Cada vez que recorría los pasillos que guiaban al cuartel del priorato, la doctora sentía que se encontraba en medio de las catacumbas. Los candelabros circulares pendían del techo e iluminaban el suelo y las paredes de piedra, lo único a la vista a no ser por las esporádicas puertas que daban a distintos despachos. Antes de doblar por la esquina, se detuvo al oír el traqueteo de las aldabas que el cuartel poseía en su interior, y no tardó en fruncir el ceño cuando, tras un par de pasos quedos, escuchó la voz del Dragon Magnus, Benôit.
—Espero que tenga mejor suerte que yo —dijo.
De-Ràzes estiró su cuello lo suficiente como para ver que Pierrick le tendía su mano.
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Sangbìbiers
ParanormalSe conocieron en una autopsia: ella burló la seguridad, él contrató un forense falso. Nínive posee un solo objetivo: avanzar en la investigación de la cual depende su vida. ¿El inconveniente? Devon, el príncipe de un oscuro reino que pone la corte p...