Capítulo 10. Colina especial

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Me duele la cabeza y siento como hasta los dedos de mis pies palpitan.

«Podrás huir todo cuanto quieras, pero siempre estarás bajo mis ojos».

Trato de estirarme, mas es inútil.

«Por mucho que trates de relacionarte con los chicos calientes, jamás te aceptarán».

¿Quién me manda estos mensajes?

¿Qué necesidad tiene?

¿Por qué?

Hoy, después de salir de la terapia con la Decana, lo único que hice, fue volver a mi apartamento. No hemos conversado demasiado, más bien me ha hecho como una introducción acerca de lo que trabajaremos partiendo de los informes que la Dra. Estelle le mandó y me ha citado para verla mañana. En mitad de la sesión, se me metió la idea de contarle sobre la nota que alguien colocó en mi taquilla, pero mi subconsciente me lo impidió. Tampoco es que sepa o tenga esa confianza con ella para explicarle esto, además, si ella estuviese enterada, lo más seguro que hubiera hablado con papá y a él se le hubiera subido la tensión y, posiblemente, hubiera tenido un ataque al corazón.

Demasiados problemas se desencadenarían.

Añadido a que no quiero que ellos sufran por, quizás, una estupidez o una broma que me han querido gastar como novata que soy.

Quiero pensar esto.

No me fio de nada, ni siquiera de mi propia sombra.

Llaman a mi puerta sacándome de mis pensamientos, suspiro y me acerco a esta. Saco los dos pestillos y la llave que estaba echada, entreabro y me encuentro con Jace.

—¿Qué es lo que quieres? —pregunto.

—Kayllie...

—Te dije que no vinieras ni hablaras conmigo si no es por algo verdaderamente importante.

—Lo es. —Alza sus manos y me muestra una caja con la cámara que recogimos de la tienda de antigüedades, unos cuantos rollos, unas cosas raras y un bote con líquido—. Tenemos que entregar el trabajo al Sr. Clinton... ¿Puedo pasar?

—¿Es necesario hacerlo en mi apartamento?

—Dry está ocupado haciendo... Wow... Algo con una chica.

Hago una mueca y subo mis cejas.

—Pasa.

Él sonríe, y se dirige hasta la pequeña mesa del salón para dejar los artilugios.

—No sé si está rota...

Me acerco a él y me siento a su lado mirando.

—Lo más seguro es que sí... Cogiste la más destartalada y la más rara —apunto.

—Me atrae lo extraño. —Muerde su labio sin desviar su atención de la cámara—. Puedo arreglarla. —Desmonta el interior de esta, coge unas pinzas y aprieta como un botón. Y sigue moviendo, desconectando, volviendo a conectar los cables y ajustando tornillos. Y por la manera en la que se desenvuelve queda claro que no es la primera vez que lo hace—. Mi tío es un aficionado a las cámaras antiguas... ¿A ti te gustan?

—Jace, cíñete a arreglarla —bisbiseo—. No me apetece hablar contigo, y, por favor, no muestres interés falso en saber cosas sobre mí. Ya bastante escuché cuando hablabas con esa chica. Me quedó más que claro como me ves.

—Wow, ya me callo. Aunque antes diré... te fuiste sin escuchar todo lo que le dije a Faith.

Me mira.

Kaylee; Entre Nosotros [TERMINADO] (COMPLETA)Where stories live. Discover now