Capítulo 72

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Gabriel

De pronto veo como todo en mi vida comienza a desmoronarse.

Todo lo que había logrado construir de pronto se va al carajo, incluyendo mi reputación. Y no, no hay forma de devolver el tiempo para detener lo que sea que pasó, ya está hecho y aunque estoy seguro que ni por error yo haría algo así, ya estoy comenzando a dudar hasta de mi propia existencia.

Es que a ver, cuando intento hacer memoria de lo último que pasó o del momento en el que pudo haber sucedido, yo estoy casi seguro que envié esas fotos a Francois, a su cuenta de CandenteNutella, me acuerdo que en ese momento estaba hablando con mi mamá y lo siguiente fue lo de las fotos.

Es que lo intento, procuro encontrar una explicación lógica de cómo pudo haber pasado tal cosa, cómo es que unas fotos que había destinado para el chat del papá de Lu acabaron en mis historias. Podría decir que fue por estar haciendo muchas cosas a la vez en ese momento, pero no; siempre trabajo en diferentes cosas al mismo tiempo y jamás en la vida me pasó lo de mezclar una cosa con la otra. Estoy seguro que ni por equivocación yo publicaría algo tan delicado como eso a mi perfil. Francois también revisa el chat, el mismo donde él me pidió las fotos y tiene razón, las fotografías nunca le llegaron a él.

Entonces en el momento que el sujeto del equipo de Belrose que está sentado al otro lado del escritorio de Max me dice:

—Aquí dice que las historias sí fueron subidas desde tu celular.

Pienso que tal vez perdí el raciocinio.

Intento pensar en lo que tal vez pudo haber pasado, qué fue lo que pude hacer para llegar a tal cosa, pero es que nada se me ocurre, a la hora en que las fotos fueron publicadas yo estaba trabajando con mi celular.

—¿Crees que tal vez por error las hayas subido a tus redes sociales? —De nuevo Francois. —Porque son las fotos que te pedí, pero no recibí. Entendemos si crees que pudo haber sido un error, aunque ya no hay forma de solucionarlo de todas formas... pero un error lo comete cualquiera... y lo entenderíamos...

—Yo no haría eso ni por error. He usado mi teléfono todo el día, alguien tuvo que entrar y publicar esas cosas, bloquearlos a ustedes y cerrar sesión de mi perfil para que yo no me diera cuenta a tiempo.

—¿Nos permites revisar tu teléfono?

Y me pongo de pie para entregarle el teléfono a Max sin problema, él se lo da a la otra persona que lo conecta al ordenador y entonces, vuelve a hablar:

—¿Tu celular tiene contraseña? ¿Un patrón? ¿Huella digital?

—Sí.

—¿Quién pudo haber tenido acceso? ¿Dónde estabas a las horas que se publicaron las fotografías? Por supuesto que vamos a darte el beneficio de la duda, pero tenemos que llegar a la persona que sí lo hizo si aseguras que no fuiste tú.

—Yo en la mañana solo estuve en la corte, en la oficina y en la casa de mi madre, todo el día he estado trabajando.

Max se lleva la mano a la frente, se masajea el entrecejo y después lo que dice es:

—Sabes que ya ni siquiera tu vida va a ser igual, ¿verdad? Que la prensa ya no tarda nada en tener tu dirección y acecharte. Quién haya hecho esto créeme que ya está vendiendo toda tu información a los reporteros.

—¿Sabes que tu apartamento ya no es seguro para Luna, verdad?

—Y ni para ti, créenos.

—Bueno, nadie ha entrado al celular tampoco. —De nuevo, el sujeto que está a la par de Max. Todos los presentes me miran, pero nadie dice nada, todos escuchan con él continúa diciendo: —Así que si alguien más lo hizo, esa persona tuvo que tener el teléfono en sus manos.

Se busca novia © (Disponible en Amazon 🌸Digital, Papel y Kindle Ilimitado🌸)Where stories live. Discover now