Capítulo 27. Ya no te amo

1 0 0
                                    

Giro sobre mí misma alejándome de Jace para meterme dentro de casa.

—Lee... ¿Estás bien? —pregunta Evan acercándose a mí con una mueca de preocupación—. ¿Te ha hecho algo? ¿Te hizo daño?

—No...

—No he podido evitar miraros, Lee, y no sé que habrá hecho el muchacho, pero lucía realmente arrepentido —declara.

—Ha vuelto con su ex. Él dice que no, pero no puedo creerle. Si me mintió respecto a esto, ¿en qué más lo habrá hecho, Evan? —Abro mis brazos—. Si se suponía que iba a decirle que estamos juntos, ¿por qué decirme a mí que iba con el equipo?

Cierro los ojos y trato de empaparme de la comodidad que me proporciona su cuerpo. Cuando me quedo sin lágrimas, él alza su camiseta para limpiar mis mejillas.

Lo miro y no puedo imaginarme nada que pueda romper con nuestra amistad. Entonces me oigo contándole qué ocurrió en la granja, cómo llegué allí, cómo conocí a Jace, el modo en el que me sentí y lo que hice.

Había vuelto a ver a mi madre... ¡Mi madre! La mujer a la que daba ya por muerta.

La odio por ser mi madre y por haberme abandonado. Siempre entendí que hubiera dejado a papá, sin embargo, ¿por qué a mí? Odio a mi padre por haberse casado con ella, por permitir que ensuciaran su nombre y por haber permitido entrar a nuestras vidas a la abuela, también por cada año que eso había hecho que se desperdiciara. Y al mismo tiempo, estoy cansada de odiarlos a ellos, de odiarme a mí.

Me odio por creer, por sentir, que por haberme vuelto a enamorar, así es como no volvería a sentirme sola, como si por arte de magia, todos mis tormentos fuesen sellados y superados. Únicamente por tener la desesperada mirada de Jace sobre mí... Y es que por más que odie, eso no hará que yo me arregle. No puedo hacerle daño a Jace, aunque él me lo haya hecho a mí.

Ojalá las cosas fueran distintas, pero no lo son.

—Nada es diferente —pronuncia Evan.

—Todo es diferente —alego—. Evan, yo lo soy. Mis sentimientos son diferentes... Debo irme.

Saco el móvil de mi bolsillo.

—¿Vas a hablar con Jace?

—No, con ella.

—¡Lee!

Pero antes debo hablar con papá y la abuela primero.

—Debo ir con mi abuela, Evan... Luego hablamos, ¿sí?

Cojo la llave y cierro el puño en torno a ella.

Puede ser mentira. Puede ser. Puede.

—Vayamos a mi despacho. Tu padre ya está ahí.

—Vale.

La sigo y antes de entrar en el despacho, recibo un mensaje.

Número Oculto: «Sé que no confías en mí y crees que soy tu enemigx, pero NO LES CUENTES NADA sobre lo de tu madre a nadie de los que están en esa casa o cerca. Es muy importante que me hagas caso. -S».

¿Ahora resulta que se interesa por mí después de haber publicado mis fotos y vídeos íntimos que, por cierto, tuvo que requisar el director? No pienso hacerle caso.

Entro y veo como ambos, con una postura incómoda y rígida, me miran con detenimiento.

—¿Qué quieres contarnos, hija?

—Es sobr... —empiezo a hablar, no obstante, soy interrumpida por el timbre de mi móvil—. Perdonad... pero... La psicóloga O'Shullivan me está llamando —digo con deje de disculpa, mostrándoles la pantalla.

Kaylee; Entre Nosotros [TERMINADO] (COMPLETA)Where stories live. Discover now