Se busca novia © (Disponible en Amazon 🌸Digital, Papel y Kindle Ilimitado🌸)

Capítulo 57

Gabriel

Si en algún momento de mi vida se me pasó por la cabeza quererme desaparecer de algún sitio, ese momento es este.

Tantos hombres que hay en el mundo, tantos suegros que pude tener y el destino me tuvo que traer a la vida de ellos dos específicamente. Intimidantes, imponentes como me los imaginé. Y no lo digo solo porque sean poderosos, con redes sociales verificadas, con miles de artículos sobre ellos o porque venderían mi alma a satanás si Luna se los permite.

Mierda.

Y esa no es usualmente una palabra que yo use, pero es que este momento lo amerita.

―Gra... ―Me aclaro la garganta, intento acomodar las palabras bien dentro de mi cabeza antes de hablar para sonar coherente, pero no sé qué otra cosa decir, así que me quedo con lo sencillo: ―Gracias.

Y mejor no hablo nada más, porque presiento que voy a cagarla.

Los dos me están viendo. Ellos siguen en la misma pose y yo tampoco me muevo de donde estoy, porque tampoco sé que hacer. Después miran mi mano que sostiene la de Luna y vuelven sus ojos a mí.

Mejor la suelto.

―Bueno... ―Comienza Luna. Se separa de mí para irse en dirección a ellos y quitándole la copa a Max, dice: ―Papás, él es Gabriel. Gabriel él es Max y ya conocías a François. ―Hace una pausa cuando dice esto y después agrega: ―Max es sexychocokrispis y François es CandenteNutella.

Carajo, ¿Ahora qué hago? ¿Me acerco? ¿No me acerco? ¿Les doy la mano? ¿No se las doy? Mejor no, tengo las manos heladas. Recuerdo el licor, así que de todas formas sí tengo que acercarme. A ver, que me había pensado una presentación increíble dentro de mi cabeza, pero hasta ahora lo único que he hecho es sudar, tartamudear y darme cuenta que el lugar parece sacado de una película de Drácula.

―¿Entonces sí te gustó? ―Habla François señalando el pasador de mi corbata. Me aclaro la garganta de nuevo para contestar y se pone de pie para tomar la botella que le entrego. ―Lo estamos pensando lanzar en la siguiente colección ¿Te parece funcional? ¿Cómodo de usarse?

―Al menos se quita más fácil que los gemelos del traje, eso es seguro.

Y los dos se ríen. Sí, me imaginaba que eso fue hecho a propósito.

François mira la botella y después se la entrega a Max quién le da un vistazo, arruga el entrecejo y pregunta:

―¿Es licor coreano?

―Así es.

Entonces su sonrisa se ensancha:

―Gracias.

Antoine tenía razón.

Me ofrecen un lugar, al lado derecho de François y me piden que me siente. No lo hago de inmediato porque estoy más concentrado en las pinturas en la pared de enfrente que no entiendo un carajo, excepto por la que parece ser un cerdo.

Y asumo que ese es Juan.

―Sí, ese es Juan. ―Escucho de parte de Max. Ah, carajo ¿Es que también leen mentes? ―Luna ya te debió contar la historia ¿no? Porque a mí me la recuerda siempre y ahora no puedo ver un tocino sin ver la cara de Luna reclamándome por unos benditos chicharrones que me comí hace catorce años.

A lo que ella replica:

―Chicharrones que eran Juan.

―Y después tuvimos que volvernos vegetarianos por los cuatro años siguientes y al parecer ese no fue suficiente castigo. ―Continúa Max, aunque no está viendo a Luna, está viendo la pintura de "Juan" mientras se dirige a mí: ―Ahora no puedo comer carne en paz porque me cargo alto trauma.