Mentiras en mensajes

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Hoy he vuelto a intentar evitarte.
No es que esté enfadado contigo ni que te esté castigando. Sinceramente solo se me ocurre esa forma de castigarme a mí mismo, todo lo demás me da igual. Por eso me alejo de ti, es mi forma de matarme lentamente.
Parece que supieras mis intenciones, porque en cuanto llego a casa tengo un mensaje tuyo en el móvil.
Mis intenciones flaquean y me digo que sería de mala educación dejarte en visto. Y te contesto.
Pero como tampoco trato de sacar tema de conversación y no sabes de qué más hablar, me has preguntado ya tres veces qué tal en 5 horas.
Pongo una carita riéndose cuando te señalo ese hecho. Pones jajajaja y yo te digo que creo que una persona no cambia tanto de estado de ánimo en tan poco tiempo.
Tú respondes que tengo razón y que tampoco piensas que alguien pudiera cambiar su respuesta en minutos.
Yo te he respondido a las tres que bien. La misma respuesta, tiene sentido, ¿no?
Pues no.
Lo peor de todo es que yo sí que cambié como para dar una respuesta diferente en cada caso.
¿Y lo mejor?
Que en todas y cada una de ellas te mentí, descaradamente.
Y dos lágrimas comenzaron una carrera en mi mejilla mientras te mandaba una carita sonriente.

CUADERNO DE BITÁCORADonde viven las historias. Descúbrelo ahora