Capítulo 7. Pajarito

7 0 0
                                    

Esta semana me percaté de la presencia de Jace en los pasillos casi todos los días desde nuestra penúltima conversación, y ahora que sé quién es, no puedo dejar de verlo por todas las partes.

—Vi tantas veces Titanic que no sabía si lo miraba por Leonardo DiCaprio o por Kate Winslet —susurra—. Hasta que descubrí que era por DiCaprio. Cambió todas mis expectativas.

Niego con la cabeza y aparto la mirada.

—No puedo culparte por ello —exclamo.

Ted me hace un gesto con la mirada.

Jace está a unas sillas más al frente que nosotros, lleva unos vaqueros oscuros y una camiseta del equipo de la universidad.

—Y por él también lo cambiaría todo —sisea—. ¿Tú no, Lee?

Me mira, tratando de medir mi reacción. Me limito a observarlo como si no me importara nada.

Ted sonríe y le doy un golpecito con mi codo.

Estar dos horas seguidas en literatura Norteamericana I: siglos XVII-XIX, no se me hace tan pesado como creía que sería, ya que Ted, el chico que conocí cuando fui a hablar con O'Shullivan, hace que el tiempo se pase más ameno y rápido. Cuando acaba la clase, regreso a mi apartamento, pero antes me paro en una tiendecita pequeña de víveres donde no hay mucha gente, compro un par de cosas y me voy. Al llegar al edificio, me encuentro con que Jace no está frente a mi puerta y ya son las cinco. Entro, coloco lo que he comprado en los armarios y después me voy hasta la puerta de Jace.

Timbro varias veces.

—Buenas tardes, hermosa —me saluda Dry.

—Hola, ¿Está tu amigo aquí? Hemos quedado para hacer una tarea.

—Claro, pasa, se está duchando el cazurro de Wowy.

—No, vendré cuando... cuando se acabe de duchar —digo, tocando mis manos.

—Pasa, venga, no te hagas de rogar —me pide con una sonrisa gentil a la vez que me coge levemente del brazo y tira de mí. Lo sigo hasta llegar al salón y él me indica que me siente en el sofá. Miro la pantalla de la televisión y veo que hay partido—. ¿Te gusta el fútbol? —farfulla, tirando hacia atrás su pelo.

—Sí, mi familia y yo solíamos estar juntos los días de los partidos. Era tradición.

—¿Ya no lo hacéis?

Niego con la cabeza mientras mi pulso tropieza.

—Hace ya muchos años que no nos reunimos. Dejamos de hacerlo cuando mi madre... se fue.

Esbozo una media sonrisa algo triste.

—¿De qué equipo eres?

—Cleveland Brows.

—¡¿Eres de Ohio?! —exclama con una sonrisa, mientras le da un sorbo a su cerveza.

—Sí, nací ahí, aunque después nos fuimos a vivir a un pueblo perdido de Tennessee.

—Yo también soy de Ohio, pero la familia de mi padre es de aquí. En esta universidad no hay mucha gente que sea de allá. —Sus ojos marrones se iluminan—. Tiene que apestar mudarse a una ciudad nueva y no conocer a nadie.

Asiento.

—Sí, algo así.

Pasamos un buen rato hablando sobre Ohio y comentando el partido y, sin duda alguna, Dry es un chico encantador.

—Voy a buscar otra cerveza —me dice, dejándome sola.

—¡Cabrón! —grita Jace, acercándose al salón—. ¿Dónde has dejado las...? —Espera... Abro los ojos de par en par y una de mis manos tapa mi boca. ¿¡Por qué narices está desnudo!? Le acabo de ver... Oh Dios Mío... Bórrate imagen de mi cabeza. Jace se ríe al verme—. Wow, lo siento Kay, no sabía que estabas aquí. ¡DRY! Wow, wow...

Kaylee; Entre Nosotros [TERMINADO] (COMPLETA)Where stories live. Discover now