegues tarde al edificio. Tenemos un trabajo y quiero acabarlo cuanto antes.

Me vuelvo hacia ella y sonrío. Cuando veo su expresión, me doy cuenta de lo vulnerable que es. Kayllie no sabe lo que puede ofrecer o lo que siente; está perdida.

Bajo la mano y acaricio su mejilla sin apartar mi mirada de sus ojos.

Por favor, cree en mí. Confía, Kay.

—¿Quieres que te lleve a alguna parte?

Traga saliva.

—No hace falta —duda—, voy a estar en el campus, tengo algunas clases a las que asistir.

Aprieto mis labios.

Se aleja un poco y me entra el pánico de no poder volver a sentirla...

Hace mucho que he estado esperándote, muñeca, estoy intentando salvarte.