Capítulo 9

56K 6.9K 3.1K
                                    


Luna

Camino a toda prisa hasta la parada de autobuses con el corazón latiéndome a mil, diciéndome a mí misma que no debo volver a ver atrás porque no voy a caer en tentaciones ¡No!... Gabriel... carajo... ¿Por qué no lo conocí en otras circunstancias? ¿Unas donde no haya escuchado mis secretos vergonzosos? ¿O dónde no haya un sitio web de citas de por medio? ¿Dónde Luisa no estuviera formando parte? ¿Sin un traje del hombre araña? Okey, el traje del hombre araña sí me gusta, ese sí podría usarlo en cualquier fantasía que tuviese con él.

Y no, no es que haya tenido fantasías sexuales con él ¡Para nada! Digo, tal vez me lo imaginé un poco, pero nada fuera de lo común. He llegado más lejos con Harry Styles y eso es mucho que decir. A ver... otro secreto para anexar a mi lista.

Antes de abordar el autobús la tentación me vence, digo... veré por última vez de lo que me voy a perder. Gabriel ya no está en el mismo lugar, no sé si sentir tristeza o alivio. Cuando las puertas frente a mí se abren me subo a toda prisa, me dejo caer en el primer lugar libre que encuentro y suelto un bufido.

Santo escarabajo.

Tal vez es hora de eliminar mi perfil en Se busca novia.

Saco el teléfono celular y lo primero que me aparece en mi pantalla es la cara de Gabriel. Minutos antes que él se apareciera yo estaba intentando memorizar su foto, mi ansiedad me decía que tenía que hacerlo o de otra forma terminaría subiendo al auto de otro tipo. Eso es aterrador.

De inmediato cierro la pestaña donde se está mostrando su fotografía porque me está haciendo palpitar algo que no es el corazón. Madre mía. ¡Demonios de la fornicación salgan de mí!

―¿Disculpe? ―Escucho una voz a mi lado. ―¿Ese lugar está disponible? ―Pero el hombre bastante alto y fortachón no espera que yo le dé una respuesta. Solo se deja caer en la pobre silla que no sé cómo ha hecho para soportar todo ese volumen. De paso, me aplasta a mí contra el lateral del bus y tengo que sacar la cabeza por la ventana para buscar algo de aire.

¡Caray! Que alguien no conoce el desodorante.

Estoy aspirando todo el aire que puedo de afuera, aunque lleve humo, polvo e insectos. El transporte se detiene detrás de una cola de autos esperando que el semáforo cambie de color cuando un vehículo que se para justo en el carril a la par llama mi atención ¡Maldita sea, es Gabriel! ¡Oh Dios mío! De inmediato meto la cabeza a la unidad de transporte y le doy un golpe en la frente al señor que está a mi lado.

Auch, eso dolió.

―Lo siento... ―Le digo, sobándome la cabeza. El hombre me mira con furia tocándose la frente. Le doy una sonrisa de arrepentimiento pero a él le vale un pepino, se pone de pie rabioso, me llama tonta y yo me indigno.

―Genial... ―Le hablo cuando él va buscando otro lugar para sentarse. ―Ya puedo respirar, gracias.

No me quedo a ver su reacción, lo primero que hago después es mirar por la ventana solo para cerciorarme que el auto de Gabriel sigue pero ya está avanzando y suspiro cuando está buscando la calle contraria. Okey, ahora sí voy a borrar ese perfil.

Estoy en ese proceso intrigada en el teléfono celular cuando algo que suena en la radio me resulta bastante familiar. De pronto, una voz toda cursi, chillona, aguda y horrible me taladra los oídos, pero ojalá que hubiese sido en cualquier radio, sino que es la radio de Lisseth y ese estoy segura que es el programa que me corresponde a mí. Alguien ha tomado mi espacio y sé a quién pertenece esa voz.

Santo escarabajo ¡Qué me convierto en Hulk!

―Señor, señor... ―Le hablo al conductor, poniéndome de pie y agarrándome de todo lo que encuentro. Hasta del moño de una señora. ―Disculpe. ―Le digo y continúo: ―Señor conductor, disculpe aquí me quedo. Necesito bajar con urgencia.

Se busca novia © (Disponible en Amazon 🌸Digital, Papel y Kindle Ilimitado🌸)Where stories live. Discover now