Kaylee; Entre Nosotros [TERMINADO] (COMPLETA)

Capítulo 20. Mírame

Noto mi cabeza dando mil vueltas y me espero lo peor... ¿Y si ella nos ha visto como Dry? ¿La volveré a perder? ¿Se alejará de mí?

—¡Jace! Creía que te habías ido. —suelta con deje cabreado.

—Maya, ya te lo dije. Iba al baño —suspira, meneando nervioso una de sus manos.

—¿Al baño de mujeres?

—No...

Se gira para mirarme y me suplica con la mirada que le eche un capote.

—La puerta del baño se quedó atascada... —digo yo.

—¡Dios Santo! Siento haberte chillado, Jace... No lo sabía. —Maya me mira y se acerca a mí para abrazarme—. ¿Lee, estás bien? Luces un tanto... ¿Sonrojada?

—Se asustó —aclara Jace—. Mucho.

Mi amiga me mira con tristeza y hace una mueca compasiva.

—Deberías cambiarte... Creo que tu miedo hizo que te mojaras el culo. No contaré nada.

—¿Qué?

Me ladeo un poco para mirarme la espalda en el espejo y veo como tengo todo el trasero cubierto de agua de... ¡Maldita sea! No cerré el grifo y Jace me colocó encima del líquido.

—Diarrea —menciona Jace con una sonrisa.

—¿Diarrea?

Me miran tanto Dry como Maya a la vez.

—No, no es lo que estáis pensando... E-e-el... el váter se rompió y sale agua —me excuso.

—Iré a llamar a la recepcionista... ¡Lamentable! —exclama Maya

Sale del baño taconeando y dispuesta a echarle una reprimenda a la encargada del establecimiento, a la vez que dejo ir todo el aire que estaba conteniendo. Jace se acerca a uno de los váteres y empuja de la cisterna hasta romperla haciendo que agua se derrame.

—¿¡Qué haces!? —pregunto, exaltada.

—Tiene que ser creíble la historia del agua... Pagaré los desperfectos, no te preocupes por ello. —Se saca su chaqueta que tiene grabadas las letras American football en la parte trasera—. Toma.

—¿Qué quieres que haga con ella?

Él se ríe y pasa ambos brazos por mi cintura colocándomela para tapar mi trasero.

—Supongo que no quieres que te vean con el trasero mojado.

—Gra-gracias.

Poco después de salir del baño, algunos tomaron alguna que otra copa y tras eso cada uno volvió a su apartamento y, al menos, no tuve que aguantar mucho más el ver como Maya quiere acercarse más de normal a Jace, que el trance en coche.

—Vamos, Maya... Pesas demasiado... —digo, sujetándola y ayudándola a subir las escaleras mientras los tres chicos, en vez de ayudarme a subirla, se hacen los desentendidos— ¿Por qué tuviste que beber más de la cuenta?

—Eres igual que mamá, aunque... más joven.

Eilán abre la puerta y yo entro sin dejar a Maya. La acerco a la cama y ella al tocar el colchón, se voltea y cierra sus ojos.

Jace se apoya en el marco de mi habitación y ladea su cabeza arqueando sus cejas.

—¿De verdad se va a quedar aquí? ¿No prefieres que la llevemos a su hotel o donde narices se hospede?

—No, está demasiado bebida y en este estado no sabe ni lo que dice.

—Wow, bueno... Entonces... Buenas noches.