64.

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—Paso por ti en 20 minutos, te voy a llevar al estudio —dijo Nata en cuanto contesté.

—¿Qué hora es? —pregunté adormilada.

—No sé, pero ya levántate.

Dicho eso, me colgó. Tarde unos minutos en reaccionar, pero cuando lo hice, me metí rápido a bañar y a alistarme.

—Ya estoy afuera —dijo una hora después.

Bajé rápido y ahí estaba Nata dentro de su coche esperándome.

—Hola —entré al asiento de copiloto mientras me ponía el cinturón.

—Hola, Pau —me saludó—. ¿Ya tienes listo tu discurso de disculpas?

—No, pero supongo que cuando lo vea, me saldrán las palabras.

Asintió.

—¿No te ha desbloqueado de ningún lado? —negué.

—¿Te dijo que lo haría? —pregunté.

—Le dije, pero dijo que nada más te iba a molestar y que tenía que dejarte ir.

Suspiré.

—Estef me enseñó que borró la foto que publicó conmigo.

—¿Qué esperabas, morra? —me preguntó con la vista en el camino—. Le dijiste que no lo querías.

—Era una bromita —Nata rió—. Me volví loca.

—Sí, me contó —le di un golpecito en el hombro—. Pobrecito, te tuvo que rogar y ni así, y mira ahora.

Mierda, me sentía muy culpable.

—¿Te dijo algo más? —le pregunté—. ¿Él sabe que sí lo he buscado?

—Pues le conté, pero dijo que la decisión de separarse había sido tuya y que él estaba lastimado como para hablar contigo.

—Ay, no —me quejé—. ¿Entonces, cómo sabes que sí me querrá ver?

—Lo vamos a obligar, pues —me miró—. ¿Lo quieres arreglar o no?

—Sí, pero se va a enojar.

—Pues ni modo.

Entramos al estacionamiento del estudio y yo sentía los nervios al tope. Salimos del coche y Nata presionó el botón del elevador.

—Sin miedo, eh —dijo mientras subíamos—. Es tu oportunidad.

Asentí.

—¿Te digo algo para que tengas más ganas de arreglarlo? —lo miré esperando—. Él estaba buscando anillo.

Abrí los ojos sorprendida.

—¿De matrimonio? —asintió—. Wow.

Quería sonreír, por supuesto que yo hubiera dicho que sí.

Mis pensamientos se interrumpieron cuando llegamos al piso donde estaba Junior y antes de entrar al cuarto donde estaba, Nata se detuvo.

—Aquí te voy a dejar, si necesitas que venga por ti, avísame.

Dicho eso, abrió la puerta y vi a Cochi. Todo estaba en silencio y a oscuras, dentro de la cabina estaba Junior concentrado cantando.

—Se va a emputar, wey —le susurró a Nata cuando me vio.

—Tú déjala entrar y que Junior la vea.

Él suspiró y me indicó que me sentara en el sillón de la esquina. Antonio no me había visto aún.

—La escuchó y si me gusta queda —lo escuché.

Cochi se sentó junto a mí.

—¿Ahora qué fregado hiciste? —me preguntó divertido—. Por tu culpa, tuvimos que agregar otra canción al álbum.

Le sonreí y alcé los hombros. La voz de Junior comenzó a sonar en el cuarto.

"Qué bien te miras ahí siendo tú
No te me alejes
No me dejes, que el viento está muy frío
Y no traje suéter
Después de ti yo ya no quiero nada
Solo envejecer
Que nos separen los años y la muerte
Pero"

—¿Es para mí? —susurré y Cochi asintió.

—Supongo que sí, nos llamó ayer para que la grabáramos y la incluyéramos en el álbum.

Ya no queda nada,
Solo el sentimiento de lo que un día fuimos atrás en el tiempo
Tú y yo aquí en mi cama, el día se pasa lento
Haciendo travesuras, son noches de sexo

Lo miraba en la cabina, moviendo la cabeza al compás de la música y tarareando.

"Voy a salir a buscarte
Me la paso borracho con unas bandidas y en el putero los martes
Los jueves 10 ya ni me lastiman, lo que me lastima, baby, es extrañarte
Ni la mota me pone contento, lo que yo necesito, mami, es besarte
Piénsalo y hacemos el amor
Uno vuelve a donde fue feliz
Sé que lo nuestro terminó
Solo dame una noche pa' mí
Baby"

Mi mente estaba en lo que le diría apenas me viera, en imaginar su reacción y si estaba muy molesto conmigo.

"Siento el cuerpo tenso
Cómo no te pienso si nomás te fuiste y me pongo a temblar
En el cenicero me encontré una chora que tenía todavía tu labial
Te lo juro, mi niña, que me acordé que ya no se puede
Pues algo se rompió
No existe solución o cómo curarlo
Si nada te cambió, nada podré hacer yo"

Las últimas líneas se llevaron mi atención, no podía sentirme más culpable. Me dejé llevar y ahora me sentía enormemente arrepentida por haber lastimado al amor de mi vida.

"Voy a salir a buscarte
Me la paso borracho con unas bandidas y en el putero los martes
Los jueves 10 ya ni me lastiman, lo que me lastima, baby, es extrañarte
Ni la mota me pone contento, lo que yo necesito, mami, es besarte
Piénsalo y hacemos el amor
Uno vuelve a donde fue feliz
Sé que lo nuestro terminó
Solo dame una noche pa' mí
Baby"

Quedé inundada en mis pensamientos, repitiendo cada línea de la canción en mi cabeza y sintiéndome cada vez peor. Quería soltarme a llorar y abrazar a Junior mientras rogaba que me perdonara.

—Esa queda —dijo en el micrófono cuando la melodía terminó.

Cuando lo vi caminar fuera de la cabina, me levanté del sillón y me acerqué. Traía una botella de agua en mano e iba mirando al piso.

—Entonces... —al alzar la mirada me vio.

Se quedó inmóvil unos segundos y después pasó su mano por su frente para después suspirar.

—Pueden dejarme solo, por favor?—pidió a quienes estaban en la habitación mientras me miraba fijo.

Inmediatamente, todos salieron del estudio quedando solo él y yo.

—¿Qué haces aquí? —preguntó mientras arrimaba una silla y se sentaba.

la cherry; junior hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora