70.

3.6K 251 35
                                    


—Es que no sé si quiero algo frío o caliente —dije indecisa.

Vi cómo Junior se pasaba la mano por la cara, visiblemente frustrado.

—Pues no sé qué quiero, Antonio!

—Mi amor, tú me pediste que te trajera aquí —respondió él—. Solo di algo y ya, tenemos como 10 coches detrás.

La verdad es que solo le había pedido que me llevara a Starbucks para evitar la conversación que seguía.

—Pide tú —lo escuché suspirar—. Perdón.

—Listo, perdón por tardar —se dirigió a la máquina del drive-thru para ordenar.

—Justo eso quería —dije al escucharlo pedir.

—Pues lo hubieras dicho hace diez minutos.

—¿Ya te enojaste?

Lo miré y sonrió negando, puso una mano en mi pierna mientras avanzábamos.

—Esto es tuyo —me pasó mi café y volvió a avanzar—. ¿Dónde quieres hablar?

Tomé un sorbo de mi café encogiéndome de hombros.

—Paula, ¿en la casa o en tu departamento?

—Estef está ahí —conteste—. Pero si vamos a tu casa me tendré que quedar a dormir?

Junior frunció el ceño y negó.

—Eres todo un caso, me estacionaré y ya.

Buscó un lugar en la calle y se estacionó, mientras yo permanecía callada.

—Gracias por aceptar venir conmigo —dijo mirándome.

Asentí.

—No quiero hablar —dije después de unos segundos—. Me da miedo.

Junior se acomodó mejor en el asiento.

—Pero tenemos que hacerlo, Paula —contestó con voz cálida—. No podremos avanzar si no tenemos este tipo de conversaciones.

—¿Y si descubrimos que ya no debemos estar juntos?

Vi en la cara de Antonio el susto de pensar en ello, sus gestos pasaron de felicidad a incertidumbre.

—¿Tú crees que no deberíamos estar juntos?

Negué rápidamente.

—No creo que no debamos estar juntos —dije mirando al suelo—. Pero este tiempo separados no he podido dejar de pensar en eso.

Suspiré.

—Me he acostumbrado tanto a ti que me da pavor pensar en desacostumbrarme —continué—. Y pensar en que tú pudiste haber tomado la decisión de dejarme por tu bien, me aterraba.

Relamí mis labios.

—Porque yo no hubiera podido hacer nada para detenerte, pero me hubiera muerto de amor.

Junior se quedó pensando unos segundos, yo no lo veía ni siquiera.

—Como lo hice todos estos días —seguí—. Yo te amo, es la primera vez que siento amor genuino y quiero que sea la última.

Era mi momento, tenía que decir todo lo que había pensado en estos días.

—Estuvo mal lo que hice, pero al inicio de la relación la pasé tan mal que el hecho de un pequeño recuerdo parecido me puso alerta porque me niego a vivir eso de nuevo.

Antonio me miraba concentrado, sin interrumpirme, solo con su mano acariciando mi pierna brindándome tranquilidad.

—Claro que has cambiado, yo no dudo ni un poco de lo mucho que me amas, porque lo siento —seguí—. Cuando me despierto te veo admirándome, cuando bailo te veo admirándome, cuando me maquillo es lo mismo. Tú en serio me amas, te desvives por mí.

la cherry; junior hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora