—¡Terrestre! Ven aquí, tenemos que hablar.
Esas fueron las palabras que Jeff había pronunciado antes que Kina y él arrastraran a Nínive hasta la biblioteca. Habían escogido la mesa más alejada de la salida, y también de los estudiantes, y no se dispusieron a decirle nada hasta que Kina regresó de las estanterías con un par de libros en mano.
—Me estáis asustando —dijo Nínive, sin dejar de ver cómo Kina hojeaba un pesadísimo volumen de cubierta deshilachada.
—¡Oh, por favor! Un lunático que ve demonios no te asusta, pero ¿un par de alumnos decentes sí? Creía que ya habíamos atravesado la etapa de «no bebáis mi sangre».
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Sangbìbiers
ParanormalSe conocieron en una autopsia: ella burló la seguridad, él contrató un forense falso. Nínive posee un solo objetivo: avanzar en la investigación de la cual depende su vida. ¿El inconveniente? Devon, el príncipe de un oscuro reino que pone la corte p...