Se conocieron en una autopsia: ella burló la seguridad, él contrató un forense falso.
Nínive posee un solo objetivo: avanzar en la investigación de la cual depende su vida. ¿El inconveniente? Devon, el príncipe de un oscuro reino que pone la corte p...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
—¡Esto es un atropello! —exclamó Norbert, miembro del priorato. El gigante pelirrojo de dos metros indicó al príncipe—. ¡Lo que propone va contra los derechos básicos de todo ciudadano!
—Pero es acorde al estado de Emergencia Nacional —replicó el director del DII con un tono mucho más calmo, mas no menos firme—. No sugerimos ocultarlo de forma permanente, solo hasta estar seguros de que no hay vinculación Minoritaria.
—Con todo respeto, señor Wagner —dijo el Duque de Avignion antes de colocarse sus gafas para leer un documento—, este último informe que nos ha proporcionado afirma que se hallaron restos de drogas ilegales en el cuerpo de la víctima, pero no recuerdo que fuera mencionado en la autopsia realizada por el doctor LeBlanc.
—Mi autopsia no involucraba análisis de laboratorio, Su Excelencia —dijo LeBlanc—. Los resultados clínicos llegaron a posteriori.
—Aun así, poseo información incompatible —replicó el duque.
Devon contemplaba la discusión con mirada aburrida. Estaba sentado en el estrado junto al prior y Wagner, siendo cuestionado por cada miembro del Consejo, como ya era habitual; cada una de sus decisiones debía ser aprobada por el Consejo Supremo. Así se había establecido desde 1997. Devon anhelaba el día de su coronación para no deberle explicaciones a nadie.
