Capítulo 25. Vuelta a casa por navidad

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Belleza, vanidad y perfección.

Los tres atributos que mi abuela más adora y que significan muchísimo para ella, yendo mucho más allá que su marido, su hija y yo. Si estos rasgos no existieran, ella preferiría antes estar muerta, y si yo no los tengo, me repudiaría.

Sé impecable.

Brillante.

Recuerdo que cuando era niña, me obligaba a vestir con vestidos y ropa totalmente de marca para dar una apariencia errónea.

Nuestra familia era toda una mentira.

—Kaylee, no te encorves mientras comes. Eso arruinará tu aspecto e imagina lo horrorosa que te verás.

Suspiros y malas caras.

A veces ese afán de perfeccionismo, me aplasta por la presión. Siempre tengo reglas que seguir cuando ella está cerca de mí, y estando en un mismo lugar, me hace sentir como si molestara. Nunca hago las cosas lo suficiente bien para apaciguarles. Todo apariencia. Tenemos expectativas y formas para vivir.

—Sé perfecta. Luce bonita.

Para ella, el amor es estúpido y no te dará la felicidad. Por ello, creo que se juntó con mi abuelo.

Ambos piensan igual y ni siquiera mantienen contacto visual.

Son como dos extraños.

Doy una rápida ojeada al exterior de la casa de papá antes de entrar. Y la odio. Odio el odio dentro de mí. Y odio tener que recordar todas las cosas horribles que pasé aquí.

El infierno en el que viví.

Noto mis manos sudorientas y jamás llegaría a considerar que la vuelta a casa por Navidad sería de este modo.

Cuando llegué a New Haven, lo único que deseaba era volver a casa, pero las cosas no resultan ser siempre como queremos.

Ahora solo quiero huir.

Huir lejos y empezar una vida nueva en un lugar donde nadie me conozca ni pueda saber de mí y de mi pasado. A un sitio donde no me miren con malas caras, ni me sienta juzgada por mi apariencia y actos, ni donde haya mensajes de anónimos que fingen querer protegerme, pero lo único que hace es destrozarme.

Inexistente.

Desde que Jace Price llegó a mí, ha hecho que toda mi vida dé otro vuelco y a pesar de que no está cerca, siento como si su maldita presencia me persiguiera a través de mis pensamientos.

«Jace ha pasado la noche con Maya».

Parece que lo que mi abuela siempre creyó respecto al amor y lo que tanto traté de evitar escuchar engañándome a mí misma sobre que de verdad existe, únicamente era una falacia que mi cabeza creó. Un maquillaje de la realidad.

Una protección.

Llamo al timbre y casi al instante, Deborah es la que abre la puerta.

—¡Lee! ¿Cómo fue el viaje? —pregunta, alzando sus cejas de manera emocionada—. Le diré a Evan que te ayude con la maleta.

—Bien, todo bien y... No hace falta, puedo yo con ella.

—No, mujer, ha sido un viaje largo... ¡Evan! —lo llama y él aparece también sonriendo.

¿Qué se han fumado? ¿La pipa de la paz y ahora todos ven colorines y pitufos?

—Hola, Lee —me saluda, acercándose a mí para abrazarme, pero al rodear sus brazos en mi cuerpo, no sé que le sucede que se aparta como si le hubiera dado un calambre y se pone rígido.

Kaylee; Entre Nosotros [TERMINADO] (COMPLETA)Where stories live. Discover now