Capítulo 6

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Seis horas antes.

La vida se divide en cosas buenas, cosas malas y cosas peores.

No sé qué cosas buenas me ha pasado últimamente pero sí puedo mencionar las malas y categorizarlas en pésimas, terribles e indignantes. Como el hecho de que tu hermano vaya a casarse con tu ex y de paso te pregunten si no te importaría que te hicieran llegar una invitación para la boda.

Por supuesto que no voy a decirles: «Sí, sí me importa ¡Carajo!», así que nada más me puse mi máscara de «me importa una mierda» ―que hasta ahora me ha funcionado bastante bien― y lo único que pude sacar de mi boca, fue:

―No, no hay ningún problema.

Por supuesto que hay problema y muchos, hasta pudiera enumerarlos. Como por ejemplo, llegar a la boda de mi hermano y mi ex para escucharlos decir que son el amor de sus vidas debería considerarse una abominación. Pero creo que es más brutal el rumor que se ha regado después, cuando Cristal y Roberto lo anunciaron en sus redes sociales con fotos oficiales y toda la cursilería. Comenzaron las especulaciones, los señalamientos y las preguntas. Incluso sus amistades me etiquetaron en las fotografías. Cristal terminó borrando las imágenes y después llegó a mis oídos algo que ni siquiera yo sabía: Que me encontré a Cristal y a mi hermano en la cama... durante su viaje a Inglaterra.

Yo ni siquiera he ido a Inglaterra.

En fin, a la gente le gusta hablar cosas, si no saben algo pues se lo inventan. Si no hay drama pues se lo buscan. Y es que tal vez mi aspecto no ayude mucho tampoco, estoy consciente de que me miro terrible porque había estado despierto toda la noche pero no precisamente por lo que todo mundo cree. Había estado trabajando, como todas las personas... bueno, tal vez sí tomé unas copas... pero fueron un par nada más... o tal vez unos tres pares, pero qué importa.

Desperté con la cabeza sobre el escritorio, un terrible dolor de espalda y una cantidad insospechable de emails, unas llamadas perdidas de mi madre y un mensaje de Jessie, mi hermana mayor, preguntándome si iba a estar en el cumpleaños de mi sobrino.

Todo esto provocó que llegara tarde al despacho, con una horrible jaqueca, unas gafas de sol y un café en manos del tamaño más grande que había encontrado. Me peiné con los dedos en el camino y aunque esto suele pasarme a menudo, por ser específicamente hoy (el día después del anuncio de la boda de mi hermano y mi ex) todos están preocupados. Incluso Catalina, quién al verme lo primero que me dijo, sin tacto, fue:

―Te ves horrible.

Apenas había tomado una ducha porque necesitaba estar en el despacho desde temprano. Ni siquiera había podido contestar las llamadas de mi madre (aunque no es que quisiera tampoco) y no me había dado tiempo de contestar los emails que había recibido, pero bueno... Qué podía responder a mensajes como:

«Estoy contigo, Gabriel»

«A un amigo le pasó lo mismo»

«Fuerzas»

Y, por supuesto, Juan no ha ayudado mucho, hace una hora envió un email a todo el equipo para una reunión importante al que le agregó un hashtag: #todossomosGabriel

Así tal cual.

Después de eso he recibido emails de mis compañeras de trabajo, colegas a las que no había visto desde hace un tiempo o amistades (con quienes no he tenido nada de acercamiento últimamente) solicitándome mi opinión sobre documentos que tenían en su poder. Ojalá eso hubiera sido todo, si no que al final de cada correo le agregaban algo como:

Deberíamos salir a tomar una copa para charlar sobre esto, tu opinión es muy valiosa. No lo sé, ¿te parece a las seis? ¿a las siete? ¿o mañana? Me enteré que hoy es el cumpleaños de tu sobrino.

Se busca novia © (Disponible en Amazon 🌸Digital, Papel y Kindle Ilimitado🌸)Where stories live. Discover now