Capítulo 8. Imágenes extrañas

5 0 0
                                    

—Te quiero —gime él, separando su cuerpo pegajoso del mío.

Recuerdo sus palabras, no su voz.

—Yo también te quiero —acabé diciendo en voz baja. Si se lo digo, el castigo no será tan fuerte—. Lo siento, no debí desobedecerte.

Unos pasos se acercan a mí por el muelle.

—¿Estás mejor? —Escucho la voz grave de Jace.

Me encojo de hombros, tratando de no parpadear.

—No lo sé.

Se sienta a mi lado y también deja caer sus pies sobre el agua.

—He encendido fuego dentro... ¿Sigues cabreada?

Percibo su atención puesta en mí, pero yo sigo avizorando el reflejo de la luna en el agua. Él suspira ante mi no-respuesta, y cuando noto que se levanta de mi costado, desvío mi atención a mis pies, pero al microsegundo veo como deja caer su camiseta y su gorra a mi lado.

—¿Qué haces? —digo, haciendo una mueca mientras lo miro.

—Voy a darme un baño.

Se quita los pantalones y me viene a la cabeza la imagen de su... su... amiguito, así que miro hacia el otro lado. Me tapo la boca con la mano y me tiro del labio inferior para que no se dé cuenta de que estoy sonriendo.

Jace se tira de cabeza salpicándome por completo.

—Está buenísima el agua —exclama.

Lo miro.

—Que bien —digo con una voz de ratoncillo.

—¿Te has bañado alguna vez o es una de esas cosas que tus padres te tenían prohibido?

Sonrío ante su mirada arqueada.

—No.

—¿No qué? ¿Tus padres no te lo han prohibido nunca o no te has bañado?

—La segunda.

—Wow... Pues parece que hoy vas a hacer dos cosas que nunca has hecho... —Se acerca nadando a mí—. Comer regaliz y...

Sube sus dos manos posándose en mi cadera.

—No, me niego, no voy a meterme.

Arquea una de sus cejas y sonríe.

—Lo harás...

Tira de mí de modo que caigo al agua.

—¡Es la única ropa que tengo! —Empujo su pecho apartándolo y él se separa de mí. ¡Mierda! No sé nadar—. No, no, no, no me sueltes —pido, agarrándome a sus hombros.

De él sale una risa ronca.

—¿No sabes nadar?

Hago una mueca.

—No, es que no tengo nada más interesante que hacer que estar agarrada a ti —digo irónica.

—Wow, ¿De veras?

Me mira a la vez que hace el amago de alejarse.

—¡No hagas eso!—exclamo—. Eres muy arrogante

—Tú eres demasiado pija —contraataca, mirándome fijamente.

—No me gustas.

—Tú tampoco a mí y, que quede claro, esto no lo hago porque me gustes. Esto no es un beso.

Acerca su boca a la mía y deja caer sus labios moviéndolos con delicadeza. Un roce suave pero rápido a la vez.

—Me caes mal —digo contra su boca.

Kaylee; Entre Nosotros [TERMINADO] (COMPLETA)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang