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76.

—Hola, mami—dijo Junior con voz tenue asomándose por la puerta del cuarto.

Sonreí.

—Hola, mi amor.

—¿Cómo estás?

—Exhausta.

Sentía que en cualquier momento me soltaría a llorar.

—Ya la viste?—le pregunté.

Él asintió mientras se acercaba para sentarse junto a mí.

—Está igual de chula que tú.

Sonreí.

—Ven, acuéstate junto a mí—me hice a un lado.

—¿No te duele?—negué.

Se levantó para tomar lugar junto a mí en la camilla.

—Te sorprendió mucho?—pregunté.

—Me asusté—reí—Apretaste muy fuerte mi mano, mi amor.

—Estaba muy nerviosa.

Me sonrió para dejar un beso en mi frente.

—Lo hiciste muy bien, mi chula.

Suspiré en su pecho, sintiéndome en mi lugar finalmente.

—Fuiste muy fuerte, mami, gracias por traerla al mundo.

Hice un puchero intentando contener mis lágrimas, pero me fue imposible. Estaba extremadamente feliz de saber que Junior y yo éramos una familia preciosa. Además, la escena de ambos llorando cuando nació nuestra bebé me tenía muy conmovida.

—¿Estás llorando?

Volteé a verlo para hacerle notar que sí. Tomó mi cabeza entre sus manos y me llenó de besos.

—Te amo—dijo al mismo tiempo—Pero ya no podrás ser tan chillona, mami, hay una niña que cuidar.

—Está muy bonita—contesté llorando.

Junior me miró con ternura.

—Allá afuera todos lloraron cuando la presentaron—me contó.

—Y tú?

—Quería llorar pero quise hacerlo aquí contigo.

Sonreí, se pegó a mi pecho y yo puse mi mano en su cabello.

—Toda la sala de espera está decorada para ti.

—En serio?—asintió—Bueno, para la bebé.

—Para las dos.

—Todos vinieron a verla a ella—sonreí.

—Yo les decoré a mis dos reinas—le di un pico en los labios.

—Gracias, mi amor.

Me acomodé pegándome a él y poco a poco comencé a cerrar mis ojos.

—Descansa, chula.

Caí profundamente dormida en los brazos de Antonio.

—Mira quién llegó—me despertó mientras por la puerta entraba la enfermera con la bebé en brazos.

Sonreí y me acomodé en la camilla sentándome. Extendí los brazos para tomarla.

—Hola, mi amor—peiné el pequeño cabello castaño que tenía.

—La dejaré unos momentos aquí—avisó la enfermera para después salir del cuarto.

—Es una mini tú—dijo Junior mientras se acercaba.