2.

5.8K 322 79
                                    




Entró rodeado de gente, comencé a sentirme nerviosa, pues venían cerca de 10 personas detrás suyo. Mis nervios se relajaron cuando noté que al abrir la puerta, me vio; se detuvo y entre cerró la puerta.

—¿Entonces podemos verlo mañana? —le escuché decir a quienes venían detrás suyo—Tengo asuntos pendientes aquí dentro.

Tardó unos minutos más afuera del camerino para después entrar solo. Me levanté para saludarlo.

—No te levantes, ahí estás perfecta. —me detuvo haciendo señas con su mano—. Dame unos minutos.

Ni siquiera se acercó a mí, pensé. Se quedó parado cerca de la puerta mientras tecleaba algo en su celular para después hacer una llamada.

—¿Qué onda? ¿A dónde entonces? —habló por teléfono—. No me gusta, wey. No hay privacidad ahí. —noté su gesto de disgusto.

¿A dónde iríamos?, me pregunté un poco nerviosa. Reí en mi mente porque me estaba invitando sola y tal vez él solo quiere que me tome una foto porque me vio como loca gritando y sintió lastima.

—Mejor ahí, me gusta más. —la voz de Junior me sacó de mis pensamientos—. No, ya llevo yo a alguien. —dijo mientras me volteó a ver—. Sale, ahí nos vemos.

Dirigí mi mirada hacia otro lado para que no se diera cuenta de que lo estaba viendo.

—Ahora sí, ¿cómo te llamas? —me preguntó mientras se sentaba a lado mío en el sillón.

—Paula. —contesté—. ¿Y tú?

—¿No sabes cómo me llamo? —me preguntó riéndose mientras prendía un cigarrillo.

—No, perdón, sí sé. —respondí nerviosa mientras sentí como mis mejillas se calentaban. Él solo se rió.

—¿Quieres? —me ofreció de lo que estaba fumando.

—No, gracias, no fumo. —contesté sonriendo. Asintió.

—Bueno, pues escucha, te invité porque te vi desde el escenario y me pareciste muy linda. —me dijo sin verme directamente, solo veía a un punto fijo en la pared mientras fumaba. Lo agradecía porque yo no sabía cómo reaccionar—Entonces quiero invitarte de after, ya sabes, estarán más chicas ahí si te sientes más segura. Aunque si no es así, puedo pedir que te regresen.

Al terminar de hablar, me volteó a ver y yo solo asentí. Solo pensaba en cuántas chicas éramos y cuántas iban por él.

—¿Eso es un sí? —me preguntó mirándome a los ojos. Yo bajé la mirada a la alfombra café del piso.

—¿Solo seríamos tú, yo y más chicas? —le pregunté dudosa. Él rio por lo bajo.

—No, irán los invitados de hoy. ¿Los conoces, no? Ya sabes, Nata, Gabito y tal vez, Peso. —me dijo mientras servía un poco de las botellas en su vaso—¿Quieres?

—Sí, gracias. —contesté rápido. Necesitaba alcohol en mi sistema si pensaba ir a aquella reunión— ¿Y yo iría contigo? —Él asintió.

—Yo te invité. —contestó un poco obvio mientras servía más alcohol en otro vaso para después dármelo—. Salud. Tomé el vaso y choqué el mío con el suyo.

—Está bien, vamos. —dije para después tomar un trago de mi vaso. Lo miré y él me sonrió.

—Eres linda. —me dijo y yo no tardé en sentir mis mejillas calientes—. Y te sonrojas cada que hablo.

Yo solo reí y miré al piso. Se acercó un poco más a mí, colocó su brazo por detrás de mí. Podía sentir su mirada fija en mí.

—¿Por qué no me quieres mirar? —me preguntó con un tono más bajo de voz.

—Me da un poco de pena. —contesté, suspiré y después tomé todo mi trago de golpe—. Pero ya, te juro que me voy a comportar más. —Él solo se rió.

—No pasa nada. —miró mi vaso—. ¿Quieres más? —asentí y él tomó mi vaso para servirlo. Tomó también todo su vaso y se sirvió.

Espero no crea que soy una alcohólica, pero siendo una persona introvertida, todo lo que está ocurriendo es difícil de digerir sobria.

—Salud. —me dijo para después tomar de su vaso. Yo hice lo mismo y, a diferencia de él, yo tomé todo el líquido de mi vaso.

—Tú también eres muy guapo. —solté de la nada. Junior me volteó a ver sorprendido y después se rió—. Ya no te diré nada. —le dije riendo y con las mejillas seguramente rojas.

—No, ya perdón. —me dijo riendo y tomó una de mis manos—. Gracias. —dijo un poco más serio y yo solo sonreí—. Acércate más, estás muy lejos, ¿no?

Asentí y me puse más cerca de él, ahora sí estaba un poco pegada a su pecho.

—¿No quieres tomar una foto? —me preguntó.

—La verdad, no lo había pensado hasta ahora. —contesté buscando mi celular en el sillón—. Pero sí quiero.

Encontré mi celular y abrí la cámara. Levanté el celular para que ambos saliéramos bien en la pantalla. Me acerqué aún más a Junior, tanto que podía oler su loción. Él puso su cara junto a la mía, ambos sonreímos y tomé la foto.

—Hay que posar diferente. —me dijo y yo lo voltee para mirarlo. Estábamos excesivamente cerca—. Así, mira.

Tomó mi mentón y puso su cara a centímetros de mí, podía sentir su respiración.

—¿Puedo? —me preguntó cuando sus labios estaban aún más cerca de los míos. Yo asentí.Bajé mi brazo que seguía con la cámara abierta y entonces, pasó. Me besó.

la cherry; junior hWhere stories live. Discover now